Restaurante Miramar en LLança
Restaurante Miramar
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
70,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos noche, enero y febrero
Nota de cata PRECIO MEDIO:
145 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.4
Comida COMIDA
8.9
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
34 Moments, màgics!
caqui con salmón y vainilla
ous de reig - oronja
nube de pesto (parmesano, nube de azúcar y polvo helado de albahaca
Primeros brotes
Ajoblanco
entrantes
burger de pato
Opiniones de Miramar
OPINIONES
42

Queriamos una celebracion especial... y lo conseguimos!!. Paco Perez y Montse, nos proporcionaron "un completo", pues no sólo cenamos, sinó que nos quedamos a dormir en sus esplendidas suites frente al mar, recien estrenadas.
La ubicacion es excepcional, pues la playa está a escasos veinte metros , y las habitaciones estan en el piso de arriba de los salones del restaurante
. Era diciembre, y quizas no el mejor mes para realmente disfrutarlo todo (buen clima), pero si de la calidad de las instalaciones (amplitut, elegancia, confort), y además, despertarte frente al mar siempre es mágico!!
La cena fue su exquisito y maravilloso Menú Degustación "34 Moments" (adjunto foto). La vida esta llena MOMENTOS... y este ha sido uno de los mejores que hemos disfrutado, de momento...jeje Queda mucho por vivir!,... y seguro que volveremos.
Describir los platos o Moments, me resulta dificil por la creatividad!!, sin embargo, en todo momento sabia qué estaba comiendo, vale?
En general, se trata de una alegoria al mar, sus productos y sensibilidades, sin olvidar nuestra "madre tierra". Está muy acertado llamarlo MOMENTS, pues se trata de 34 momentos de sorpresa, disfrute e ilusión... Ilusion de comerte un caballito de mar, o una estrella marina , o una ostra vegetal!!... y otras muchas sopresas que aparecian no sólo para comer, sino en la presentación que te hacian recordar que en el Rest Miramar, Paco Perez afina sus espectaculos gastronomicos 👏
En fin, el resto al nivel , dispone de su " troupe" que te atiende genial! Enhorabuena a todos.

  • 34 Moments, màgics!

