Botella tomada en restaurante. Nº 333
De color piel de cebolla con destellos cobrizos, ligera turbidez, finas burbujas de carbónico y lagrima de gran densidad.
En nariz se aprecian aromas cítricos, de fruta blanca y roja, de sidrería, notas minerales, una cosa muy rara y compleja.
En boca tiene una entrada fresca, cítrica, con una excelente acidez y un postgusto de medio recorrido con recuerdos de sidrería y un final amargoso.
Posiblemente es lo mas rompedor que he probado a nivel nacional, seguro que en breves esta bodega dará mucho que hablar.
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