Massimo y Marilo, sin hacer tanto ruido ni recibir tantas alharacas por parte de los aficionados, forman uno de los mejores tamdems cocinero/sumiller de la Comunidad Valenciana.
Magnificas pastas, exquisitos postres, amabilidad excelente y un servicio del vino rozando la perfección.
Además de unos precios comedidos al máximo.
Cuando esten en el nuevo local del barrio de Ruzafa, seguro que lo van a bordar.
Sería deseable una mejor y más extensa carta de vinos.
Y un local más comodo, aunque eso, como he dicho ya está en camino.
¡Felicidades!

Personalidad es la palabra con la que definiría este restaurante.
Cocina mediterránea italiana, respeto por los sabores, el equilibrio, lo natural y la calidad de la materia prima. Los carpaccios exquisitos, la pasta casera es sensacional, optamos por unos tallarines con gorgonzola y alcachofa (de la de verdad, no de esa que viene en bote) y por los escalopines al Marsala. Los postres caseros y de calidad, dejad hueco.
Servicio del vino sencillamente perfecto, se envinó, se sirvió a la temperatura óptima, cubitera para el prosecco que pedimos y copas de calidad. Carta extensa con representación de vino españoles, franceses e italianos, buena selección de Mariló.

Bravo por Mariló en la sala y bravo por Massimo en la cocina, perfecto tándem en el que se puede confiar. Tras una breve charla con ellos y degustando unas excepcionales grappas, me di cuenta del sentimiento y la personalidad de este restaurante.
Volveremos. Buena RCP

Lyonesas rellenas de queso con salsa de nueces,muy ricas.Pasta rellena de boniato con virutas de foie,le faltaba sabor al relleno.Una lasaña muy tradicional.De postre un tiramisu flojo,pero unas excelentes fresitas con balsámico.Con vino y maridajes de postre(un Tintoralba muy majo)salimos sobre 33€.Buena relsción calidad-precio.
Dos puntos a mejorar,muy ruidoso, por las numerosas mesas.Y una vajilla un poco pasada.

Nueva visita a este restaurante, esta vez entre semana donde el servicio es más calmado y con una subida generalizada de los precios, que en mi opinión no está justificada.
La comida bien, aunque los gnocci porcini no me gustaron, demasiado cotundentes.
El servicio del vino, como siempre, excelente a cargo de Mariló, siempre informada de lo que ocurre alrededor del vino y de la gastronomía en general.
Van a cambiar próximamante de emplazamiento, en un entorno más agradable y cómodo, que espero, justifique la factura final.

Sin ninguna duda, el mejor restaurante italiano al que he ido en mi vida. Empezando por el perfecto trato de Mariló a los comensales y siguiendo con la excelente mano de Massimo en los fogones, se funde en este restaurante una inmejorable opción para comer VERDADERA comida italiana, muy diferente a los demás italianos que se pueden encontrar en Valencia. Unos entrantes muy buenos, resaltando a mi gusto la caprese y el tonnato. En los segundos no tengo elección, todo está exquisito, absolutamente todo. NUNCA me han disgustado en ninguna de mis visitas. Por último a resaltar el excelente servicio del vino por parte de Mariló, una experta en este tema, y a la misma vez, una excelente maitrê. En los postres, increíble tiramisú e increíble la pannacota(la mejor que he probado en mi vida). Sin duda un lugar para recomendar a todos los amantes del buen comer y del buen beber. Pronto cambiará su ubicación, lo que demuestra un enorme interés por parte de ambos en progresar y mejorar el restaurante. Excelente!

