Viticultors del Priorat es una de las bodegas que la Familia Ferrer ha recuperado de lo que vendió en 2018. Un poco descolocado con este vino porque recuerdo esta etiqueta hace algunos años con un precio superior a los 200 euros, me extrañaría  mucho que hoy esté en esos precios.

  Es un clásico priorat, con la cariñena mas marcada que la garnacha tinta, ligeras lacas ( para mi es un defecto) y mineralidad. Un vino denso y con la fruta negra muy marcada, aunque en boca se suaviza gracias a su acidez y unos taninos pulidos.