Con esta frase de Fellini definiría la cocina y el Celler, en toda su complejidad.
No voy a hablar del menú festival, del que ya hay referencias, ni de las laboriosas cartas de vino, ni del servicio, impecable. Si que me gustaría hablar de lo que yo he considerado más importante en el Celler: LA PUESTA EN ESCENA.
En el Celler te sientes protagonista de una escena teatral, no solo es divertido, es emocionante. Los hermanos Roca se muestran aquí como visionarios, puesto que de lo irreal, de la puesta en escena, crean una especie tablado donde el comensal es protagonista y actor secundario a la vez, pero siempre con esa sensación de formar parte de un entramado mágico lleno de luz propia.
El Celler, como un bosque a la salida del sol, en el cual la bruma nocturna y la niebla se entremezclan con las primeras luces del alba, es un lugar encantado. Con sus elfos, ninfas, duendes y magos...y tb ese lugar sagrado, el celler del Celler, representa lo oculto que se muestra.
De un realismo mágico que desborda, estos visionarios nos sacan de la chistera un menú festival que te sorprende, pero sobretodo, una puesta en escena que te deja mirando hacia los rayos de sol que despuntan al alba...esperando no despertar en la bruma del sueño.

Otra cosa que valoro en el Celler más que la comida, es ese espacio arquitectónico maravilloso y completamente integrado con la naturaleza. En los baños una de las paredes da a un pasillo plantado con bambús,una especie de bosquecillo de bambús que guarda la intimidad del ocupante del baño, creo no equivocarme de planta, aunque a esas horas iba yo poco centrada. En el comedor , ese mini bosquecillo central integrado de pollancres - creo que son pollancres, que además se presenta de manera triangular,isósceles creo recordar, dando aún más sensación de misticismo. El triángulo es el sinónimo del poder creador. Y ese espacio encantador, del jardincillo de la entrada, con ese viejo pozo cubierto de vegetación, y esas maravillosas rejas de época en las ventanas de la cocina, además respetando la pintura original, pues ese tipo de rejas siempre se pintaban en claro, nunca en negro u óxido.
Y las ligeras enredaderas trepando por la fachada...
Por cierto, en ese jardín yo plantaría madreselvas antiguas, de esas que huelen a muchacha con trenzas.

Poco puedo decir a todo lo que han aportado anteriormennte el resto de foreros pero ahí va mi granito de arena:

Regalo de mi mujer por mi cumpleaños de una cena en el Celler que hacía mucho tiempo estaba deseando. Sí que es mucho dinero, pero había que probarlo, al menos una vez en la vida pero al final, nos ha gustado tanto que al irnos hemos hecho una reserva, pero esta vez para comer un sábado, así que nos han dado fecha para el 22 de septiembre!!

En fin, ahora a lo importante. Hay 2 menús y nos decidimos por el festival que cuesta 155€ y, adicionalmente el maridaje escogido por Josep Roca que son 75€ más, cafés y aguas a parte. El menú barato eran 125€ y 45€ del maridaje con vinos.

Los aperitivos fueron:

- Olivas caramelizadas (servidas en un bonsai).
- Bombon de boletus.
- Calamar a la romana. Que lo único que tiene en común con los calamares a la romana tradicionales era el sabor. Fue algo increible.
- Bombón de campari.
- Tortilla de calabacín (cualquier parecido con la realidad es pura casualidad).
- Briox trufado.
Todo lo anterior con una copa de cava Albet i Noya El Celler.

El menú en si constaba de:

- Ensalada verde. Aguacate, lima, melón, pepino, chartreuse, shiso verde, estragón, ruca, oxalis, eucalippto, sorbete de oliva y aceite de oliva. Maridado con Niepoort Navazos 2010.

- Higos ccon Majorero. Maridado con Alphonse Mellot Génération 2006 (AOC Sancerre)

- Timbal de manzana y foie gras con aceite de vainilla. Maridado con Botani 2010 (Málaga).

- Tota la gamba. Gamba a la brasa, arena de gamba, rocas de tinta, patas fritas, zumo de la cabeza y esencia de gamba. Maridado con Viladellops 2010 (Penedès).

