Buena botella bordelesa de buen vidrio (grueso) con corcho normalito para el tipo de vino que es ya un poco bañado por algunas zonas hasta la mitad del mismo.

Visual: rojo picota, de capa media-alta, limpio, brillante y de ribete cereza-transparente con tendencia al anaranjado-atejado (sin surgir aún dichos naranjas-tejas). Buena lágrima.

Nariz: de buena intensidad. Compleja desde el inicio, aunque sobre todo rico en aromas secundarios y terciarios, maderas, fruta roja y negra licorosa de intensidad media tirando a baja, especias, tabaco rubio muy abundante, vainilla, coco, pimienta negra, tostados, sutil chocolate amargo, más madera, cueros, cárnicos, pieles de animal, desván, mueble viejo. Muy complejo pero con poquita fruta, ideal para narices como la mía que, aunque me guste la fruta en un 80% de los casos, de vez en cuando disfruto de madera, especias, tabaco y terciarios.

Boca: entrada con volumen, densidad y estructura pero fácil de beber. Muy buena acidez (bastante elevada). Agradable. Buen tanino todavía perceptible en encías. Noto en boca tabaco rubio, maderas y chocolate amargo. Final largo con postgusto especiado, amaderado, a tabaco y tostado que se filtran ligeramente a la retronasal.

Un vino con poca fruta pero mucha complejidad en aromas de crianza (secundarios y terciarios), de muy buena RCP si al catador/bebedor le gustan este tipo de vinos de toda la vida. Un buen vino aunque no sea para nada moderno (es un vino clásico rico en maderas y terciarios). A mí, sin ser mi perfil de vino, me ha gustado y me parece un buen vino en su categoría a un precio excelente (RCP excelente).

Por lo que apunta, pienso que puede vivir otros 4-5 años en botella sin problemas (desarrollará con más profusión esos secundarios y terciarios pero con este vino es esto lo que podemos esperar).