Sacada a 4-5ºC de nevera.

Etiqueta personalizada para "Bojos Pel Vi".

Corcho cabezudo bastante bañado en vino por el interior.

Servida en copa amplia Lehmann Jamesse.

Abierta 2 horas antes y mantenida fresca.

Visual

Dorado oscuro con irisaciones topacio-ámbar oscuro, limpia, brillante, de muy bonita lágrima, fina y con aspecto cremoso.

Muy buena visual, con mayor evolución que la bebida hace unos años pero estupenda. (10)

Nariz

De gran intensidad olfativa, con notas de pera de agua en licor, duraznos y melocotones al vino blanco, cítricos muy maduros (naranja sanguina y mandarina), frutos secos tostados (avellanas y almendras tostadas), gran salinidad, yodados, salmuera y brisa marina, poderosos aldehídos, etanal, mineralidad a tope, tiza, potente velo de flor, balsámico-mentolados, flores blancas marchitas, leves notas de barniz y acrílico. 

Intensidad y complejidad, salinidad, equilibrio e integración (9,7)

Boca

A unos 10-12ºC.

Ataque tremendo, de buena potencia pero suave, muy seca, sedosa, algo grasa, muy buena mantecosidad, excelente equilibrio, elevada sapidez, fresca y mineral, muy salina pero sin excesos, muy elegante, punzante pero equilibrada, expansiva en boca, densidad media plus, cuerpo notable y excelente estructura.

Paso por boca complejo, yodado, levemente untuosa y cremosa, con toques muy abundantes de frutos secos, notas marinas, mentoladas y aldehídicas excelentes. Muy redonda pero aún punzante.

El final es enorme, largo, sabroso, herbáceo, mineral, salino, yodado, con frutos secos, balsámicos, bota vieja sanluqueña y un punto de velo de flor y tiza espectaculares, tanto en retrogusto como en retronasal.

Boca espectacular y muy gastronómica. Con los años ha ganado en elegancia, integración y equilibrio. (10) 

Permite maridar prácticamente casi cualquier plato.

Acompañamos con ella unos aperitivos: frutos secos tostados (almendras de diversas variedades, anacardos, maní, pasas, pipas de calabaza, pipas de girasol), mejillones en escabeche y un potente queso de oveja extremeña y fue espectacular. El maridaje fue también excelente con un arroz ilicitano de pollo y conejo.

Brutal vino de una RCP estratosférica. 

Botella bordelesa de hombros ligeramente anchos  y buen vidrio. 

Etiquetado similar a la anterior Saca Única Bojos Pel Vi Junio 2017.

Cierre cabezudo de aglomerado de corcho típico de este tipo de vinos generosos.

Abierta una hora y media antes de la cata y mantenida fresca con jarra térmica.

Servida en copa amplia de balón para poder apreciar al máximo sus cualidades.

Visual

Dorado oscuro con ligeras irisaciones tendentes al ámbar, limpia, brillante y de bonita lágrima, fina y de lenta caída.

Algo menos oscura que la saca anterior de #BojosPelVi del año 2017. (9,7)

Nariz

De notable intensidad (menos sutil y más potente y expresiva que la saca anterior) con notas a pera de agua muy madura y melocotones al vino blanco, mucha abundancia de notas salinas, salmuera, yodados, brisa marina, velo de flor potente, notas minerales a tiza (albariza), balsámico-mentolados, aromas a bota vieja de bodega sanluqueña, potentes toques de frutos secos tostados (almendras y avellanas tostadas), aldehídos poderosos, etanal, flores blancas marchitas e incluso alguna nota sutil de acrílico (pegamento) y recuerdos leves de pintura y barnices.

Manzanilla muy compleja e intensa. Muy potente nariz. Me gusta aún más que lo que recuerdo de la saca previa. (9,7)

Boca

Ataque de buena y comedida potencia, presente pero sin apabullar, de gran equilibrio y sapidez, muy seca, con una frescura enorme, notas salinas y punzantes muy abundantes en el paso por boca, expansiva, compleja, de media densidad, buen cuerpo y muy buena estructura. Manzanilla compleja, redonda y de buena acidez para la variedad/zona y tipo de vino del que hablamos.

El paso por boca es sabroso y aterciopelado; muy fácil de beber (no se percibe apenas el alcohol y hablamos de 15% de volumen).

El final es eterno con notas de fruta blanca muy madura (pera de agua), salinidad a raudales, frutos secos tostados, herbáceos, aldehídos, madera de bota vieja, velo de flor, balsámico-mentolados, tiza y notas minerales en un retrogusto y retronasal sencillamente espectaculares. (10)

Segunda saca de este vino, en este caso, de la Primavera de 2018. 

EMHO, me gusta aún más y tiene más "punch" esta saca que la anterior (aunque pronto abriré la única que me queda de la anterior saca para comparar de forma efectiva).

Gran vino de clase mundial, una vez más, el que elaboran Gabriel Raya hijo (y padre) en la Bodega Los Ángeles (de Bodegas Yuste) enclavada en el Barrio Alto de Sanlúcar.

Un privilegio poder disfrutar de este vino con una RCP estratosférica (su PVP, una vez más, espectacular, 15€, un regalo).