- Lengauado a la brasa a la meunière. Con manteca tostada, limón, alcaparras. Piel del lenguado frita con flores y cítricos. Maridado con Baillot Millot Les Narvaux 2009 (AOC Mersault).

- Bacalao en brandada. Estofado de tripa, espuma de bacalao, sopa al aceite de oliva. Maridado con Nelín 2009 (Priorat).

- Blanqueta de lechón ibérico al riesling. Tarrina de mango y trufa de verano, remolacha, ajo, concentrado de naranja i pistilo de azafrán. Maridado con Dr. Burklin Wolf Kirchenstück 2005 (Pfalz).

- Parmentier de bogavante con trompetas de la muerte.

- Adaptación de steak tartar con helado de mostaza. Tomate especiado, compota de alcaparras y limón, praliné de avellanas, salsa bearnesa, pasa de oloroso, pimienta sechuan, pimentón de la Vera y curry, boletus de helado de mostaza, hojas de mostaza. Maridado con Oloroso del Puerto Lustau Almacenista (Jerez).

- Cordero con pimiento y tomate a la brasa. Maridado con Valdeolmos 2009 (Ribera de Duero).

- Higado de paloma con cebolla, nuez caramelizada al curry, jengibre, piel de naranja y hierbas. Maridado con Vall Llach 2005 (Priorat).

En cuanto a los postres:

- Cromatissmo naranja. Naranja, mandarina, yema de huevo, fruta de la pasión y zanahoria. Maridado con Dr. Bürklin Wolf R 89 Auslese (Pfalz).

- Postres lácticos. Dulce de leche, helado de leche de oveja, espuma de requesón de oveja, yogur de oveja y nube láctica. Maridado con Ariyanas 2007 Moscatel (Málaga).

- Sotobosque. Remolacha, chocolate, mandarina, cacao y shiso. Maridado con Niepoort colheita 1984 (Porto).

Mucha comida, muchos vinos, sensaciones comiendo que nunca había tenido, y tristeza al final por haberse acabado un experiencia única e irrepetible. Tenía una expectativas muy altas y se han sobrepasado.

Como colofón, el propio Josep Roca nos enseñó esa inmensa bodega con sus 5 zonas preferidas (Alemania, champagne, borgoña, priorat y Jerez) y donde explicaba el porqué de cada una de ellas.

En 10 meses vuelvo a repetir...

Más o menos hablaré de los platos. Prefiero que hablen las fotos y acompañarlas con mis impresiones y sensaciones. Aquellas de las grandes ocasiones. De las muy grandes ocasiones:
http://ollesiolletes.blogspot.com/

El pasado sábado teníamos una cita en Taialà, barrio de Girona dónde, desde hace muchos años, oficían con maestría los hermanos Joan, Jordi y Josep Roca en su templo, el Celler de Can Roca.

Decididos a degustar el menú Festival, optamos también por dejarnos llevar por el buen hacer de Josep Roca y entregarnos al maridaje que él había ideado para dicho menú.

El resultado fue, simplemente, espectacular, y quiero transmitiros las notas que, al llegar a casa, escribí para plasmar lo que mi cuerpo y mi mente aún sentían recordando el maridaje. Aquí van:

Un maridaje que es, en sí mismo, un menú degustación a añadir al menú Festival y que, como tal, ofrece una serie de sensaciones tan inmensas que pide, si hace falta, tanta o más concentración, tanta o más dedicación, que el propio menú, de forma que, maridaje y Festival llevan al comensal a un universo de sensaciones que se abrazan al paladar, que le piden tener los cinco sentidos trabajando en plena dedicación.

El maridaje, además de un paseo por algunas regiones vinícolas peninsulares y europeas más tradicionales, como por ejemplo Mosela, Loire, Borgoña, Rioja, Ribera del Duero, Penedés o Priorato, nos traslada a la fragancia, la salubridad y la persistencia en paladar y boca que nos ofrecen los vinos del sur español, Jerez o Málaga, incluso con variedades de allá mezcladas con las tradicionales del Cava, para finalizar con el remate de un Oporto sensacional.

