Porque ya he descorchado unas cuantas botellas y está magnífico. Aunque esta sea la primera nota que pongo suya.

La nariz necesita un poco de aire para mostrar una garnacha aún muy viva, con unos toques muy sutiles que yo achacaba a caberneteros, con pimiento verde asado. Al principio se muestra muy tímido, pero luego surge la fruta roja, jugosa, madura, con fresones bien gordos y dulces. Luego aparecen arándanos, frutos del bosque, ciruela roja madura.... todo rodeado de unas notas herbáceas y de tierra húmeda. Canela, pimienta negra, tostados integrados, cuero, monte bajo y unos balsámicos muy refrescantes, mentolados y que le dan mucha viveza al conjunto. La madera está integradísima.

La boca es un desfile de sedosidad, con todo integrado, armonizado, con la fruta danzando con las especias picantes, con esos toques animales y florales, con la mineralidad más acusada en boca, con esa madera elegante y una suave acidez. La fruta explota en la boca, jugosa, madura, con los taninos sedosos, pero con un toque rústico y secante al final, para decirte quién manda en casa. Los balsámicos le dan un apunte muy fresco, a un vino nada pesado y que no muestra su alcohol. Es largo, marcado, con esos toques que digo caberneteros de fondo, muy integrados y que le dan complejidad, con esas notas tostadas, ahumadas, herbáceas y especiadas. 

Me encanta.

Color rojo cereza, ribete violáceo algo oscuro, capa media-baja y lágrima suavemente tintada. Inicialmente el vino se muestra bastante apagado pero al cabo de unos 20 minutos va perdiendo su timidez y muestra una buena intensidad de aromas de fruta roja y negra madura, toques de la barrica marcados pero refrescados por unas notas balsámicas muy intensas (mentolados y abundante regaliz negro), notas licorosas frescas con toques cítricos, finos especiados, toques de hojarasca, monte bajo húmedo y pedernal de fondo. Buena entrada en boca pero una astringencia muy dura que llega a resultar muy secante, los taninos se muestran muy marcados en todo su recorrido, tostados por pulir, aunque toda esta dureza se ve compensada con una fruta roja bien madura y sabrosa y unos balsámicos frescos e intensos, finos especiados, muy potente, buena estructura, muy lineal en su longitud y bastante persistente. Final largo, postgusto de fruta madura y retronasal ahumado.

Más información en: www.elvi.net/2014/02/15/emilio-valerio-vina-de-leorin-2010/