Lo primero que llama la atención de este vino es su color, intenso rojo picota, con ciertos toques violáceos por su juventud. En nariz es espectacular!! Frutas del bosque, arándanos, moras, tremendamente goloso. No puedes dejar de olerlo.
En boca equilibrado, agradable, con un toque dulce muy suave. No se nota la astringencia típica de los vinos más jóvenes. En general, grata sorpresa para repetir!

Muy pocas veces un vino te deja esa sensación de aroma al primer tiento. Parece que hayas entrado en una tienda de gominolas! Despues el trago es muy agradable, no es demasiado rápido para lo que cabría esperar al no tener nada de madera. Siendo un bobal está muy "domado", pues no queda astringente.