    34 Moments, màgics!

Es Fin de Año, y queríamos despedir, como se merece, este 2015 tan complicado...La elección ha sido inmejorable!.
Somos afortunados, en un radio de apenas 30km de casa, estas fiestas navideñas hemos disfrutado de una maravillosa gastronomía de autor , cuyo colofón ha sido este pequeño restaurante frente a nuestro mar Mediterráneo. Paco Perez i su esposa Montse, consiguen que te encuentres como en casa, a pesar de que te rodean y atienden numerosos camareros bajo la batuta de ella, y al fondo está Paco dirigiendo una troupe de unos veinte cocineros, cuyo trabajo a la vista es ya un espectáculo!.
Nuestra mesa estaba en la terraza acristalada (caben unas 10 mesas) que da al paseo del puerto de Llançà, con el mar a 25 mts. También, en la sala interior, acondicionaron unas dos mesas que disfrutaban de la vista de la cocina , para dejar un espacio como pista de baile para la Fiesta de Nochevieja. Doy estos detalles, para que se entienda que estamos hablando de un restaurant pequeño, moderno y coqueto, donde la cantidad de gente que está por ti te hace sentir especial...
En cuanto a la comida, se puede parafrasear a Enrique Iglesias , y decir que fue "Una Experiencia Religiosa" , pues el Menú CAP D'ANY MIRAMAR 2015, nos dejó sin palabras!.
Ahora os cuento, hice fotos pero mejor que os imaginéis el plato, pues mis fotos no le hacen justicia :
-1º, Aperitivos :
- Pisco sour.......una deliciosa copita de un coctel de Pisco para abrir boca
- Entrepà de Poma i Anguila ahumada....... Un curioso mini bocadillo con forma de barreta de pan,de textura etérea como de galleta de manzana relleno de anguila ahumada. Rico y divertido!
- Mangostà i ous de truita........servido cona base de hielo picado, una fruta, como de la pasión, vaciada i hecha mouse espumosa, y por encima huevas de trucha. Sabores contrastados y delicioso!
- Ou de Guatlla en Tempura i Garota...........la yema de un huevo de codorniz en tempura, y por encima un coral de erizo de mar. En boca explotaba en sabores!
-2º Platos principales :
- Caviar de Coliflor y Caviar Oscetra GOLD..........te lo presentan como dos caviares, y efectivamente el curioso caviar de coliflor (blanco), y por encima el exquisito caviar autentico. No puedo imaginarme como se puede elaborar ese caviar de coliflor , y llegar a un conjunto tan genial!
- Com uns canelons ESCAMARLANS del Cap de Creus..........efectivamente eran dos canalones sutilmente bañados con una especie de bechamel, rellenos de cigala exquisita! , casi cruda y jugosa, del cercano Cap de Creus.
- Nyoquis Trufats , Rovells d'ou i Llamàntol Blau.........este plato me cautivo!!, los nyoquis eran de textura etérea que se deshacían deliciosamente con esferitas de yema de huevo especial y cremoso, más trozos de bogavante azul casi crudo y abundante que rodeaba los nyoquid, y todo ello espolvoreado de laminas del tamaño de dos euros de trufa negra exquisita!!. Casi lloro...jeje
- Mero, el seu Suc Brasa i Angules del Ter............ TREMENDO!, este delicioso pescado Rey de los Mares, a la brasa y cubierto generosamente de angulas escasamente cocidas ( se les veían los ojitos...jeje), que nos alucinó! No sólo por la cualidad del producto, sino que la combinación es insuperable!
- Wagyu Origen Kagoshima en 2 elaboraciones........ Otra maravilla!, de elaboración sencilla, pues se trata de cuadraditos abundantes de esta carne a la brasa colocados como fichas de dominó caídas, y la otra textura era en steak tartare, mimosamente cortado a cuchillo, acompañado de unas perlas de salsitas delicadas.
-3º, Postres: ya no nos cabía más...y acertadamente, estos fueron pequeños tastets de chocolate en diferentes texturas y formas:
- Xocolata y café..............como bomboncitos de chocolate fino y sabroso. Acompañados de una especie de harina de café para que te los rebozaras. Exquisito!
- Bombons Trufats i Macarons ..........DELICIOSOS bombones con una especie de galletitas alargadas como de " pan de Hostia" , o yo que sé... Que se desacia deliciosamente en la boca . Ummmhh!!
Todo esto acompañado de estos VINAZOS:
- A.O.C. Chablis: La Chablisienne, " La Sereine" 2012 ........... jamás había probado un Chablis así!!
- D.O.C. Rioja: Muga Selección Especial 2010............. Extraordinario!
- A.O.C. Champagne: Paul Goerg, Blanc de Blancs.............. Muy bueno, pero hemos tomado otros Champange que son más de nuestro gusto.
Todos servidos a "go-go"..... jijijiji.
UVAS DE LA SUERTE !, el unico pero, pues nos las presentaron en bolsa de plástico precintada, sin ningun glamour, que tuve que pedir ayuda para abrirla. Quizás ya no había tiempo para más. Se les perdona!.

Bien, amigos veremeros, la velada en conjunto fue MARAVILLOSA!, y terminó con animación en vivo de música internacional de los 70 y 80, que nos puso a todos " EN PIE!" ...
Estoy feliz de haber despedido al 2015, y recibido un nuevo año con esta EXPERIENCIA GASTRONÓMICA de altura. Seguro que el 2016 , seguirá con esta felicidad con que ha entrado!

GRACIAS, Paco Perez&equipo.

¡Qué exigente es la alta gastronomía! Cuanto esfuerzo hay detrás de mantener un restaurante de alto nivel como Miramar y más si está en un recóndito paraje como es Llança, muy cerca del cabo de Creus y en la parte más oriental de nuestra Península.

Dos estrellas Michelín conseguidas en los años 2006 y 2010. Paco Pérez y Montse Serra han convertido el negocio familiar hotelero de la familia de ella en un restaurante de referencia.

Paco Pérez revienta el cuenta kilómetros cada año para la gestión de sus asesorías en Berlín (Restaurante 5 - 1 estrella Michelin) y sobre todo en Barcelona donde cinco establecimientos llevan de alguna forma su nombre asociado. El biestrellado Enoteca en el lujoso Hotel Arts, la hamburguesería La Royale Burger BCN, Black Royale local cuasi clandestino dentro de la hamburguesería para copas y cocina fría, L’Eggs donde el huevo es el núcleo y Doble que combina espectáculos musicales, coctelería y los platillos de Paco Pérez. Todo ello para poder mantener Miramar y las cuarenta personas que allí trabajan. Son las verdaderas cuentas de la alta cocina donde muy pocos restaurantes son rentables sin los negocios satélites.

El menú entorno y con(secuencias) es un ejercicio de entorno y post-vanguardia que se divide en tres actos: Huerta, Mar y Bosque. Primero los snacks y luego pequeños platos. Al final más de treinta composiciones con varias elaboraciones en cada uno de ellos. Complejidad, imaginación y trabajo.

Comenzamos con los snacks de la huerta. Tomate, almendra, zanahoria y pan de especies, frambuesa, maíz, espinacas y piñones y Dietox 40º. Destacan tanto la frambuesa como las espinacas y piñones, ambos de mayor profundidad. Comer con las manos como forma de divertimento, de romper el hielo y la “tensión”.

