Es un vino sensacional, pero todavía está muy joven!, un vino al que le queda una vida larguísima.

Tiene un color muy vivo, con aromas a frutos rojos maduros, arándanos, ciruela y grosellas, también aparecen aromas tostados, vainilla, regaliz y sotobosque.

En boca tiene una entrada todavía algo agresiva pero que se irá puliendo con el paso del tiempo, le faltan unos meses en botella, pero el tanino es dulzón y sabroso, el vino llena la boca y tiene un postgusto bastante largo, le doy una puntuación alta por la calidad del vino y su potencial de envejecimiento, puede aguantar de 15 a 20 años sin problema.

CATA AD HOC
VISUAL.- Vino tinto tranquilo de color rojo granate, vivo con ribete bermellón. Tiñe mucho la copa movida y eso me gusta. Botella de doble vidrio, con peso y etiqueta de “pasión”, por el camino del Abuelo.

AROMÁTICA.- Intensidad aromática imponente. Mucha carga frutal y muy joven. A copa parada notas de regaliz, eucalipto, pino, flores (violetas), moras. Es como un jardín de felicidad. Muy primario, joven y con la madera agradable, pues deja un torrefacto muy suave.
A copa movida, inundan las notas florales, después dan paso a tostados y frutos secos (cacahuete). Incluso intuimos cremosidad. Al final leves lácticos gustosos como yogur de fresa. Gran calidad en el vino.

En una segunda cata, es un vino limpio en fase aromática con intensidad pronunciada. A copa parada, la madera es presente, noble y compensada. Pequeñas notas acrílicas, de frutos secos y madera (coco). Existen notas lácticas (fermentación), como nata y yogur. El vino tiene mucho potencial y debe evolucionar. Final con puntas balsámicas (menta).

GUSTATIVA.- Primer contacto deja un ataque seco por su madera joven que se nota bastante, con intensa carga frutal (moras, frambuesas) y floral (rosas rojas, violetas, lilas). Cuerpo alto, acidez media y viva, tanino medio (+), estructura fina, casi perfecta. Alcohol perfecto, no despunta, ni quema. Deja el paladar muy afinado y con recuerdos del Pomerol. Notas cremosas de textura, incluso lácticas de bollería (croisant), puntas balsámicas en retrogusto, miel y herbáceos. Final largo en caudalía de terroir con su arboleda y monte bajo, ese es el recuerdo y de entrada, creo que es un vino para esperar todavía unos 10 años.

24 HORAS.- La copa vacía de la noche anterior, denota suavidad, sin aromas de lácticos, solo flores (violetas, rosas rojas). Muy suaves. En boca, ataca con frescura y notas de monte bajo, balsámicos, tomillo, cacao, arándanos (en este orden), muy lineal y con acidez elevada, mucho cuerpo y muy buena estructura. Postgusto algo floral, anises, granada, grosella….largo en caudalía y muy agradable. Se nota el paso por madera, pero deberá afinarse con el paso de los años. Buen potencial.

Segunda cata (24 y 48 horas).- Desde su inicio es muy afrutado en boca, balsámico y con media astringencia. Poco dulzor, mucho cuerpo, acidez alta y taninos marcados, pero agradables. Notas de alcohol medio. Sabores ricos en especias (pimienta negra), balsámicos y herbáceos (plantas, grosella negra), vainilla, puntas de canela y semillas de cacao amargo, con postgusto muy largo a madera afinada, noble, notas terrosas minerales del paso por madera y cacao. Excelente en calidad.

NOTA AD HOC
Primera impresión 93
Inicial 94
1hora 94+
24 horas 95
Pack 96
RCP 90
Final 94

Un vino para pensar en futuro.

Visual:

Picota con ribete violáceo. Lágrima glicérica. Tinta la copa.

Olfativa:

Nariz de buena intensidad con unos soberbios registros de la madera. Tiene unos tostados muy elegantes, barnices, laca de uñas, se percibe una buena integración de la madera, una importante carga frutal, notas florales y de hierbas aromáticas así como minerales.

Gustativa:

Entrada potente pero muy elegante. Es frutal, floral, con unos ricos lácteos, goloso, cremoso, tiene buena acidez, es aterciopelado y persistente.