Un oasis de paz, tranquilidad, buen gusto y "savoir faire". Lo conocí la semana anterior y no dudé en repetir. A pesar de estar lleno, senti la misma atención que el primer día.

El pan tostado y el pan con tomate, excelente. Nos trajeron un aceite del Ampurdan muy suave y otro de Baena, con mas carácter.

Comimos una ensalada de tomaqte de Montserrat con queso de cabra. En su punto con muy buen aceite y con el tomate sin haber pasado por el frigo, que hace que resalte su sabor.
Un refrito de arroz con sardinas, espectacular.
Unos garbanzos en su jugo con panceta iberica. Excelente.
Un "tall rodó" con salsa de ceps, cortado como un "roast beef". Bien a secas.

De postre, compartimos la ensaimada con crema quemada.

Para beber, un rosado fermentado en barrica, el Alma Tobia. Me sorprendió positivamente.
A 21,00 €.

Migdia de dimecres... Només dues taules: la nostra de 2 i altra de 4, que hauria d'haver estat de 5. Calma total.

Sentint-lo molt per la gent del Piratas, avui m'ho he passat teta. Hem dinat tranquil.lament i Lluis, l'amo, ha estat departint amb nosaltres una bona estona... 2 hores i mitja de relax amb bons aliments i bona companyonia.

Hem dinat una amanida de tomàquet de Montserrat amb ceba, 2 arrossos refregits amb sardines (quins records...!), 2 de cuixes de guatlla, 2 ensaïmades amb crema cremada, 2 aigües, 1 ampolla de Castillo de Peralada La Garriga blanc (molt bo), 2 copes de moscatell i 2 cafès (jo, cap).

Avui no em sortia el comentari en castellà :-)

P.D. Un luxe... tret que la copa d'aigua del meu acompanyant semblava bruta... Donat que ell no ha dit res, jo tampoc no he volgut ficar cullerada...

Ibamos ya dirigidos. Varios amigos nos habían hablado de él.

Ya aceptan tarjetas de crédito y tienen una carta escrita, aunque siguen comentando los platos uno a uno.

Un acierto tener una sumiller que te aconseje acerca del vino, incluido el precio. Tienen un buen surtido a unos precios aceptables.

Lo reducido del local permite que el servicio sea totalmente personalizado. Todos intentan que lo pases lo mejor posible y que disfrutes de la cena. Aunque a nosotros nos tocase una noche con un público un tanto ruidoso.

Todo lo que comimos estaba delicioso, aunque el foie me sentase mal debido a que una noche de julio no es el mejor momento para saborearlo. No se lo tengo en cuenta.

Muy recomendable visitarlo, aunque sólo sea por lo peculiar de un restaurante sin cocina.

Inútil presentarse sin reserva.

Piratas es un restaurante que, a pesar de la calidad del producto que sirve, la simpatía del servicio y lo entrañable del local, hace honor a su nombre. Me explico: la carta, en contra de la legalidad vigente, es amablemente "cantada" y en ningún momento, en tan hermosa tonadilla, se oye estrofa alguna sobre un tema crucial: el precio. En segundo lugar, y una vez entrada en la dinámica del "ir a ciegas", el precio que finalmente se paga no es ni mucho menos bajo -por persona, aproximadamente 70 €-. Tercero, la "cuenta" presentaba un altísimo nivel de detalle: "cena para dos personas, 140 €".
En fin, concluyendo: buena comida, buen vino, servicio simpático de estilo "casero", local agradable acorde al estilo del servicio, y la curiosa sensación de que, a pesar de todo, te han tomado el pelo. Culpa nuestra: la próxima vez -que espero nunca llegue-, pediremos sin falta el libro de reclamaciones o, en su defecto, ver si tienen en regla la patente de corso.

Es un sitio que merece la pena ver, visitar y probar.Es diferente y ofrecen producto diferente, sin complicarse demasiado la vida. La mayoría de lo que ofrecen son platos elaborados a base de enlatados, ahumados, curados....pero de una excelente calidad. Buena idea, las mermas han de ser nulas. Es un estilo Quimet i Quimet, pero sentado y relajado. Grandes dosis de atención y profesionalidad hacen el resto. La experiencia sale por unos 50 euros por cabeza: cerveza de trigo de aperitivo, dos platos, regado con un buen vino, postre y vino dulce de re-postre. Bien merece la pena. He estado dos veces y volveré seguro.