Se arranca la secuencia hortelana con el maíz y la trufa de verano. Compendio de texturas (cremoso, helado, crujiente) y temperaturas. Suavidad.

Se presenta como espardeñas. La mosca detrás de la oreja. El aspecto visual llama la atención y hace que se mantenga el misterio. En boca es otra cosa, tratándose de unas berenjenas que se acompaña con pilpil del molusco. Trampantojo visual de alto mérito.

Se prosigue con los esparrágos que van acompañados de unos spaghettis de jamón ibérico y una crema de queso Comté. Cocción al límite que mantiene todo su sabor, viéndose éste algo relegado por la potencia del queso. Discreto.

Se finaliza el acto con el lulo, fruta subtropical parecida a la fruta de la pasión que limpia la boca, dejándonos únicamente sensaciones refrescantes.

El segundo episodio es la mar. Bandeja de pequeños bocados manuales sobre una vajilla muy marina. Mejillón en escabeche, zamburiña, almeja en salsa verde, bacalao y coco thai. Se sale la almeja dentro de una especie de buñuelo, también resulta muy rica una especie de corteza de bacalao. Del mejillón se come todo, sorprendente textura helada para un escabeche.

La ostra en la mano con clorofilas marinas es un platazo. Aderezos a base de shots helados que aportan frescura y provocan un conjunto suave que conserva el sabor de una ostra no demasiado excesiva en tamaño y yodo. Sobresaliente.

Como ejemplo de alta técnica, la tortilla surprise. Realizada a través de un merengue de tinta de calamar y algas. Romperla da respeto. En su interior esconde un casi-tartar (por su punto tan mínimo) de chipirón con cebolla guisada. Altas habilidades y aumento de las manos necesarias. Verdaderamente sorprendente y de elevadísima estética.

El punto álgido marino se consigue con la cigala en canelón. Personalmente el plato que más mar me transmitió. Se rellena adicionalmente con diferentes algas que elevan al crustáceo. De nota.

Finalizamos con lo cococha en salsa marinera. La salsa (se usan tendones para aumentar densidad) potencia todavía más esa textura melosa que la cococha tiene pero la marinera tapa su tenue sabor. Bajamos un peldaño.

Mirando al mar resulta curioso que el último acto, el bosque, fuera el más disfrutado. Bandeja de “comida manual” con croissant de jamón y foie, carrillera, cochinita, croqueta y pato Pekín. Reconocible y sabroso el segundo, la cochinita con una masa demasiado gruesa. La carrillera realmente espectacular con hilos de carne fritos uno a uno que posteriormente se juntan. Un bocado muy largo. Un snack que por sí solo tendría mucho más protagonismo. Nos desplazamos hacia sabores de mayor intensidad.

En primer lugar llega la bearnesa. Carrillera, papada y un jugo denso de costillas de cerdo. La salsa en frío y rota para provocar ese choque de temperaturas antes mencionado. Exclamación positiva en el paladar. Las técnicas como medio.

A continuación la galleta “Príncipe Beukelaer”. Me deja anonadado y no puedo dar otro paso que preguntar. La cubierta de la galleta es un mimetizado de pollo, mientras que el interior guarda un guiso de caldo de pollo, bogavante y chocolate. Sabor a raudales. Las habilidades y el sabor paseando de la mano pegadas, queriéndose. Para recordar.

El trío del bosque finaliza con otro puñetazo de sapidez en la mesa. Músculo, tendones y tuétano. Éste último en una emulsión, tuétano puro en un estado casi líquido (en la foto capa amarilla). La gelatina de músculo de los tendones esconde un tartar de buey en su interior que no se visualiza en la instantánea. Pura melosidad. Una auténtica barbaridad.

La última terna de platos ha sido de gran altura. Llega el mundo dulce. De nuevo la estética me puede, me siento atraído. Mango. Contiene una finísima lámina de obulato de mango, esferificaciones heladas, sabayón de toffee y el algozón de azúcar más fino que he podido degustar. Fresco, ácido y ligeramente dulce. Tres adjetivos que van bien con un primer postre. Uno de los de este año.

A continuación la caña de azúcar. Cuidada presencia. Declinación del producto en shots, granizado y una especie de sirope. Un mismo sabor. Jugando con el comensal a través de las texturas. Esencia y pureza.

Finalizaríamos con el pijama. Un postre que en sí mismo es un reto a nuestra memoria gustativa, a reuniones familiares donde la abuela cuando ya no podía más te sorprendía pidiendo un pijama. Un juego que intenta recrear en un solo plato una amalgama de sabores que en su conjunto ya no están en nuestro disco duro. La reproducción del postre viejuno por antonomasia. Menos brillante que los dos anteriores, pero se esboza una sonrisa que también tiene su importancia.

