Un vino que evoluciona favorablemente, al que incluso le quedan unos pocos meses para seguir en plenitud. La nariz ha ganado en matices apareciendo notas florales, ligeros toques amielados, notas de hierbas frescas... en boca sigue manifestándose untuoso y con buen volumen. Destaco que tiene 14º, que para un blanco es poco habitual, y sin embargo no se nota ni en nariz ni en boca. De buen trago y postgusto amplio. Un blanco con excelente RCP. Además, marida estupendamente con guisos de pescado y marisco.

Mucha pera blanca en naríz, que predomina y tapa el resto de aromas. en boca es agradable y cremoso, con una acidez buena. Lo caté hace tiempo y la nariz ha cambiado mucho. me quedo con ganas de volver a catarlo. El pequeño porcentaje de moscatel lo hace un vino curioso, aunque habrá que ver su evolución.

(Muestra de barrica) Pajizo pálido con reflejos salmón. Algo turbio (seguramente por tratarse de una muestra no clarificada). Nariz de buena intensidad con buena expresión frutal de garnacha blanca, fresco, herbáceo pero con un punto goloso y de pétalos de rosa (quizas aportado por moscatel). En boca es fresco, de trago largo pero con cierta untuosidad, suavemente amargoso, con acidez correcta y notable frutosidad. Con carácter y personalidad. Muy interesante. En el dificil camino de dominar a la garnacha blanca, los coupages con moscatel, o macabeo e incluso chardonnay están dando algo más de acidez y aligerando estos vinos. Con algo más de acidez ganaría en armonía.