Para chateo, chato.

Brillante, intenso, fluído, violáceo. Tufillos fermentativos de depósito al inicio nada agradables, metálico, luego quedan fresas, azúcares, peta zetas... Ligero, chisposo, fresco, fructoso... con sequedad final y muestras de su maceración carbónica, algo ácido.
No merece copa, tómese como tal, osea en chato. Salen caros esos cinco pavos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar