Corcho de longitud mediana y buena calidad, penetrado hasta máximo 1 mm por el interior en vino rojo granate oscuro.

Huele bien.

Sacado de vinoteca a 14ºC y abierto 15 minutos antes de tomarlo.

Visual

Picota-cereza de capa media con ligerísimos destellos ocre, ribete transparente y ligeramente anaranjado (lógico dada su edad y su paso por barrica), limpio, brillante y de fina lágrima, abundante, de lenta caída.

Muy buena visual para su edad. El corcho, sin ser una maravilla, ha aguantado estupendamente y pasaría perfectamente por un corcho de un vino similar de los años 2013-2014. (8,5)

Nariz

Intensidad media-alta con más notas amaderadas al inicio pero que, con la aireación, va sacando más notas frutalmente maduras (ciruelas, grosellas y frutos negros en general), cáscara de naranja madura, ahumados, balsámico-mentolados, tostados del roble, especias dulces, vainilla, pimienta negra, coco rallado, canela, herbáceos de monte bajo y un ligero puntito sutilmente dulzón (amielados).

Buena complejidad e intensidad para su edad, con poca fruta pero de aromas diversos, bien definidos, equilibrado y agradable en conjunto. (8,2)

Boca

Ataque de cierta potencia y contundencia, maduro pero aún con muy buena acidez, de buen volumen pero, a la vez, fluido y de fácil entrada, densidad media, cuerpo medio y estructura media plus.

El paso por boca es amable, balsámico, equilibrado, elegante, con fruta negra muy madura, amaderado y redondo, con taninos presentes pero dulces y ya muy bien pulidos.

El final es de moderada longitud (no muy largo), con fruta roja y negra muy madura ya, mentolados, herbáceos, especiados y un buen fondo tostado de roble con un sutil recuerdo amielado en un postgusto y retronasal muy clásica, reconocible pero, a la vez, agradable y sin aristas.

Buena boca en un Reserva riojano clásico de lineal de supermercado, de los más económicos (si no el más económico, en su categoría, de la DO Ca Rioja), del que se producen cientos de miles de botellas y que, a sus 15 años, está maduro pero todavía en momento óptimo y en perfecta forma.

Vino más que correcto y por cuyo PVP (y pasados 3 lustros desde su cosecha), es difícil pedirle más.

Aguanta como un Reserva de la DO (aunque no sea de los grandes, ni siquiera de los medianos) y demuestra que la botella ha hecho su función de pulir un vino que, de origen, no era un grande pero que está mucho mejor claramente que hace 10 años (cuando estaba en el mercado). (8,5)

Excelente RCP.

Corcho de media longitud y buena calidad, apenas bañado hasta 1-3 mm en vino rojo picota granatoso.

Sale perfecto con sacacorchos de 2 tiempos (muchos vinos de 2005 ya se rompe el corcho al intentar extraerlo).

Abierto un poco antes de tomarlo.

Visual

Rojo picota-cereza, ribete cereza-transparente con ligeros reflejos atejados, limpio, brillante y de buena lágrima.

Buena visual y corcho que no parece gran cosa pero que está perfecto con 14 años. (8,4)

Nariz

De intensidad media con notas iniciales de mucha madera y reducción pero que, con la aireación, trae a primer plano notas de fruta roja y negra madura, balsámico-mentolados, especias, vainilla, algo de coco, herbáceos de monte bajo, ligeras notas de setas, cuero y un buen fondo de madera que inunda bastante la copa.

Buena nariz clásica para su edad. No es nada del otro mundo pero, si hace 6-8 años no me habría sorprendido, ahora mismo me empieza a sorprender lo relativamente poco evolucionado que está con 14 años (es decir, el vino aguanta sin problemas). (7,8)

Boca

Ataque con fruta madura y un buen fondo de especias y madera envolvente, densidad media, volumen medio plus, cuerpo medio plus y buena estructura. Aún conserva una acidez media-alta bastante decente y que hace que sea fluído y nada pesado en boca. El paso por boca es agradable con taninos ya totalmente redondeados y con un buen equilibrio.

El final es de longitud media-larga con fruta negra madura, especias, fondo tostado de maderas, mentolados y herbáceos en un postgusto balsámico agradable.

No es una boca top, pero sorprende que un Reserva de corte totalmente comercial, pasados 14 años, los lleve tan bien en todas sus fases y que, sin ser nada del otro jueves, se deje beber con cierto agrado. (7,9)

 Buena RCP para lo que ofrece (y más viendo los 14 años que tiene ya).

