Restaurante Pincho y corto en Valencia
Restaurante Pincho y corto
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
5.9
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Opiniones de Pincho y corto
OPINIONES
7

Cena para 13 personas en este agradable local de Ruzafa, éramos 13 personas de sexo masculino con el consiguiente alboroto, pero he de decir que estuvimos muy a gusto y muy bien atendidos por Ramón.

Cosinas del norte reza su cocina y así es y sobretodo calidad en sus productos que es lo que hace altamente recomendable la visita.

Menú previamente concertado:

- Ensaladas cantábticas, con ventresca, escarola, ajoaceite de miel y pimienta verde: rica ensalada con una ventresca de calidad.
- Cecina con pan tostado y aceite aromatizado. Cecina de calidad, muy buena, la cecina nos gustó mucho.
- Champiñones rellenos con queso la peral y crujiente de cecina: personalmente me encantaron la combinacion de los chapiñones con el queso y el toque crujiente d e la cecina. Muy bien.
- Huevos rotos con jamón de bodega, otro gran plato y buena combinación.
- Solomillo de cerdo al PX. Buena carne con una salsa espectacular con el px de protagonista.
- Tablas de lacón con pimientos asados del Bierzo: lo pedimos aun que no entraba en el menú pero no nos queríamos ir sin probar ese lacón, y bien que hiciemos porque estaba realmente bueno.
- Variado de postres, tartas caseras muy ricas, de santiago, chocolate, avellana...
- Jarras de cerveza Estrella de Galicia.
- Vino DO Bierzo. Mencia. 9 meses barrica Tenoira.
- Vino DO Bierzo . Prieto Picudo, no recuerdo el nombre.

- Cafés.

Relación calidad - precio excelente, trato muy agradable y producto d e gran calidad, por lo tanto altamente recomendable.

Quería ir a toda costa y sigo queriendo ir. Hay que probarlo todo. Cosinas del norte como dicen ellos sencillas y ricas.

El local es pequeño, con aire de taberna moderna. Bancos corridos, mesas vestidas con camino, copas correctas y presentación cuidada y acertada de los platos con el aspecto rústico de dicha cocina. Se está a gusto que es lo importante, y el servicio es tranquilo y honesto, recomendándote si has de parar, algo muy de allí arriba. Las raciones son generosas.

Tras las cervezas Estrella Galicia nos sirvieron una ensalada De la Bañeza. Qué raro nos resulta por esta parte del mapa asimilar la palabra ensalada sin nada verde. Se trataba de unos sustanciosos garbanzos con bacalao ahumado y pimentón de La Vera algo picante.
Acto seguido dos platos que era necesario juntar en la mesa y a los que se les acompañó por una parte con una nueva cerveza y por la mía con una copa de Brezo del que no puedo aportar añada por traérmelo servido. Un blanco de godello seco, con un punto ajerezado muy interesante. Queso Pata de Mulo al horno y Cecina de León. Queso en combinación con hierbas y cecina con aceites aromáticos. Muy buenos ambos. Hubo que pedir pan de apoyo.
Para el postre nos sugirieron medias raciones del par que tienen. Una Tarta de avellana con el sabor de avellana muy intenso y una Tarta Tatín con la manzana caramelizada y muy buen hojaldre, servidos ambos con la bola de helado de vainilla que suele ir destinada sólo al segundo. Acompañamos los postres con una mistela invitación.

La noche del martes en Ruzafa estaba muertecina, de hecho éramos los únicos en el restaurante, y disipó de alguna manera nuestra intención de tomar algo después.

Interesante este pequeño rincón en el barrio y que completa la extensa oferta.

