Hay que domarlo

Es un vino sensacional, pero todavía está muy joven!, un vino al que le queda una vida larguísima.

Tiene un color muy vivo, con aromas a frutos rojos maduros, arándanos, ciruela y grosellas, también aparecen aromas tostados, vainilla, regaliz y sotobosque.

En boca tiene una entrada todavía algo agresiva pero que se irá puliendo con el paso del tiempo, le faltan unos meses en botella, pero el tanino es dulzón y sabroso, el vino llena la boca y tiene un postgusto bastante largo, le doy una puntuación alta por la calidad del vino y su potencial de envejecimiento, puede aguantar de 15 a 20 años sin problema.

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