Los aperitivos son regados con un champagne de pequeña producción en Mesnil, un blanc de blancs de chardonnay de Pierre Péters, suficientemente seco aún no siendo un non-dosé y que nos ayuda a descubrir el Todo el Mundo, los más tradicionales calamares a la romana, tortilla de calabacín u olivas rellenas de anchoa, y los sorprendentes buñuelos de trufa blanca, bola de campari o bombones de setas.

Empieza el menú principal con un Niepoort Navazos 10, DO Jerez, palomino fino que marida a la perfección con la Ensalada verde donde el pepino es el protagonista, seguido de un Alphonse Mellot Génération 06, AOC Sancerre, un sauvignon blanc del Loire que acompaña la dulzura del Higo con Majorero.

Sigue una de las sorpresas del maridaje, un Colet Navazos Extra Brut 2006, un cava que no puede ser etiquetado como cava porque, a las variedades autorizadas por la DO añade la variedad palomino, mezcla de sensaciones que al paladar enaltecen todavía más, si cabe, la Ostra al Palo Cortado con la que se sirve.

De aquí vamos hacia el Penedès, donde un monovarietal de xarel·lo, el Viladellops 2010, hace una extraordinaria alianza con la espectacular Toda la gamba, ofreciendo un paso en boca de sorpresiva madurez atendida la juventud del vino, con acidez equilibrada y un final que aporta una sorprendente dulzura.

En este punto, llega nuevamente la chardonnay, de la mano de un Baillot Millot Les Narvaux 05, AOC Mersault, expresión elegante de la Borgoña blanca, y que ofrece su mano generosamente al Lenguado a la brasa a la manera meunière.

Desde Francia volvemos a casa, al Priorato, donde René Barbier nos trae su Nelin 09, sentido homenaje a su hija prematuramente perdida, complejo coupage de ocho variedades blancas, con la mezcla de calor mediterráneo pero con notas más frías, más próximas al norte, y que maridan con el Bacalao en brandada.

La Blanqueta de lechón ibérico al riesling llega, como no podía ser de otra manera, con un blanco alemán, un riesling trocken de Dr.Bürklin-Wolf Kirchenstück 05, VDP Pfalz, un vino de finca, al estilo de un gran crú, que llena la nariz de hidrocarburos amables y afinados.

El siguiente elixir en aparecer es un clásico, que, no por ello, deja de sorprender: el Viña Tondonia blanco del 97, DOC Rioja, con malvasia y viura, maduro, sereno, complejo, que mantiene su carácter ante el Salmonete cocido a baja temperatura y su intenso caldo de pescado que lo acompaña.

Uno de los platos más especiados del menú, la Adaptación de steak tartar con helado de mostaza, requiere un final de boca dulce, que nos lo ofrece un Oloroso del Puerto Lustau Almacenista, DO Jerez.

Nos dirigimos, a continuación, hacia el norte de la piel de toro, para hacer un descanso en la Ribera del Duero, donde un Valdeolmos 09, tinta fina 100%, nos enseña como eran los vinos en aquella zona antes de su explosión hacia la fama internacional, un ribera de escasísima producción, poco más de 1000 botellas, de las que Josep Roca recibe una buena parte, con una crianza de 8 meses en botas nuevas y notable frescura, con notas balsámicas, verdes, francas, con notas olfativas de pimiento y que nada tiene que ver con los riberas densos e intensos. Un gran descubrimiento que ofrece una alianza perfecta con el Cordero con pimiento y tomate a la brasa que viene acompañado del humo de brasa dentro de una campana de vidrio.

Antes de los postres aparece un Priorato que es a la vez muestra de tradición y modernidad, un predominio de la cariñena más mineral, el Vall Llach 05, un vino expresivo, complejo y a la vez elegante que sostiene a la perfección los intensos y complejos sabores que ofrece el Hígado de paloma torcaz con cebolla.

Llegamos a los postres, y con él un viaje que nos lleva hacia Málaga, de dónde probamos un moscatel de Molino Real que acompaña los cítricos del Cromatismo naranja, para seguir con un B-Jordan Rieslaner Auslese VDP Pfalz, un injerto de riesling y silvaner que genera la rieslaner y que, en esta versión más dulce aporta mineralidad a la vez que densidad en boca, y que flota sin escorar por el encima del Postre lácteo.