Reserva comercial de lineal de supermercado con 12 años.

Botella bordelesa alargada de gollete recto y sin curvatura.

Descorchado hora y media antes de consumo.

Cierre de corcho colmatado más bien corto pero perfecto y apenas bañado en vino rojo picota oscuro hasta menos de 1 mm.

Visual: picota rubí de capa media-alta, ribete cereza-granate-transparente con ligerísimos destellos atejados casi imperceptible aún, limpio, brillante y de buena y abundante lágrima de lenta caída. (8.8)

Nariz: a copa parada de media intensidad a fruta negra madura licorosa, clavo, vainilla, coco; a copa movida tenemos fruta negra en sazón, balsámico-mentolados interesantes, amielados (miel de azahar), regaliz, notas de madera, tabaco rubio, caja de puros, ligeros cueros, herbáceos y monte bajo.

No es muy intenso en nariz pero tiene una complejidad bastante buena para su precio (muy bajo para un Reserva de Rioja). Tampoco parece que tenga 12 años. (8.1)

Boca: ataque suave, sedoso y goloso, de volumen y densidad media-alta, expansivo, equilibrado, redondo, de buen cuerpo y estructura, inunda bastante la boca de notas de fruta negra muy madura y mieles, de frescura no va sobrado (acidez media), pero se sostiene todavía aunque, para un Reserva de Rioja con 12 años, por una parte está muy bien pero, por otra, parece que la fruta con la que se elaboró no tuvo la frescura y acidez suficiente para dar notas muy frescas ahora. Suple todo esto el paso mentolado-amielado que le da una sensación de frescor-calidez interesante en este momento. El paso por boca es agradable pero, para lo expansivo que parece que es, se queda algo corto. Tiene, eso sí, muy buen tanino, dulce pero todavía con notable astringencia en mucosas (y que, unido a su acidez intermedia, le podría otorgar 2-3 años más de vida en buena forma). El final es de longitud media, con fruta negra licorosa, amielados, especiados, regaliz, toffee y chocolate en retrogusto; en vía retronasal se repiten sensaciones y aparecen herbáceos, vainilla, notas de madera americana, caja de puros y balsámicos que lo redondean bastante bien. (8.4)

Para mi gusto, un Reserva más que correcto a sus 12 años, parece más joven de lo que es, y para su gama de precios (populares), su altísima producción en nº de botellas y su público objetivo (sin pretensiones), lo considero un vino notable sin llegar al nivel de los Reservas Riojanos de otras marcas (que cuestan más pero ofrecen también bastante más). Todavía tiene, incluso 2-3 años de potencial capacidad de envejecimiento (creo que puede estar más que bebible con 15 años de vida).

Cumple y como vino para el día a día, es un lujo pagable para mucha gente.

Probablemente, de lo mejorcito de García Carrión que haya bebido con bastantes años desde su cosecha.

Corcho de longitud media tirando a corta para un Reserva. Muy poco bañado en vino (ni medio mm). El corcho hinchado por dentro: buena señal.

Visual: rojo picota claro acerezado, ribete cereza transparente con sutiles destellos anaranjados muy leves todavía (valorable con casi 11 años), limpio, brillante y con buena lágrima abundante de rápida caída.

Nariz: intensidad media; fruta roja pero, sobre todo, fruta negra bastante madura ya casi compotada, laurel, aromas herbáceo-vegetales, chocolate, regaliz, toffee, especiados, tostados, balsámico-mentolados. Buena complejidad a Rioja clásico con algunos toques de modernidad. Sin signos de aromas oxidativos ni reductivos (algo destacable para tener más de 11 años).

Boca: entrada fresca y suave, golosa y sabrosa, un poco cremosa, de volumen medio, estructura media, acidez media que le aporta frescura dentro de su golosidad. Bastante peso de la madera americana. Buen tanino todavía muy perceptible y con margen de pulido pero que no molesta ya para nada. Pasa bien aunque con, en esta fase sí, aromas reductivos y animales (carne fresca, cueros y pieles) que en la fase olfativa, curiosamente, no se apreciaban (estos aromas se perciben por la retronasal básicamente). El final es medio-largo y un poco amargoso en la sensación, con postgusto a fruta negra en licor, muchas maderas, especias, toques vegetales y herbáceos, algo de chocolate y tostados pero, sobre todo, un buen toque de aromas cárnicos y a pieles animales que, digamos, no me terminan de gustar demasiado en el final y que me hacen bajar un poco la nota.

