Botella alargada tipo Rhin de 50 cl.

Cápsula negra y corcho cortito pero de buena calidad. Huele bien.

Etiquetado de fondo naranja y tipografía en negro.

Visual

Ámbar oscuro con reflejos anaranjado oscuros, levemente yodados y cobrizos, limpio, brillante y de buena lágrima de lenta caída.

Muy buena visual. (9,2)

Nariz

A fruta blanca y cítrica madura dulce y escarchada, fruta tropical muy madura, leves uvas pasas, orejones, panal de abejas, amielados, especias dulces, herbáceos y balsámicos.

Excelente nariz en intensidad y complejidad. (9,35)

Boca

Ataque potente, dulce pero de una acidez espectacular que le otorga mucha fresca, sabroso, golosete, levemente cítrico, de buena densidad, volumen apreciable, buen cuerpo y estructura.

El paso por boca es equilibrado, untuoso, envolvente, graso, muy cremoso, levemente amielado, con un dulzor suave y sin excesos gracias a su estupenda acidez.

El final es de gran longitud, con notas a fruta dulzona, orejones, cítricos maduros, miel de azahar y recuerdos mentolado-herbáceos en un retrogusto y retronasal excelente. 

Gran boca la de este vino, jugando con una acidez elevada que compensa su notable dulzor, lo que da como resultado un vino de postre de mucha frescura y que invita continuamente a seguir bebiendo. (9,5)

Este vino descrito fueron las sobras de uno de los vinos de postre en una comida de #BojosPelVi de hace una semana.

Por suerte, y gracias a un buen amigo forero de Verema, tengo otra botella para poderlo revisitar en un futuro.

Desconozco su PVP y, por tanto, su RCP, pero el vino está fantástico.

Está en gran momento, pero dada su acidez y azúcar residual, podríamos decir que es un vino (casi) eterno.