Cocina de elevadísima técnica. La estética se cuida al detalle y su armonía con todo el conjunto de la vajilla. Destrezas que posibilitan que diferentes texturas florezcan y sea uno de los hilos conductores de este menú. También la variabilidad y alternancia de temperaturas tienen su importancia.

En Miramar no se rehúye a la dificultad. Todo para intentar sorprender, para que el primer golpe de vista provoque una exclamación que en la mayoría de los casos no afecta para nada al resultado sápido del plato.

En paralelo, la sala funciona como un reloj. Distancia y respeto. Presentaciones concretas en las que se profundiza a petición del comensal, atención detallada y visualización en todo momento del estado de cada una de las mesas. Montse ha engrasado un equipo que da muestras de experiencia, conocimiento y registros. Maridaje a ritmo del cliente y a precios moderados.

Miramar: Entorno y post-vanguardia

Post completo y fotos (merecen la pena) http://www.complicidadgastronomica.es/?p=5255

Dispuesto a escribir mi ultima experiencia en Miramar, leo con asombro el ultimo comentario de (Atni)
sin conocerle resulta que coincidimos el mismo día (7 de diciembre) y probablemente a las mismas horas
Y curiosamente sentados al lado de los ventanales con mi mujer. Ese día creo que solo estaban ocupadas seis mesas.
Después de su magnífico relato, tendré que ser más breve para no repetir.

Miramar es un magnífico restaurante y el mas parecido al Celler de Can Roca que tantos buenos recuerdos tengo
El día movido por la tramuntana y el sol hizo aun mas especial la celebración y las expectativas aun fueron a mejor.

Coincido con "Atni" en :
La pizza estaba fría de nevera con ganas.
El hígado de rape, sabor fuerte a mar, bueno bueno.
Las Kokotxas sublimes, son mi debilidad (y las de mi mujer)
La royal de Galera, la gelatina rompía con el plato.
Las trompetas con angulas, geniales angulas.

Cosas que menos me gustaron:
El rissotto estaba rico, pero no me llego...
Los postres, demasiado dulces los tres.

De beber:
Como aperitivos, una cerveza y una copa de cava.
Un verdejo Rueda "Flor de Vetus" 2012, buen vino muy aromático, lastima del precio (28€ y en tienda 8€)

Un único tipo de pan pero muy bueno, para mi mas que suficiente con este tipo de menú degustacion, y eso
que me gusta mucho el pan, otros restaurantes te ponen 3 o 4 tipos de pan y ninguno de ellos sobresale.

El Servicio correctisimo, profesional y sin agobiar para nada.
Paco Pérez saludó y se interesó por si todo había salido bien.

En definitiva, fue un placer disfrutar de esta magnifica experiencia.

Día ventoso en el Empordà, frío y con la mar alterada, ideal para verlo comiendo desde un gran ventanal en primera línea de mar. Nuestra primera visita al restaurante biestrellado que en Llançà pilota el Chef Paco Pérez. Llegamos y nos acomodan en una de las mesas con vistas al mar y al paseo marítimo de Llançà, esto promete.
Comedor cálido, con gran separación entre mesas y todo lo referente a su servicio de primera categoría, manteles, servilletas, vajilla, copas, etc...

Tras una breve charla con el jefe de sala sobre posibles intolerancias o alergias nos decidimos por el menú degustación que en 2014 lleva por nombre "Entorno y (Con) secuencias" y que se divide en 3 secciones, cada una de ellas iniciada con un plato presentación con diversos bocados. Un menú que (con el permiso del Celler de Can Roca) no dudo de calificar de Festival. Su precio por persona, 140€ + IVA, bebida a parte.

Como aperitivo, una copa de cava y un martini, y enseguida llegan los 3 aperitivos.

- Saquito de Maíz y Chilitos
- Cronut
- Cochinillo y pipas

Los 3 divertidos y muy sabrosos, si bien el segundo era algo dificil de comer con los dedos dada su textura. El cochinillo, en formato de una delgada pastilla crujiente, sobresaliente.

Primera sección: La Huerta

- Higo, Fresa, Patata asada, Boniato, Piquillo, Jengibre jengibre jengibre. A destacar el piquillo y la patata por su sabor y textura, así como el montadito de jengibre en 3 presentaciones.

- Huitlacoche. Sabor potente y desconocido de este hongo.
- Zanahoria. En diversas texturas, curioso y rico.
- Regina. Pizza, buen sabor si bien el plato estava frío en exceso
-Judias de coliflor. Falsos judiones hechos de coliflor con una salsa de soja de aires orientales. Rica y reconfortante.