El punto final lo ofrece una joya de casi treinta años de edad, un Niepoort Colheita 84 DOC Porto, que todavía aporta notas de acidez, de juventud, de decir que todavía quiere más botella, más años de reducción, a pesar de la lágrima, la dulzura, la complejidad que ofrece; un auténtico placer que persiste en boca y que culmina, de la mejor manera posible, el paseo que ha sido el menú Festival y su maridaje, y que es el bálsamo que acompaña el descanso de la lucha para todos los sentidos que se ha librado en la mesa, en las copas, en todo el ambiente.

Simplemente sensacional.

Un solo pero, relativo al servicio del vino: el equipo de somelieres no está todo a la misma altura, y si bien Josep Roca es, indudablemente, una de las personas que más sabe y conoce de vinos alrededor del mundo, alguno de los colaboradores de su equipo no acaba de estar a la altura que cabría esperar. Quizá somos demasiado exigentes, o quizá alguien tenía un mal dia.

Primero agradecer, a la persona que me reservo la mesa sin el no habria sido posible, mi visita a Can Roca. No voy a entrar en describir los platos ni el servicio ni nada ya que todo me parecio de diez sobre diez. El trato la sonrrisa, el conocimiento... Eso fue lo que mas me impacto.. El conocimiento que tienen de lo que hablan, sobervio.. Señores merece la pena la visita solo con ver la elegancia de la sala, la composicion del menu, el maridaje(en mi vida) habia visto tanto puesto a disposicion dela gastronomia.. Que decir de la bodega. de los caldo y el paso del tiempo por ella.

Niños jugando con la cocina imaginando texturas, y soñando sabores eso es lo uqe yo percibi. Pasion por el vino, la tierra, y sus gentes.

No se si sera el mejor restaurante del mundo pero lo sera..Si tienen ocasion no lo duden pasen y vean. La gastronomia para su sentidos.

De entrada decir que ir a este lugar es un privilegio y que evidentemente nos encantó. Y en cuanto al entorno, trato y servicio, la calificación que corresponde es muy alta. De verdad que muy alta ...

Los platos excelentes, pero aún nos sorprendieron más los vinos (elegimos el maridaje). Y nos sorprendieron porque combinaban vinos relativamente caros con otros bien asequibles y muy bien elegidos. Y con un porcentaje de vinos de proximidad de agradecer. En mi blog de vinos hay las fotos y nombre de los vinos. El maridaje cuesta 75€, pero si tenemos en cuenta que hay 15 vinos, el precio en absoluto es alto. A cinco euros la copa, con los vinos que ponen y el servicio de copas, puede considerarse incluso barato.

Los que me conoceis, seguro que esperais alguna de mis "animaladas". .. :). No criticaré el exceso de servicio pues supongo que es lo que toca en un "3 estrellas", pero ya imagináis que no me provoca especial entusiasmo que me ayuden a sentarme poniéndome la silla, ni que me acompañen en aseo (afortunadamente sólo hasta la puerta)... :).

En su defensa he de decir que lo hacen de manera próxima i amigable... Pero detesto el que "me sienten". Soy el polo opuesto de aquellos que se quejan de un lugar porqué "no sientan a su señora", frase que siempre me ha provocado carcajadas imaginando la escena.

Quizás me molesta más, ver público del que va a lucir (y en algún caso puedo afirmar sin lugar a dudas, que más que a disfrutar). Algún acabado de peluquería de aquellos que llevan horas y más de alguna cabalgando sobre Jimmy Choo, con estilo de aprendiz en zancudo. Pero también habia público discreto y de hecho más que del otro..

Pero salvo estos comentarios que ya sabéis no me puedo callar todo fue de perfecto y por tanto nada que decir. Evito así repetirme de forma edulcorada, lo que ya puede leer en otros posts o blogs. Y así también puedo dar carnaza a todos los que piensan "no está hecha la miel para la boca del Asno"... :).

También y antes de que alguien salga con que "no me concentro en la comida y me pierdo con el público", decir que 3 o 4 horas dan para todo .. comer, beber, ver (o mirar) e incluso conversar ... :).

