Restaurante El Remedio en Ruiloba
Restaurante El Remedio
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo noche y lunes.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
41 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.4
Comida COMIDA
7.2
Precio medio entorno ENTORNO
8.4
RCP CALIDAD-PRECIO
6.9
Rape con patatas al pimiento y acelgas
Merluza asada, patatas al pimentón y acelgas
Flan de morcilla de Villada con quesuco de Guriezo y piquillos
Rabas de calamar fresco con compota de limón de Ruiloba y jengibre
Anchoas de aqui con mozzarella de búfala
Vista de la puesta de sol desde nuestra mesa
Opiniones de El Remedio
OPINIONES
15

Visita informal para comida de trabajo. Aprovechamos un bonito dia y nos damos un salto a ver que tal va todo.

Nos sentamos y nos atiende un chico joven, maitre a la sazón, indicandonos los platos que no tenian y las recomendaciones. Pido ravioli y vuelve de cocina, no quedan... pedimos Louro do Bolo y tampoco quedan... puñetas empezamos bien.

Rabas de calamar, fantasticas de punto, sabor y fritura, acompañadas de una suerte de confitura artesana de limón, muy buenas.

Bocartes, esperabamos la tempura y nos trajeron unos bocartes desespinados, con tocino iberico en el interior, rebozados y acompañados de una mousse de tomate queso parmesano (creo) y albahaca. Correctos, aunque el tocino no aportaba todo lo que debiera. No nos fijamos en la carta, pero estaban bien.

Rigatoni con mantequilla pasiega y parmesano, cremosos y bien cocidos, muy ricos.

Lomo de vaca con pastel de patata, excelente segun mi compañero y en una racion generosisima.

Merluza con crema de hongos, muy buena tambien.

Pan crujiente con helado de leche y frutos rojos, muy bien.

Tarta de avellana con sopa de café, como la otra vez espectacular, para volver.

De beber un Itsas Mendi 7 que acompaño perfecto toda la comida.

Muy bien el servicio y el trato, café en la terraza y relax absoluto.

Para recomendar con total confianza, van por el buen camino.

Algo temblorosos por la crítica de "moongoose" llegamos al restaurante el cual está en un lugar paradisiaco(merece la pena ir hasta allí aunque solo sea a tomar un vino)la atención del personal de sala perfecta y sobre todo ¡¡¡PROFESIONAL!!!, el comedor completo ya que fuimos la última mesa en llegar y eran las 14.15 horas y algo que me sorprendió es que no se doblaron mesas, y creo que no seria por falta de clientes.
En cuanto a la comida pedimos que nos prepararan lo que quisieran, la sorpresa fué un menú degustación de cinco platos y dos postres a cual mejor
unas rabas que te saltaban las lágrimas de gusto, unas croquetas perfectas, una especie de bombon de rabo impresionante, un xargo con una guarnición de ajetes y champiñones, que hasta lo que parece más vulgar como los champiñones estaban perfectos, ni que decir tiene el punto del pescado, y para terminar lo salado nos sorprendió con unas cebollas rellenas de lechazo sobre una base de puré de patata trufado, las cuales estaban como glaseadas y no las típicas que inundan de salsa.
punto y aparte fueron los postres, ya que si lo salado estaba bien los dulces estaban mejor. una tarta de avellana super jugosa(la mayoria suelen ser secas y duras)con una salsa de cafe y otro postre que fué un helado de leche con una especie de coulish de frambuesas.
la bebida fué un jove y camps y café.
Tenemos claro que repetiremos y muy pronto. ¡¡¡SERÁ UN RESTAURANTE QUE DARÁ QUE HABLAR!!!

Hemos comido hoy, en general bastante bien, aunque como digo en el titulo todo tiene remedio, valga la redundancia, con el nombre del restaurante. La carta es un poco corta, bueno hoy en dia y para un restaurante de buena calidad y servicio, pues pase, pero claro si te apetece pescado, solo hay dos en carta y uno de ellos no tienen, pues solo tienes a escoger uno, que era merluza, muy buena por cierto. un entrante de fritos de rabo de toro, buenos y jugosos y un pastel de morcilla, a migusto faltaba algo mas de salsa de pimientos y biscotes aunque sean de pan casero, pero aceptable. De segundos como he dicho merluza muy buena, lomo de vaca estupendo y un rissoto en forma de croquetas que a nuestro gusto fue el peor plato pues se quedaba muy seco para ser un risotto, aunque como plato era original por la presentacion pero pienso debe mejorar como plato. Esta situado en un enclave con unas vistas maravillosas cerca de un merendero y pegado a la iglesia. La vajilla y cristaleria y local muy bien y servicio tb. Calidad precio en general muy bueno

Animados por la crónica de nuestro amigo Jacomur nos lanzamos a la bonita costa de Ruiloba.

