Un tempranillo de Valdepeñas notable.

Estamos en el restaurante La Caleta cenando el día de San Valentín y el chef, Diego Gutierrez, nos obsequia con esta botella de vino español lo cual obviamente le agradecemos. Nos la saca de la vinoteca a 16°C y esperamos media horita mientras se airea un poco. Comentar que como mi esposa no bebe me sobró un tercio de botella que me llevé a casa. Al día siguiente fue cuando realicé la valoración, "at home", tranquilito y con tiempo (a 17°C).

VISUAL: Impactante color rojo picota de capa alta, brillante y con un estrecho ribete cardenalicio. Lágrima abundante, fina y transparente (93).

OLFATIVA: A copa parada hay aromas de fruta negra en compota (mermelada de higos) y a regaliz puro moro. Al agitar emanan fragancias especiadas a canela y clavo, herbáceos de montebajo (tomillo y hierbabuena) así como unos ligeros apuntes minerales. En la pátina terciaria nos regala notas de cacao en polvo, cuero curtido, tabaco inglés y un elegante fondo amaderado de ebanistería fina. Muy bien de complejidad y con una intensidad media (87).

GUSTATIVA: En boca muestra un gran ataque, acidez alta y taninos a medio pulir aunque más bien mulliditos. Amplio, frutoso y alegre, parece más un criancita que un gran reserva de entrada. Paso por boca sedosito y amable con aromas retronasales a coulis de frambuesas con recuerdos tostados y ahumados. Post-gusto con predominio de la fruta y con un toque de duelas envinadas licoroso y fresco. Persistencia de unos dos minutos y 10 segundos. Un tempranillo de Valdepeñas notable, con vida por delante. En dos o tres años estará en su momento óptimo de consumo (88). Una D.O. a veces menospreciada pero en este caso doy fe que se trata de un buen vino.

La RCP es más que excelente, en España cuesta unos 6 euros la botella... increíble.

MARIDAJE: La verdad es que nos dimos un festín en el restaurante pues pedimos el nuevo menú degustación de nueve platos (3 entrantes, 3 fuertes y 3 postres). No nombraré todos los platos, pero indicar que combinó exquisitamente con la "oreja de cerdo confitada con col morada y ñiacha con quinche". Los sabores cárnicos, grasos y dulzones del confitado maridaron a la perfección con la frutosidad y la alta acidez del vino. También mención especial al maridaje con los "filetes de res madurada con unos dumpings de papanabo rellenos de crema de ajo negro sobre una reducción de caldo con huesos de res, cerdo, patas de pollo ahumadas y algas marinas". Tremendo plato de intensos sabores ahumados, marinos y animales en exquisita sinergia con los apuntes terciarios de cuero y madera, bárbaro el disfrute. Y por último, al día siguiente (en casita) fue pareja de unos entrecottes a la albahaca con papas y trigueros. De nuevo armonía absoluta entre cárnicos, herbáceos y recuerdos frutosos. Botella que hemos disfrutado como enanos con estos increíbles ágapes.

Salud-os!!

  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • A 17°C (en casita)

      A 17°C (en casita)

    • En la copa en el restaurante

      En la copa en el restaurante

    • Contraetiqueta

      Contraetiqueta

    • Con la oreja confitada

      Con la oreja confitada

    • Con la carne asada

      Con la carne asada

    • Con los entrecottes

      Con los entrecottes

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