He estado en la ultima semana dos veces en este restaurante si la primera fue una verdadera fiesta la segunda fue un deleite
en la primera fue una cena en la que tengo que agradecer a la pareja, Maximo y Marilo el que nos dieran de cenar a una hora ta intenpestiva fue todo un detallazo por su parte, la comida no le tuve que poner ni un adjetivo ya que se lo pusieron las personas que venian conmigo les encanto y no se creian estar en un Rest. Italiano ya que lo que ellos entendian como este tipo de restaurantes son esos locsles que proliferan con una cocina Italiana de las qe yo personalmente denomino del Perrero del Antifaz.
Nos srprendio a todos el gusto exquisito de Maximo en la elaboracion de los platos con nata en su salsa ya que consigue el justo equilibrio, y que esta no enmascare el sabor real del plato, IMPRESIONANTE la tecnica.
El servicio del vino, excelente,temperatura, jarreado, envinado de copas y recomendacion apropiada para maridarlo con los platos, tanto en calidad como algo muy importante, el precio. Al terminar la cena Maximo y su SUMILLER MARILÓ nos deleitaron con una excelente cata de Grapas verdaderamente curiosas. Por cierto no estaria de mas que Maximo impartiera alguna clase sobre este destilado.
La siguiente visita fue al mediodia y la verdad que tambien fue inmejorable.

Con ligeros cambios en la carta, principalmente en los entrantes, pudimos degustar el carpaccio de bacalao con emulsión de pimiento, o setas sobre nido de parmesano. Ambos excelentes. Massimo y mariló vuelven a tener el ossobucco con risotto. Muy buena la pasta, acompañada por Mestizaje. Entre los postres, han incoporado un nuevo semisólido, el de cuba libre, que se añade al de gin-tonic; una especie de madalena de chocolate (siento no poder deciros el nombre en italiano, era realmente complicado)relleno de chocolate caliente; y mantienen el buen tiramisú. Buen servicio del vino y coperío. En definitiva, siguen en su buena linea.

De los típicos restaurantes que pasas por la puerta, no llaman tu atención y quizá nunca entrarías de no ser porque alguien te ha hablado de él o porque eres un aventurero y decides probar cosas. Creo que sin lugar a equívocos estamos en el mejor italiano de Valencia. Comida excelente, fresca, rica. Carta de vinos no demasiado extensa pero con interesantes propuestas. Mariló cuida el vino y el sevicio del mismo con tanto mimo que uno disfruta del proceso. Decantador, copas Riedel, manteles muy de agradecer y una excelente carta de Grappas. Cena para dos sin caer en el pecado aproximadamente 80 euros. Desde que lo descubrí no he dejado de disfrutar de sus caldos y viandas. Muy recomendable.

Restaurante realmente adictivo, nunca mejor dicho. Nueva visita y nuevo deleite. Cada vez que vamos disfrutamos de alguna obra de arte nueva, con ese sello tan personalísimo que imprime Mássimo. Mariló como siempre, con esa calidad de atención al cliente tan magnifica y ese perfecto tratamiento del vino. En esta ocasión optamos por unos entrantes muy refrescantes y adecuados para estos dias tan calurosos. El surtido de verduras con helado de foei delicioso y muy apropiado. Igualmente bueno estaba el carpaccio de bacalao. Para continuar un espectacular Risotto al porcini y unos impresionantes Mezzelune de langostinos y merluza. Y los postres.... que postres! El helado de regaliz, el canuto de requesón de Búfala, el gintonic y el café corretto, ambos semisólidos para tomartelos de un bocado, maravillosos. Para maridar esta comida nos decidimos por un Pago de Tharsys (Vendimia nocturna), bastante aceptable.

Para repetir una y mil veces. Hasta pronto.

Un saludo.

Nueva visita, y es que este restaurante es adictivo (aunque también lo tengo al lado de casa). De primeros, carpaccio de ternera y ensaladita y verduras de temporada con helado de foie. Sorprendente y agradable el contraste de temperatura en este entrante. de segundos, ravioli rellenos de boniato con foie, y raviolone rellenos de requesón con mantequilla de salvia. Ambos excelentes. Para acabar, tiramisú, todo acompañado de Clos Montblanc 2002. Como siempre, muy bien.