Este vino lo he catado varias veces, recuerdo la primera vez que lo tomé en Aranda de Duero recomendado por su propietario que me impresionó la raza de su uva. Voy a ver qué me dice ahora, que han pasado ya unos años ( para los dos ) desde mi última cata. Rojo cereza de capa alta con ribete granate. Tiene una frutilla del bosque tostadita especial, con notitas vegetales y de flores ajadas, algo más amable y fluida. Hay algunas notas leves de cueros recién curtidos que se entremezclan con las sensaciones vegetales y de tabaco húmedo. Hay tierra de campo mojada, menta y campo de trigo. Cuando cambio la copa a una más grande salen leves aromas nobles de acetato de etilo y de isoamilo con notas ligeras de fruta liquida ( plátano ). También hay recuerdos de flores blancas y tueste. Rica boca, con unos buenos tanidos frutales y de la madera que llevan al vino fundido en la evolución proporcionado frutalidad y cierta sensación de peso tostadito. Retronasal con un aroma de fruta del bosque pequeña muy madurita y bañada en flores ajadas. Observo mis anteriores catas y veo como ha cambiado el vino, pero siempre me surge la duda de si soy yo el que ha cambiado o por ejemplo es el momento en que lo tomo. Creo que en este caso y siendo la cosecha de 1999 el vino ha tenido una noble evolución oxidativa en botella, pero al tener esa magnifica uva lo hace con elegancia y clase, marcando un estilo propio que me encantaría encontrar en el resto de añadas de esta marca. Este estilo es pura evolución del vino y solo lo da la uva y su entorno, es parte de su terruño. Justo aquí es cuando enlazo este comentario con los vinos de crianza oxidativa de Jerez. El que quiera apreciar los vinos tintos realmente tiene que conocer por lo menos en sus umbrales a los vinos de Jerez. Todos los vinos, de todas las clases y variedades luchan de forma amistosa con el oxígeno, y al final todos se parecen y convergen sensorialmente. El vino es un misterio en sí mismo, solo comparable al ser humano, porque entra por la nariz y por la boca, pero se piensa con el Alma.

Vino con buena complejidad y que irá a más. Nariz con mucha fruta negra concentrada sobre sensaciones especiadas ( canela – nuez moscada ). Toques de maderas finas, minerales ( piedra calcárea – tierra caliza ), hierbas de monte bajo ( lavanda – hinojo ), hojarasca con tierra, notas vegetales ( hojas verdes de tabaco ) y cueros integrados conformando cierto bouquet de matices terciarios, con un fondo de regaliz, humus y brea. Magnifica nariz en un excelente punto para desarrollarse, con muchos matices y complejidad. Es boca tiene estructura, es carnoso, evolución con fruta negra ( con cierta astringencia frutal ) y notas de regaliz. Retronasal con sensaciones torrefactas de su paso por madera a las que se le unen sensaciones de la serie animal ( cueros ) y vegetales también presentes de manera intensa en el posgusto. Es un vino complejo y con una excelente fruta vieja dándole unos aromas terciarios de la crianza muy peculiares. En fase de mejora en botella.

Color picota oscuro con pequeño ribete violeta. Vino con cierta complejidad escondida y que necesita por lo menos una hora de aireación para poner en orden todo lo que lleva dentro. Despliega con fina intensidad toda una gama de matices con inicios terciarios como los finos cueros, ebanistería, hojarasca verde, lentisco, humus, finos tostados y torrefactos, especias, tabaco ( humo de habano ), sensaciones de frutilla del bosque madura bajo un suave baño especiado ( canela y clavo ) y de sensaciones caramelizadas. Hay recuerdos minerales de canto rodado en final de nariz. En boca muestra un ataque potente y largo, con recuerdos leves de cueros que enseguida suben por retronasal, evolución donde sale una magnifica fruta carnosa con hueso acompañada de una excelente acidez y sensaciones leves vegetales. Posgusto de muy buena persistencia y de leve astringencia frutal en el final. Muy rico, con mejoría en botella, complejo, rico de matices y con una buena intensidad de cierta elegancia.