Caidos por casualidad al salir de una cata de vinos, el grupo de 5 decidió entrar por lo visto desde fuera y el anuncio de cocido maragato para el finde próximo por lo que se supuso que sería una buena cocina de cuchara.
Bebida: agua sin gas de litro y una extraordinario Carroleon de Prieto Picudo a buena temperatura y duplicado de precio de venta por internet, pero que fué el mejor vino de la noche.
Platos al centro: Queso Pata de mulo al horno, bien de sabor, ración buena para una persona pero quedó corta para compartir. Empanada Batallon de acelgas y patatas con pimenton colorado picante (bastante) buena y amplia ración con una masa correcta y alguna queja del exceso de picante. Ensalada cantabrica cumplidora. Fiambre de Leon con un variado muy aceptable y buena ración. Tortilla Bembibre: tortilla de patatas que una vez hecha se guisa en salsa, muy sabrosa y sorprendente.
En dulces 2 raciones de tiramisú en mantecada de Astorga (x3 piezas) y hojaldres con chocolate caliente. Ambos postres interesantes.
Fué lo mejor de la noche, y quedó en el pensamiento volver por el cocido.

Acudimos cuatro amigos para disfrutar de este cocido que los responsables de este simpático restaurante de Russafa ofrecen una vez al mes (creo que hasta pasado verano no volverá, pero puedo andar errado). El contenido ya se ha comentado profusamente en el comentario de Dani, así que tan sólo reseñar que, en mi opinión, es menos pesado que el valenciano o el madrileño, la calidad y sabor de los ingredientes, con mención especial hacia los embutidos y carne de la primera parte y los fideos con que se despide. Entraron en la tarifa plana (25 euros) un par de botellas de Mencía y algunas Estrellas de Galicia. En cuanto vuelvan a hacerlo reservo mesa.

Este se está convirtiendo en uno nuestros restaurantes recurrentes, a los que volvemos una y otra vez sin cansarnos. En primer porque es un lugar donde uno se siente a gusto, porque se hace una cocina sencilla, pero con raíces y, además de todo eso, porque tiene una relación calidad precio excelente.
A fuerza de ir, nos enteramos que una vez al mes organizan un cocido maragato, un cocido de la zona de El Bierzo, concretamente en la comarca de La Maragatería. Un cocido muy especial que se come al revés. El caso es que allí nos plantamos un sábado a mediodía y disfrutamos de lo lindo con este espectacular cocido, de nuevo sencillo, pero bien hecho y con raíces.
La carta de vinos recayendo en los vinos de la zona, mucha mencía y prieto picudo.

Os deja aquí la versión extendida (que está ahora tanto de moda) de lo comido y bebido...

Creo que más que astur-leonesa (saludos, Dani), el producto que trabajan va más en la línea del Bierzo. Como bien se ha apuntado en el anterior comentario, cocina sin excesivas florituras, pero rica.
En mi visita pedí media ración de embutido de la zona, media ración de cecina de León (muy sabrosa), media ración de lacón con pimientos (también muy bien) y media ración de picadillo de matanza con huevos fritos. Cocina muy apta para aquellos que no se miran los análisis muy a menudo.
No pedí vino, ya que, al igual que en bastantes establecimientos del barrio de Ruzafa, disponen de Estrella de Galicia, que me gusta mucho.
Para aquellos que gusten, una vez al mes hacen cocido maragato, que conviene reservar.

Restaurante de cocina asturleonesa en el barrio de Ruzafa.
Nos llevaron unos amigos para que lo probáramos y salimos encantados.
Local de reducidas dimensiones y decoración informal, desenfadad. Banco corrido en las mesas que nos sentamos que no acaba de ser cómodo, pero tampoco te amarga la estancia.
Cocina con raíces de esas tierras que tanto tienen que enseñar en cuanto a gastronomía. Tomamos platos de producto, como la cecina de León que estaba en perfecto estado de curación, o el lacón con pimiento rojo, y algunos más elaborados, como el plato de la abuela, que un picadillo de matanza con huevo frito, o unos ricos garbanzos con pimiento de la vera y bacalao ahumado. Los postres también muy ricos: arroz con leche, pastelito de canela, una especie de hojaldre relleno de crema y cubierto de canela y la torre de queso curado con mermelada. Todo muy rico, con ganas de volver en breve a probar el resto de la carta.
La carta de vinos es una pizarra con unas cuantas referencias de la zona, interesantes y a buen precio. Copas correctas que permiten el disfrute del vino y un servicio cercano y esmerado que te ayuda y explica cada elaboración de la casa.
Muy recomendable, sin esperar un gran boato y por unos 15-20€, que es un precio más que correcto.

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