ANÁLISIS & CATA. Un MUNDO de SENSACIONES

Una delicia llamada Lunares... Un vino fresco, lleno de fruta y de vida, un vino relevante porque nos enseña juventud, franco, sincero y a la vez imprevisible. Sorprenderte por su comportamiento cambiante en copa, a pesar de ser un vino joven con unos meses de paso por barrica.

Aromas de fruta roja se mezclan en una bonita sintonía con matices de flores azules. Donde los recuerdos de matorral se unen al baile aromático.

En boca presenta sus señas con buena estructura y cuerpo. Su acidez es clave en este vino para aportarle vida, longitud en botella y sobre todo frescura, además de presentar buena carga polifenólica y por ende un buen ph equilibrado por su acidez.

Un vino que se bebe solo por su frescura, preservando su intensidad y las sensaciones donde el alcohol se aferra a la palabra equilibrio, señores vamos a seguir bebiendo, porque Lunares invita a ello.

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