Segunda sección: El Mar

- Almeja y pimientas, Quisquilla, Navaja, Bogavante roll, "Tiradito", Chili crab, Cañailla, Hígado de rape. Todos los bocados con un potentísimo sabor a mar, producto de primera en una presentación espectacular.

- Langostino Bangkok. Con coco, cilantro y un helado de curry verde, sensacional
- Royale de Galera, muy sabroso, pero con una textura gelatinosa que no acabó de convencerme
- Pura Gamba. Similar a la del Celler (pero sin tantos complementos), con unas finas láminas de jugo concentrado, rica rica, muy buena.
- Kokotxa. Dioses! Uno de los bocados más logrados del menú, sencillamente excelsas.

Tercera sección: El Bosque

- Nuez cacao, Taco de Bosque, Nem, Niguiri de panceta, Mollete ibérico, Pollo con setas. De nuevo, técnica y productos de primera unidos a una espectacular puesta en escena. Sabor a raudales, quizás no tan poderosos como el de la presentación de el Mar, pero igualmente sorprendentes. Muy destacables el pollo, el mollete y el niguiri.

- Acelga con patata. Sabor reconocible, quizás no muy potente, con las nervaduras de la acelga en texturas y la patata en gnochis cremosos, que se repetían en el plato de zanahoria de la primera sección
- Remolacha. En textura similar a una mermelada y con una esponja del mismo producto con la que había que rebañar el plato. Sin ser un apasionado de dicha hortaliza, el sabor era curioso y el plato en sí divertido.
- Trompeta de la muerte con angulas. De nuevo, un plato con el que se te erizaban los pelos, sabor increible, de lo mejor del menú.
-Rissotto Instant. Un plato con una presentación de Ceps semi-Líquidos en una especie de esferificación. Tras servir ya en la mesa el rissotto por encima, se trataba de mezclaro al momento. Increible sabor y punto del arroz, para comerse varios platos.
-Pichón. Falsa pechuga de pichón, que daba el pego perfectamente a primera vista. Pero se trataba de una presentaciòn de fruta asada, con una piel a base de salsa de pichón, un trampantojo muy logrado en lo visual pero que esperando el potente sabor de la carne se quedó algo apagado.

El apartado de dulces constó de 3 pases.

- Hot dolç. En formato hot dog típico USA, pero dulce. Otro divertido engaño visual
- Crépe Suzette
- Pastel al whisky. Ideales para terminar el ágape.

Para tomar con el café, bombones de almendra, nuez y avellanas, muy buenos.

El servicio de sala en todo momento amable, cercano y atentísimo a todo lo que ocurría, con rellenado de copas, perfecto timing y coordinación durante todo el servicio. Igualmente el sumiller, con quien pudimos charlar brevemente acerca de los vinos de la zona y que nos recomendó para las dos primeras secciones del menú un Vino Blanco Finca La Garriga, de Empordà, un vino del que se producen tan solo 4000 botellas al año. Vino estructurado, complejo, con buena nariz y algo de barrica, excelente (35€). La última fase del menú la acompañamos con unas copas de tinto, en primer lugar un Carmelo Rodero Crianza de Ribera del Duero, muy bueno, para proseguir con un Camí de cormes 2010, vino de autor del Empordà, mejor todavía que el anterior. Para rematar, unos gintonics en los sofás anexos al comedor y un breve intercambio de saludos con el Chef. Como uno de los pocos "peros" que tengo que comentar, el servicio de pan, que consta de un único tipo, muy bueno, eso sí.

El precio total pagado para dos personas fue de 440€.
Un grandísimo restaurante, para mi a medio camino entre un dos y un tres estrellas y al que quizás le falta algun mímo detalle (como el servicio de pan), al que no dudo que algún día le caerá el tercer galardón y al que deseo poder volver en cuanto pueda.

Este pasado fin de semana atravesamos nuevamente los Pirineos para disfrutar del Alt Empordà, zona que nos encanta desde casi todos los puntos de vista ( digo casi porque seria sublime, si a veces la tramontana no soplase tan fuerte...). Como aquí hablamos sobre todo de gastronomía, voy a describiros nuestra cena en el Restaurante Miramar de Paco Pérez.

Es la tercera vez que lo visitamos, aunque es la primera vez que lo describo.
El entorno del restaurante ya está descrito en diferentes comentarios por lo que no voy a extenderme, únicamente recordar que está situado en primera linea de mar, con grandes ventanales que permiten disfrutar de la bonita vista de la bahía de Llança y de su magnifica puesta de sol . Decoración minimalista, con las mesas bien vestidas, bien separadas las unas de la otras, buenas copas. Servicio excelente, muy profesional, amabilidad a raudales, gran nivel en todos los sentidos. Te hacen sentir a gusto, como en tu propia casa. Paco Pérez al frente de los fogones y su esposa Montse, al frente de la sala son dos perfectos anfitriones.

