Dorado brillante.
Media intensidad en nariz, algo cerrada en el inicio y ganando con el tiempo en copa. Flor seca, frutas blancas bien maduras, níspero y membrillo, piel de cítricos, un cierto fondo mineral y especiado, trazas herbáceas, anisados…un vino en plena madurez y expresando complejidad.
En boca en cambio sorprende por su viveza y su buena acidez, vino redondo y con cierto peso pero sin perder frescura, de paso muy vertical y un final con cierta amplitud dejando recuerdos de frutas maduras y tonos cítricos con una buena persistencia.
Está claro que el soberbio alvarinho de Marcial Dorado alcanza su plenitud más o menos a los 10 años de la cosecha y este 07 se bebe ahora de maravilla, pues va desarrollando complejidad pero sin perder un ápice de frescura, en su gama de precios (algo menos de 20 euros) es uno de los mejores blancos de la península ibérica. Muy bueno.

Color amarillo dorado, limpio y brillante, con buen lágrima.

Nariz marcadamente frutal, pero nada empalagosa ni artificial: manzana asada, albaricoque, notas cítricas y toques amielados, sobre un fondo mineral que lo dota de complejidad.

En boca tiene un tacto graso, buena acidez que da frescura, repitiendo ese acento marcadamente frutal más dulce que cítrico, ligeros herbáceos y un final bien sabroso que deja con ganas de más.

Muy rico aunque, al menos esta botella, lo he notado con menos punch y, sobretodo, una menor persistencia final.

Desconcertante a ciegas, toque de tempranillo seco, toques de riesling, toques amargosos, algún puntito que hace recordar otras latitudes, si que me pareció con toques de pastelería, de madera, a pesar de ausencia de barrica (criado en lías según nos explicaron). Acabo siendo un albarinho portugués DO Vinho Verde zona del Minho, nos gustó

Sorprendido a tuertas , se muestra muy seco en boca y limpio en nariz. Sin excesos florales, salino, cítricos moderados y sensaciones tostadas bien integradas. Moderado en boca, seco como decía, aquí despista un poco, pero con un recorrido frutal fresco y equilibrado

Y mismas sensaciones que con la anterior. Fruta madura, algún cítrico, panadería y nata montada.
En boca muestra estructura y buena acidez, con bastante equilibrio y singularidad.
Final perfumado.
Un alvarinho muy personal que no dejará indiferente. Ya no me quedan más botellas.

Y a lo mejor llega más lejos...
Dorado intenso. Limpio y brillante.
Buena paleta aromática. Melocotón, plátano, algún cítrico, hinojo, miel de acacia, fruta asada, ahumados y mineralidad.
Boca armada; entrada grasa con alcohol contenido y notable frescura. El paso es singular, atípico, tras los primeros sorbos no sabemos si destacan más las notas dulces, las amargas o las ácidas. En cualquier caso, esta alvarinho tiene pegada y deja una marcada huella en el paladar. Las sensaciones que deja son similares a las descritas anteriormente.
Final largo.
Creo que evolucionará mejor que 2005, ya veremos.

Botella abierta con una hora de antelación.
De color amarillo dorado, destellos también dorados y lagrima de gran densidad.
En nariz predominan los aromas de manzana asada, también aparecen notas cítricas, algún toque herbáceo, algo de miel y ligeros ahumados.
En boca tiene una entrada fresca y bastante untuosa, con una mezcla entre dulcedumbre y acidez que lo hace muy adictivo, postgusto de medio recorrido, con recuerdos de esa manzana asada y un ligero final amargoso.
Me ha gustado, aunque está muy lejos del gran 2005.