Ah ... me olvidaba ... no nos enseñaron la cocina tal como explican otros blogueros ... No se si debido a nuestra discreción habitual, o porque no llevabamos una cámara ostentosa (sólo el IPhone) o porque era sábado y ya estaba lleno cuando llegamos a las 14h .. :).

En mi blog podeis ver el listado del menú y un montón de fotos de la mayoría de platos.

Como opinión personal y dada mi forma de ser cerebral, decir que lo que se paga en estos lugares (que en ningún caso discuto que lo valga..!!) y la satisfacción real obtenida, a mi criterio no me compensa y me genera dudas, pero tengo claro que estoy equivocado cuando para hacer una reserva hay que esperar meses. Y reitero por si queda duda, que nos gustó MUCHO...

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

Con el cierre del restaurante elBulli, EL CELLER DE CAN ROCA se erige posiblemente en el mejor restaurante de España. ¿Y QUE SE COME ACTUALMENTE EN EL MEJOR RESTAURANTE DE ESPAÑA? Pues leed con detalle, porque merece la pena.

El máximo nivel de premios y distinciones que a día de hoy acumula así lo justifican: 2º Mejor Restaurante del Mundo por la revista S. Pellegrino, 3 Estrellas Michelín, 3 Soles en la Guía Repsol...

Se considera que en su bodega se encuentran los mejores cavas de España y quizá del mundo. Al final del post encontrareis fotos detalladas de ella. Os dejo el enlace en mi blog de lo que allí comimos y su bodega, espero que os guste.

http://la-cocina-creativa.blogspot.com/2011/08/el-celler-de-can-roca-el-mejor.html

Llevo varios dias pensando de que forma hacer el comentario de lo que vivimos el sabado pasado. Una de las cosas que no voy a poder evitar es la comparacion con El Bulli porque alli estuvimos hace un año y eso marcó un "antes" y un "despues".
Llegamos a las 14:00 y casi sin darnos tiempo a entrarm salió Joan Roca a enseñarnos la cocina. Es un hombre serio y nos explicó didacticamente lo que alli habia. Me pareció un poco caotica y quiza demasiado comprimida en poco espacio.
A continuacion el que seria nuestro camarero toda la comida nos acompaño a la mesa. Muy bonito el salon simulando estar en un jardin cubierto. Nuestra mesa para 4, redonda, y bien situada. Nos ofrecen el cava cortesia de la casa y la verdad es que ni vimos la carta ya que ibamos decididos a comer el menu Festival.
Rapidamente nos trajeron los aperitivos en los que no voy a entrar ya que estan perfectamente descritos. Diré que me gustó mucho el brioz de trufa y me sorprendio el bombon de Campari.
Mientras tomamos los aperitivos tuve que elegir los vinos y eso me restó algo de atención a lo que ponian en la mesa...
En cuanto a los vinos preferimos elegir por nuestra cuenta y fueron:
- Cava Colet y Navazos
- As Sortes
- Corullón
- Altos del Moncayo

Nos comentaron que los platos del menu los acababan de cambiar ( algunos de ellos) y recuerdo por encima los nombre pero al menos intentaré enumerarlos y dar una opinion:
- Sopa de pepino con bombones de Cointreuau. A mi me lo cambiaron por Timbal de manzana y foigras porque odio el pepino. El timbal estaba muy bueno
- Gamba de Palamos con la cabeza en jugo. Buena
- Lenguado a la brasa con bergamota..etc Bien
- Cochinillo en daditos. muy bueno
- Sopa de cerezas. No me gustó . Demasiado atrevida para mi gusto . Sabores raros
- Salmonete cocinado en su jugo: no me gustó
-Sopa de ajo negro y ostras marinadas con palo cortado. Para mi el mejor plato
- Steak tartar. No nos gustó . Sobresalia un sabor extraño que no logramos identificar
- Cordero con esferas de escalibada. Muy bueno . Para mi el segundo mejor plato del menu

Luego llegaron los postres pero tambien llegó el amigo Jeronimo y a decir verdad no me enteré de que llevaban exactamente. Uno de ellos, como una nube blanca era espectacular.
Del comedor pasamos al jardin y Josep Roca nos enseñó la bodega. La frase que resume lo que alli ví es : Me sobrecogió.. Que amor al vino transmite cada rincon ... inigualable

Acabamos con unos GT de Schweppes de ginger y cardamomo con Tanqueray ten y nos dieron las 21,15 en el jardin.

