Muchísimos matices en una nariz de intensidad media-alta. Fruta negra madura, mermelada de ciruela negra, cerezas, hojarasca, mucho láctico, chuches, regaliz y tras cierto tiempo en copa notas florales. También piedra mojada.
En boca entra muy untuoso, equilibrado y elegante. Todo es balance. Buena acidez y tanino mucho más integrado de lo que esperaba. Persistencia larga pero muy sutil, nada marcado ni fuera de lugar. Como un bálsamo.
No le tocaba a este Mogador 2018: todavía estoy esperando a los 2016. Pero lo abrí al día siguiente de terminar un Nit de Nin Mas d’en Caçador 2018 que me había llamado mucho al atención. Positivamente pero con mucho contraste con otros prioratos que había probado. Quería comparar.
Muy diferentes. El d’en Caçador es más rústico, con mucha personalidad; también más tánico y por integrar. La nariz más exuberante y con ese aroma intenso de ladrillo machacado. En este momento le hace falta comida; al Mogador no: me lo estoy bebiendo de sobremesa sin problemas. El Mogador es más balanceado, más elegante pero también más discreto. Menos diferente. Quizá sea el mix de uva, que con un 29% de cariñena (40% en el Nin), 16% de Syrah y 10% de Cabernet Sauvignon le aporta más equilibrio.
Abriré otra de ambos dentro de uno o dos años a ver cómo evoluciona “la competición”. Seguro que ambos van a mejorar; y mucho!
La RCP me ha parecido siempre excelente cuando se compraba a poco más de 60 euros. Incluso escandalosa. Ahora que cuesta bajarlo de 80 la dejaré en "muy buena".
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.