Está bueno y se puede beber bien, la visual no denota su edad, la nariz es relativamente destacable por la ausencia de aromas oxidativos y cumple bien. La boca empieza bien pero acaba no tan bien debido a esos aromas reductivos y animales, ese exceso de madera quizás y una ligera sensación de muy ligero desequilibrio.

En cualquier caso, para el vino que es y para su PVP, la RCP creo que es muy buena. El vino es más que correcto y se mantiene muy en forma con casi 11 años (aunque, es cierto que, en la categoría de Reservas en Rioja, prácticamente cualquier otro vino de la misma está por encima de éste en prácticamente todo excepto, quizás, en el precio de compra, donde hay pocos Reservas de Rioja más baratos que éste).

Vino que muchos (yo mismo) consideríamos clásico barato riojano de supermercado (reúne todos los adjetivos). Sin embargo, es un vino más que correcto, con buena complejidad y que en cata a ciegas daría más de un quebradero de cabeza a más de uno para ubicar bodega, precio y variedades de uva.

Hablamos de un 2005, es decir, casi 10 años de vida. Muchos crianzas (la inmensa mayoría) están muertos a esa edad y los reservas, muchos están pidiendo descorche ya a gritos.

Botella bordelesa fina de color tendente al negro y ligeramente alargada, de gollete un poco especial y característico de este vino. Corcho más bien corto para un Reserva pero de calidad más que suficiente y, sorprendentemente, apenas bañado en vino (menos de 1 milímetro). No parece un 2005 viendo el interior rojo granate-acerezado. Excelente conservación (5 años ya en la vinoteca a nunca más de 18ºC).

Descorchado entre 1 y 2 horas y media antes de su consumo para darle toda la oxigenación posible (dada su edad).

Visual: rojo picota muy sutilmente amarronado, de capa media, ribete cereza-transparente con sutiles destellos marrones casi imperceptibles (sorprendente para 26 meses de barrica y su edad, casi 10 años). Buena lágrima. Limpio y brillante.

Nariz: desde el principio fruta negra muy madura, prácticamente en sazón, tierra húmeda, regaliz, coco, pimienta negra y vainilla, madera de roble usado a raudales, aromas animales a carne fresca, algunas pieles y ligeros cueros, desván y mueble viejo. Totalmente clásico en nariz. Roble americano usado (2º y 3º uso como poco) en estado puro pero bastante bien integrado y complejo en conjunto.

Boca: entrada madura, con ligero frescor y buen tanino todavía muy perceptible en encías y con algún año de margen de pulido (noto taninos más de la madera que de la fruta ya). Poca fruta en boca, aunque la poca es bastante madura y sobre todo negra; en general, en el paso por boca tenemos especiados, pieles animales, maderas varias, roble, regaliz. Buena acidez. Se notan en boca las variedades NO tempranillo (son las que, junto a la madera le dan vida al vino). El final es medio con persistencia media sobre todo de maderas, muebles viejos, regaliz y carne fresca. Bien integrado.

Es un vino que NO me enamora a estas alturas, francamente. Pero está bien hecho para su precio y tirada de botellas. Es un Reserva riojano criado en roble americano de auténtico manual (larga crianza en madera, usa las 4 variedades tintas más frecuentes en Rioja, roble usado y tomado con 9-10 años) y, sobre todo, a un PVP muy comedido. Bien integrado. Permite comer y disfrutar de un vino con poca fruta pero buena madera con una buena dosis de complejidad pero sin complicaciones.

Vino democrático en precio (5-6 euros), muy fácil de comprar en centros comerciales, de los primeros Reservas riojanos que prueba uno cuando empieza a aficionarse a ésto del vino. Vive más de lo que esperaba (es posible que la calidad de la añada 2005 esté influyendo). No volverá loco a casi nadie que lleve tiempo catando vinos, pues la madera y los aromas secundarios y terciarios, a los 9-10 años, se comen a la fruta (negra) por todos lados. Pero si la madera no te disgusta o te gusta, es un vino que gustará en RCP a gente que no esté muy acostumbrada a beber vino.

Para mi gusto, enológicamente hablando bajaría la temperatura de fermentación de 30ºC (excesiva para mi entender) y le quitaría algo de crianza en roble americano usado (cambiándolo por francés) para darle más protagonismo a la fruta... pero eso, evidentemente, implicaría probablemente otras cosas como: aumento de PVP y disminución del nº de botellas producidas.

Me quedan 5 botellas más de esta añada a las que iré dando, entre este año y el próximo, matarile en comidas y cenas de diario más pronto que tarde.