El fet d’anar a sopar en un bon restaurant és un dels plaers que més satisfaccio donen. Es evident que si la matèria primera està ben triada, els punts de coccio ben trobats, la presentacio cuidada i l’explicacio al dur a taula agradabilissima, aleshores el resultat final no pot ser un altre que èxit total. El treball que fan el Lluis i l’Isabel en el Piratas per mi està al llindar de la perfeccio absoluta del que jo espero d’un sopar especial. L’entorn, el tracte, el menjar, el vi. Penso que dificilment podria posar punts de millora (potser que es pugui pagar amb VISA). Vam demanar els clàssics del Foie i l’ensaimada; per cert, que bones les olives. El gust del vi que transmet l’Isabel i el carinyo amb què ens va rebre (ja des de la reserva per telefon) en Lluis no es sino el colofó d’una experiència imprescindible. Amics del Verema, Pirates penso que és temple de pelegrinatge gastronòmic obligat en la ciutat Comtal. Com algu deia, el preu? Es el de menys... Gràcies Lluis i Isabel, records des de Ginebra.

Tal y como había prometido, volví a Piratas. Ha pasado más de un año, pero la espera ha merecido la pena. Aunque en mi primera visita todo me pareció supremo, la verdad es que en este pequeño restaurante se superan a sí mismos. Luis, el cocinero, sigue inventando platos deliciosos con la única ayuda de una plancha y una salamandra. Por más que pienso (y disfruto) sobre ello, no me lo explico. ¿Cómo son posibles esas texturas, esos sabores, esas combinaciones, esas presentaciones... ese disfrute de la comida, sin cocina? Y con un solo cocinero! Isabel, la sumiller, sigue como la otra vez, regalando sonrisas (y aunque no venga al caso, todavía más guapa que el año pasado) y tan entregada a su trabajo que a veces parecía que ella disfrutara tanto trabajando como uno mismo comiendo. En una profesión así es difícil encontrar a gente que con un nivel tan alto de conocimientos sea tan humilde y se pare tanto a "enseñarnos", explicando o recomendando a los "novatos". A mí me aconsejó "Ops", un Penedés. Aunque no sea un gran entendido, me gustó mucho, sobre todo por el hecho de ser algo distinto, huyendo de los clásicos Riojas y Riberas. Me pareció un toque "moderno", si es que se puede utilizar ese adjetivo con el vino. En cuanto a la comida en sí, de primero unas anchoas con recuit y mermelada de tomate, algo a priori sencillo pero que me pareció muy original por la fusión de sabores (por cierto, las aceitunas rellenas de anchoa que lo acompañ

(Continuación) De segundo, pensé en repetir con el foie, pero me sedujo la idea del atún... y acerté: espectacular. De lejos, el mejor atún que he probado en mi vida. Para el postre, una ensaimada con crema quemada que estaba para chuparse los dedos y un orujo de hierbas gallego buenísimo. Para rematar, me tomé el mejor gin tonic que me han puesto nunca, una ginebra francesa -Vigne- con una tónica de la que no recuerdo el nombre, sólo que era de importación. La ginebra es buenísima, pero es que la tónica, a la que se le suele dar menos importancia, estaba a la altura. Lo único que creo que sería mejorable es el recipiente. Era como un vaso de pinta o algo parecido y, personalmente, creo que habría quedado mejor en copa balón o vaso bajo redondo. Siguen sin tener tarjeta, pero parece que es una norma de la casa que viene de lejos, porque este dato se advierte en la tarjeta.
En definitiva, un placer para todos los sentidos, trato excelente y cercano... ojalá sigan así por muchos años. Yo seguiré visitándoles cada vez que pase por Barcelona.

Primera vez que acudimos con nuestro club gourmet a este restaurante con una propuesta gastronomica diferente. Los comentarios anteriores nos habian animado bastante, ya que apreciamos el buen trato y la simpatia al frente de un local. No tuvimos ni lo uno ni lo otro. La chica que nos atendio no sonrio ni una sola vez, y cada pregunta que le hacíamos era como si le molestase. Como tenia que leer la carta, le hicimos repetir algun plato y con las miradas y la entonación de los platos hasta nos hacia sentir mal por pregutarle, nos incomodó mucho, era realmente antipática. Cuando nos despedimos ni nos saludaron: Muy mal!!
La comida correcta, con una excelente materia prima pero lo estropeó todo el servicio de los platos. Muy bueno el pan con tomàquet y los aceites. El foie con reduccion de PX demasiado dulce para nuestro gusto y a 28€ el plato... Buena ensaimada con crema de postres. Pedimos dos platos + postre por persona y salimos con un punto de hambre.
Vinos no tienen carta, o sea que te traen lo que les apetece y esta vez acertaron de pleno. Tomamos un Riesling Mineral 2005 aleman y de postre un cava de la casa ecológico. Suave de entrada y con buen regusto.

Bueno aquí hay que saber antes de ir que no es un restaurante normal sino un lugar atípico que puedes encontrar platos sorprendentes como el foie con px fantástico y una estupenda ensaimada de postre el vino bien recomendado un merlot del pla del bajes una maravilla el detalle de la bolsita para que te lo lleves si sobra hecha de arpillera con mucho gusto, un pero la ensalada con hojitas de menta como que no, esperaba un poco mas no por mi ya que fui directo hacia este menú y acerté de algo vale este foro a que si.