Esta vez optamos por cenar a la carta, pues ya conocíamos el menú degustacion y teníamos verdaderas deseos de probar los reputados arroces de Paco Pérez.
Comenzamos con 4 sofisticados aperitivos, que no puedo describir exactamente, pero que si puedo decir que estaban deliciosos...

Para empezar, compartimos un plato de temporada, " murgoles"(colmenillas) con una salsa a base de nata y emulsión de foie-gras frio en polvo, excelente presentación y preparación. Para los amantes, como nosotros, de esta maravillosa seta, una verdadera delicia.
Seguimos, mi mujer, con un arroz cremoso a base de "murgoles", "champignons de París", trufa, hojas, sepia, y pequeños langostinos (crudos), y yo con un arroz con bogavante . Ambos en su perfecto punto de cocción.
El primero muy suave, una verdadera sinfonía de gustos y sabores exquisitos.
El segundo mas "typé"con un sabor más marino, impregnado de bogavante, también rozando la perfección.
Nuestras expectativas fueron plenamente satisfechas.

Los postres fueron un excelente colofón, el de mi esposa a base de mango y cítricos, fabuloso ; y el mio compuesto por una declinación de chocolates, de rechupete.

Regamos la comida con el vino que nos aconsejó el sumiller. Le pedí un vino blanco seco del Empordà y me aconsejó muy acertadamente un "Vinya dels Aspres" de Cantallops. Tomamos también una botella de agua y 2 cafés con mignardises. Ah, me olvidaba decir que el pan con el que acompañamos toda la comida fue excelente.

Precio por persona, 93,20 €, RCP muy buena. Restaurante mas que recomendable.. Volveremos en cuanto podamos. Si Paco Pérez sigue por este camino pienso que pronto tendrá su 3ra estrella Michelín.

voy a resumir mi experiencia que es la de los 4 comensales que fuimos.
no voy a comentar el menu porque es parecido al anterior y porque no me gusta mucho escribir.
restaurante agradable,amplio entre mesas,vistas al mar,equipamiento de mesas a la altura,cambio de copas ,servilletas ,todo mucho nivel acorde con el precio.
el servicio de mesa todos a gran altura en profesionalidad,amabilidad.
en cuanto al vino un pequeño lapsus,el que pedi se habia agotado,me suele pasar muy a menudo,el que me recomendo me encanto aparte que no lo conocia.
la presentacion en vista perfecto
ahora viene en donde discrepo de las demas opiniones,de los 30 pases,10
estaban exelentes,10 buenos y 10 para mi tenian bastante que mejorar algunos en gusto otros en textura..

Visito Miramar ya antes que le atorgaran una estrella michelin... ya entonces me preguntaba porque no la tenía; cuando obtuvo la primera me pregunté porque no tenia dos estrellas; y ahora que tiene dos me pregunto porque no tiene tres... el local? lo han renovado íntegramente; la situación? puede ya que parece que seas un escaparate de tienda pero deberían valorar el esfuerzo enorme de hacer lo que hacen en un Llançà donde en verano esta repleto de turistas y en invierno solo queda nuestra tramuntana.

Como es habitual en mis visitas en Miramar pedí el menú degustación esta vez a 115 euros + 10% de iva. La verdad? Valió la pena pagar casi 150 euros por cabeza, un disfrute mejor que en otros restaurantes bi i tri estrellatos.

Su esfuerzo se transmite tanto en el servicio (excelente), en la mesa parada (sobria), en la vajilla (hecha a medida), en la carta de vinos (mejor seleccionada) y en la propuesta gastronomica (más madura que nunca).

Paco ha sabido coger la riendas de la herencia "elbulli" y ha hecho suyas muchas de la tecnicas del templo de Montjoi. Mucha tecnica pero al servicio del paladar.

El menú durante estos años ha pasados de ser corto y ancho a ser largo y estrecho... una sola crítica... parece un desfile de moda... yo considero que debe haber como mucho 8 platos ya que más cansan y no puedes disfrutar de los platos que más gustan.

