Este vino ha mejorado desde la última nota de cata que puse. Ha ganado matices, complejidad, incluso volumen. En boca se ha vuelto más redondo. De los taninos solo queda su elasticidad y la madera es sólo un recuerdo que sirve para engarzar la fruta y el resto de sensaciones. Y por si faltara algo, la acidez sigue estando ahí, viva, pero sin molestar. Hasta dónde llegará?

Cereza picota ribete grana. Capa alta.
Aromas de gran intensidad que van tomando complejidad a medida que el vino se oxigena en la copa. Inicialmente se aprecian notas sanguíneas que dejan paso a una buena presencia frutal, bien engarzada con una fina nota de madera que aporta un plus de sofistificación. Las especias también están presentes así como notas de cacao, puntas orgánicas y un fondo mineral muy agradable.
En boca resulta seco, sabroso, de muy buen volumen, con un tanino fundido, sabroso, de buena elasticidad. Paso frutal y especiado, con una pincelada de madera muy bien puesta. Una acidez bien medida lo refresca y un alcohol mesurado hace un conjunto muy equilibrado, redondo, fácil de beber pero no exento de complejidad. Final de buen recorrido y buena persistencia de carácter frutal. Un vino para beber "à la regalade", que dirían los franceses.

Huele a flores y chocolate, apenas un toque avainillado. Aroma profundo, goloso, estupendo ... un poco alcoholico, pero no me da nada de animales (que no me molestan necesariamente). En boca es sabroso, pero nada pesado, fresco, ligero, con taninos redondos y suaves, muy goloso pero equilibrado. Un vino muy rico, para beber y beber sin calentarse el coco ... Laureano, cada anyo estan mas ricos!!! ... espero con impaciencia a Verema IV!

Catado en Verema III. Degustado en presencia del buen Laureano, que por lo menos no me ha tachado de loco por mis comentarios. Un vino con buen potencial con sus aromas de frutos negros, bayas maduras y maderas bien ensambladas que debieran, con un poco más de tiempo, aligerar unos tonos de la serie animal que he notado muy marcados recién abierta la botella. En boca se desenvuelve bien, es ampuloso y algo herbáceo pero sin concesiones con su carácter mineral y notas de frutas en conserva al licor. Un vino alegre. No puntúo.

Prueba realizada con una botella decantada 36 horas. Picota con tonos púrpura y ribete violáceo. Capa alta. Aroma de buena intensidad a frutos rojos (fresas, frambuesas) y negros (ciruelas) muy maduros, con notas lácticas sobre un fondo de café y monte bajo. En boca es seco, con buen cuerpo. Amplio y muy frutal. Muy suave, cálido y sedoso con agradable presencia tánica de la madera. Muy sabroso y con buena estructura. Final frutal, ligeramente amargo con recuerdos de café. Buena persistencia. La larga oxigenación parece que lo ha convertido en n vino más amable, redondo y a la vez más intenso. En nariz ha aumentado la sensación frutal y la aparición de notas lácticas. En boca es mucho más cálido y sedoso que la botella anterior, sin ninguna arista por pulir. Buen vino. 12€.

Picota con ribete violáceo. Capa alta. Opaco. Aspecto denso y muy poco glicérico. Inicialmente notas de reducción que desaparecen para presentar un discreto aroma frutal, especiado, con ligeros tostados y algo de cuero. En boca es seco, con buen cuerpo. Muy frutal, concentrado, cálido, amplio y sabroso. Poca madera y bien integrada. Buena estructura pero poco recorrido. Final frutal con ligeros tostado y con ligeras notas balsámicas y de monte bajo en retronasal. Correcta persistencia. Al día siguiente gana muchísimo en intensidad y variedad aromática. Aparecen notas balsámicas, de monte bajo e incluso minerales. En boca se mantiene. Un vino amable, muy correcto. Con potencial.