Como resumen la experiencia nos gustó pero como he dicho al principio el Bulli estaba presente en nuestra mente todo el tiempo y no puedes evitar las comparativas. El Bulli fue mas cercano, mas platos, mas .. no sé como decirlo.. quiza tambien porque lo visité antes que el Celler.

Un detalle que comentaré y que nos disgustó un poco es el servicio del vino. Me explico: Tuvimos las copas vacias muchas veces hasta el punto de levantarnos al armario donde estaban y traernoslas a la mesa. Puntuaré algo mas bajo este aspecto por este tema, aunque no por la profusión de vinos en la carta y el orden que me pareció excelente. Por esta razon la puntuacion global cae a 8,1 pero no puedo poner un servicio "muy bueno" del vino cuando no lo fué..

En fin, es dificil resumir todo lo vivido pero espero que este mas o menos claro lo que sentimos. Si vuelvo, pediré a la carta.

Animados por las buenas valoraciones de los foreros, nos hemos decidido a probar el considerado como segundo mejor restaurante del mundo según la famosa lista de S. Pellegrino.

Como novedad deciros que han suprimido el menú intermedio, y han ampliado el menú clásico, una idea muy acertada para mi gusto que soy un enamorado de los platos clásicos del Celler. Tanto que no hace mucho proponía a unos amigos algo parecido para nuestra “II reunión anual en el Celler”, mi idea era pedirles que en el menú festival nos incluyeran algunos de los clásicos, por lo tanto mi enhorabuena por la idea.
Después de lo que acabo de decir, supongo que ya os imaginareis que nos decantamos por el ,

Nuevo menú degustación “Clásico” compuesto de:

Bonsái con olivas caramelizadas.
Bombón de setas.
Espina de anchoa de l’Escala con tempura de arroz de Pals.
Teja de pollo asado.
Calamares a la romana.
Bombón de Campari.
Tortilla de calabacín.
Briox trufado.

Timbal de manzana i foie gras con aceite de vainilla.
Parmentier de bogavante con trompetas de la muerte.
Lenguado a la brasa con aceite de oliva verde, hinojo, piñones, bergamota y naranja.
Cocido de bacalao, gnocchis de patata, terrina brandada y col y tripa de bacalao.
Blanqueta de lechón ibérico al riesling con terrina de mango i trufa de verano, remolacha, ajo, concentrado de naranja y pistilo de azafrán.

Cromatismo verde
Helado de eucaliptos, shiso verde, Chartreuse verde, lima y aguacate.
Vainilla, regaliz, caramelo y aceituna negra.
¿Tarta? de cumpleaños.

Cajita.

Todo ello mojado con un par de Colet-Navazos Reserva Extra Brut 2006 y unos GT’s de Brockmans, Bulldog y Martins Miller’s con los nuevos sabores de Schweppes.

Como decía Lone Star.....
“Quisiera ser un viejo trovador,
Saber soñar y hacer reír,
Más tan solo puedo decir,
Que buenísimo estaba todo” (Esto no lo decía la canción pero lo digo yo, y no rima pero es verdad)

Sólo puedo decir eso, después de las estupendas reflexiones y comentarios anteriores.
Salí encantado, fue una experiencia maravillosa.
Lo encontré todo a un gran nivel y recordaré durante mucho tiempo.
No puntúo con 10 porque soy de la opinión de que siempre se puede mejorar y ellos lo están haciendo continuamente. Pero me gustaría poder puntuar con 9'5 y con 9'75, pero este sistema cerrado no deja hacerlo.
Se percibe el interés en todo el personal por hacer las cosas impecables. Hay una cultura de mimo hacia el cliente y de perfección en todo lo que se mueve dentro de ese templo de la gastronomía.
Tomamos el menú festival creado por Joan y Jordi Roca y maridado por Josep Roca. Una sinfonía de sabores aromas y colores.
Inolvidable.

http://www.ojoalplato.com/archives/3842