Paco debe pensar como Groucho Marx: "estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros"

Empezamos el menú - desfile col·lección 2012 otoño - invierno:

(lo voy a escribir en català porque pienso que las traducciones suelen conllevar malas interpretaciones)

· Quicos i coriandre (crujiente de maíz tostado y polvo de coriandro)
· Carbassa (merenge de calabaza relleno de calabaza y pipas)
· Sopa de farigola (sopita fría de tomillo con clara de huevo cuajadas y huevo de codorniz)
· Ensaladilla russa (una ensaladilla mini en texturas)
· Mochi d'arròs a la cubana (una especie de merenge - gelatina relleno de salsa de tomate y arroz) una pasada.
· Patata soufflé i salmorejo (patata soufflé rellenas de salmorejo)
· Navalla i cigrons (encima de una cascara de navaja de cristal... navajas, salsa de limón?¿ y garbanzos... me encantó!)
· Musclo tigre (mejillón tigre... poco picante)
· Mero i pell fregida (tártar de mero con su piel frita)
· Fish & Chips (lo probé el año pasado - lo encontré un poco anódino).
· Calamar a la andalusa (negro i blanco)
· Brunyol (un bunyelo líquido acompañado de piel de pollo)
· Raïm (no me gustó nada... congelado y esferificado... me recordó a unas uvas con sake del Bulli 2010)
· Castanya (me contaron para hacer estas castañas miméticas utilizan castañas de Llançà, que las van a buscar cerca de la estación del Tren)
· Pesto (nube de azúcar con parmesano y albahaca)
· Dunkin'(R) foie gras (rosquillas de foiegras de diferents colores y chocolate... muy bueno... mejor de prepostre... una presentación de 10! lástima que solo pueda colgar tres fotos... si alguién quiere más fotos no duden en pedirlas.
· Caqui (caqui congelado relleno de caqui, salmón y una nube de leche de vainilla).
· Nigiri (crema de arroz y vinagre, encima un laminado de atún, wasabi y nori deshidratado) - 10!!!! quería más!!!
· Gamba marina (gamba - gamba - gamba)
· Sopa de mol·luscos (con ostras! me encantan! una sopa de mol·luscos con ostras esfericas... un festival)
· Sepiots a la brutesca (lástima que solo hubiesen dos sepiots...)
· Piquillo (ventresca de caballa cubierta de piquillo)
· Primers mastissos de tardor (plato prescindible - cupula de setas - me recordó unos postres del celler de can roca de Limón del año 2010)
· Ou de Reig (oronja en textura - papillote - sopa)
· Arròs de llagosta (arroz, un poco pasado con un laminado de langosta y su esencia)
· Roger i "potage" (trozito de salmonete con caldo de alubias transparente)
· Guatlla a l'ast (filete de cordoniz... no me gustó demasiado amargo)
· Cheese Cake de Payoyo (una tartita de queso Payoyo de cabra hecha con nitrogeno... una pasada de texturas)
· Flors (postre ligerito y floral)
· Cornetto gelat (cornete de cacao y frambuesa)
· Caixa de cítrics (una filigrana de petits fours con gustos de cítricos y sus formas...)

Los vinos que tomamos fueron Emilio Rojo (una pasada) y Clos d'Agón blanco (un poco amaderado pero excelente). Excelente servicio por el sommelier Toni Gata.

Resumen: mi MEJOR visita en Miramar. Felicidades Paco, Montse y Toni! Muchas grácias!

Para ir si se visita la Costa Brava - dentro de mi top 3

  • caqui con salmón y vainilla

    caqui con salmón y vainilla

  • ous de reig - oronja

    ous de reig - oronja

  • nube de pesto (parmesano, nube de azúcar y polvo helado de albahaca

    nube de pesto (parmesano, nube de azúcar y polvo helado de albahaca

Visita ahir per a dinar. Ninguno de los comentarios positivos es exagerado. Como diría Brad Pitt en su reciente anuncio de Chanel (nº5), ja!: INELUDIBLE. El festival de pequeños platos es para disfrutar y recordar (mejor en pareja). Imaginación, técnica, producto, profesionalidad,... Preferible no comentar los platos y que el futuro comensal los deleite sin previo aviso. Pero id, id gastromalditos! Por suerte (ja!, de nuevo) a estos caballeros del libro, perdón, guía roja les costará darle la tercera estrella. Así que aún se puede encontrar mesa fácilmente y se puede ir a uno de los templos gastronòmicos de nuestros lares sin tener que hacer genuflexiones. Tan cerca, tan lejos...de la frontera francesa.

