Vino de origen argentino de color amarillo pajizo de aromas sencillos. Sedoso en nariz que desprende aromas dulces, almibarados mezclado con esencias a piel de limón. En boca es de una acidez interesante, con un dulce sutil. Es un vino refrescante e interesante, por su peculiaridad ya que a la vez percibimos mineralidad tanto en boca como en nariz.

Bonita presentación y botella con tapón de rosca.

Color amarillo dorado

La nariz sorprende con notas minerales, ligeros recuerdos a caucho, poco a poco asoma almibar, mieles y piel de cítricos, sobre todo pomelo, todo ello sin perder un aire que transmite frescura.

En boca tiene buena entrada, seco, con muy buena acidez que acompaña un recorrido de buenas sensaciones frutales, equilibrado, con estructura, amargoso y con un final de buena longitud.

Interesante Sauvignon Blanc Argentino que se bebe muy bien.

Aroma meloso que recuerda a la miel de acacia y algo a la manzana asada. Todo es con levedad y sutileza ( una vez descubierta la variedad, me gusta). Hay algo de goma, toque mineral, pedernal. Un vino con contenido y sin estridencias.

En boca el tacto es almibarado te lleva a una sensación de delicado dulzor que se quiebra en seguida por la acidez, quizás algo desmedida, pero equilibrada en el conjunto.  Desprende notas frescas de la fruta blanca y algo de fruta de hueso. Punto cítrico, pomelo. Final con un rico punto amargo que le da longitud.