Pues...¡No!.

Vino de agricultura ecológica encerrado en una botella borgoñona que está vestido con una sencilla y anticuada etiqueta. Correcto el corcho que la cierra.

       A la vista un color amarillo dorado. Limpio y levemente tomado. Buena, gruesa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa.

       En nariz notas de sidra y frutas blancas con poca maduración.

       En boca excesiva acidez, agraz, con escasa fruta y muchas notas de sidra. ¡Ay!, esa maduración.......Ligeras notas de fruta blanca.

        Desagradable  y ácido paso de boca. Te hace guiñar los ojos. No es muy largo. Me da una permanencia de 1,45 minutos.

     

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