Paco Perez es uno de los mejores cocineros de la actualidad. Así lo demuestran su cocina en general y su dominio de la técnica en particular, además de estar avalado por sus dos estrellas michelín conseguidas en poco tiempo (2006 y 2010).
Gran admirador de Ferran Adriá (no en vano, ha realizado algunos "stages" en El Bulli), su cocina se ve influenciado tanto en concepto como en técnica del que fue mejor restaurante del mundo. Su estratosférico menú degustación así lo demuestra, 32 platos con atención especial a las verduras y los productos del mar y con poco protagonismo de las carnes. Platos sorprendentes y muchas veces divertidos que raramente pasan del templado y en que muchos de ellos "no se vé" el producto, alternando también con platos más sencillos, siempre con una materia prima inmejorable y unas presentaciones limpias.
Antes de entrar ya se vislumbra que algo grande va a ocurrir. Desde fuera destaca muy por encima del resto de los locales y una vez dentro se observa una decoración sencilla y con clase, con unos grandes ventanales que dan sensación de amplitud y que permiten una vista directa sobre la bahía de Llança. El aspecto negativo es la inevitable mirada de los curiosos que pasean por fuera.

Pedimos el largísimo menú degustación (120e + IVA). Paso a describir brevemente cada plato:
-Limón, miso y huevas de salmon: Refrescante y servido en un recipiente muy original que realzaba el bocado.
-Quicos y cilantro: Crujiente caramelo con quicos y cilantro, muy buena combinación.
-Calabaza: Especie de patelito con varias texturas de calabaza. Exquisito.
-Ensalada Waldorf: versión de esta popular ensalada con un toque de limón bastante acentuado
-Mochi de arroz a la cubana: Original forma de presentar un plato tan de siempre. Totalmente logrado el sabor.
-Patata Soufflé y salmorejo: la patata estaba rellena de salmorejo, sobre una base de tierra dulce
-Pisco: versión de este coctel peruano servido en una copa
-Navaja y garbanzos: los ingredientes en trozos muy pequeños y se comían con pinzas
-Mejillon tigre: deconstrucción del mejillon tigre sin rebozar y en crudo
-Mero y piel frita: Delicioso bocadito de mero marinado sobre galleta de su propia piel frita.
-Fish & Chips: en un cucurucho de patata
-Calamar andaluza: Versión muy personal del calamar a la andaluza. Sobre una finísma hoja de tinta del calamar
-Buñuelo: de Gallina en pepitoria acompañado de su crujiente piel frita.
-Fresa gazpacho: falsa fresa que esconde un gazpacho de esta fruta.
-Almendra tierna: una almendra supertierna encima de una hoja de almendro comestible. Un bocado perfcto
-Pesto: algodón de la feria con sabor a pesto
-Dunkin' ® foie gras: dos dunkins con cobertura de chocolate y rellenos de foie
-Ajoblanco. Versión en plato del ajoblando malagueño, acompañado de copos de melón colgelados y un falso ajo
-Nigiri: Interpretación de este plato japones preparado con almidón de arroz como base
-Gamba marina: la gamba casi cruda y acompañado de una espuma de agua marina
-Sepia a la brutesca. Un par de chipirones y su tinta. Sin misterio
-Piquillo: relleno de bacalao. También sin ningún misterio
-Primer verde: plato de conjunta diversos vegetales en diferentes texturas. Acompañado de un jugo de acelgas
-Arroz de langosta: tanto el arroz como los acompañamientos marinos hechos a la brasa. Impresionante sabor. Me llamó la atención el punto del arroz, muy hecho, que puede desconcertar a más de uno.
-Anguila malettote: 3 trocitos de alguila acompañada con la salsa malettote muy reducida
-Salmonete y potaje: Sencillo guiso con el salmonete como protagonista
-Codorniz al ast: 3 pequeños trozos de codorniz con un jugo de codorniz
-Cheese Cake de Payoyo: el payoyo es un queso andaluz de sabor intenso. Acompañaban a este postre, diversos contrastes dulces
-Flores: representación del sabor de 6 flores en diferentes texturas
-Cornetto helado: dos mini cucuruchos de chocolate rellenos de helado de vainilla y de pistacho
-Caja de cítricos. Consistía en varios falsos cítricos con una base de chocolate.

Servicio impecable, funcionando como un reloj suizo. Perfecto el ritmo del menú. Los platos entran y salen de la mesa a la vez, cambio de servilletas, los camareros siempre atentos pero sin agobiar y con todos ellos documentados perfectamente de todo lo que llegaba a la mesa (en muchos restaurantes no cuidan este aspecto y la mayoría te acaban diciendo "ahora se lo pregunto al chef"). Quizás eché de menos una explicación más detallada de los platos. A no ser que preguntases, no te contaban prácticamente nada.
Carta de vinos enciclopédica y muy bien presentada, con precios para todos los bolsillos. Pedimos un Afortunado 2011, perfectamente servido en unas excelente copas Riedel.
Precios de los extras muy correctos. Nada que ver con otros restaurantes de igual o inferior categoría donde se "columpian" en este aspecto. Por ejemplo, botella de agua con gas: 3,5; café 2,2€ o infusion 3 €.
En definitiva, un restaurante de visita obligada para todo amante de la gastronomía.

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