Al llegar nos encontramos un bodorrio con cocktail en la propia iglesia, con lo que nos toco aparcar alejados, damos un paseo y nos metemos en el local. Bonito, bien acondicionado y con una terracita muy agradable para el café.

Nos sentamos en un comedor pequeño y lleno a rebosar, mesa junto a la puerta, algo justo el sitio para el paso del servicio y de los clientes y con apenas vistas. La mesa estaba montada con un mantel sucio y con migas, entendemos que del anterior servicio, cosa que más adelante se constató. Por favor, estos detalles hacen sentir mal.

Procedemos a pedir y nos informan que de los dos platos de carne de la carta.... no queda ninguno de los dos, ni lomo de vaca ni lechazo, caspita! Pero si es sábado... si fuera un domingo a última hora lo entendería, fallo de falta de previsión y rodaje. Como curiosidad, después de la comida en la terraza salía el chef a buscar provisiones.

Solicitamos para probar 1/2 de bocartes en tempura y 1/2 de fritos de rabo de toro, detalle que tuvieron al solicitárselo ya que no debe ser habitual.

Muy buenos los bocartes, ayudados por un producto excelente, venían acompañados de un salteado de calabacín que no aportaba nada nuevo. Ricos.

Fritos de rabo, una especie de croquetas de carne cuadradas rebozadas y fritas acompañadas de salsa barbacoa. No nos dijeron nada, creo que les falta chispa, el rebozado queda gomoso, mi humilde opinión es que hay que darle una vuelta al plato, redondearlo.

Rigatoni con mejillones y tomatitos, al dente, con una salsita rica y con mejillones con cáscara, algo que no me gusta por incomodidad y porque las cascaras sueltan trozos e impurezas que pueden afear el plato. Salvo ese detalle, aceptables.

Rape asado con jugo de garbanzos y endivias. Gran trozo de pescado, algo pasado de punto, quizás por el horno, acompañado de una salsa acuosa de ¿garbanzos? y unas tiras de endivia, además de tres ricas almejas. Falta de conjunto, yo apostaría por otro tipo de acompañamiento que contraste con el pescado.

Barrita de choco blanco y negro con toffe y crumble... rico, pero en una ridícula ración por el coste del mismo (6 euros) y el crumble no dejaba de ser unas pastas de almendra troceadas.

Tarta templada de avellanas con sopa de café. Espectacular, hacía tiempo que no comía un postre que te dejara tan buen sabor de boca, avellana pura con el toque del café, una ración muy hermosa que pudimos degustar los dos. Excelente, volvería por la tarta.

Bebimos una Chardonnay de Enate 2010 en copas correctas de Schott y una botella de agua Solan. Buen precio y una carta interesante, bien hecha.

Servicio de sala correcto, en algunos momentos perdido, pude intuir algunos retrasos en otras mesas entre plato y plato.

Creo que los errores son subsanables, que el rodaje lo arregla todo y que el local lo merece, ya que es un sitio muy agradable que invita a la excursión. He tratado de ser lo más objetivo posible y aprecio que en estos tiempos que corren se abran este tipo de proyectos tan ilusionantes.

Buen precio en general.

Restaurante con solo dos meses de andadura. Al frente se encuentra Samuel, joven cocinero, pero con experiencia, que ha pasado por las cocinas de restaurantes muy acreditados, tales como El Cenador de Amós, Martín Berasategui e italianos con una y dos estrellas en la guia roja.
Esta enclavado en la campa de la ermita del Remedio, las vistas al mar Cantábrico, Comillas y Picos de Europa, expléndidas.
El comedor, situado frente al Cantábrico, es pequeño, solo 8 mesas, que están bién vestidas, la vajilla, manteleria, cubertería de calidad, la cristalería Schost. El servicio, comandado por Felipe, es atento, profesional y con ganas de agradar.
La carta de vinos se aprecia que ha sido elaborada por un buén profesional.
Tiene en total 80 referencias bién escogidas, algunas de ellas impensables en la zona, 6 champagnes, 6 cavas, D.O. como Valdeorras(As Sortes), Bierzo, Yecla, Conca Barberá, Priorato, Castilla-León y Mancha, amén de las clásicas: Rueda(Belondrade), Rioja(Roda),Ribera del Duero(Pago de los Capellanes), servicio de vinos dulces por copas, etc.. Importante, los precios son "dulces".
Eramos tres personas y tomamos de entrantes, para compartir: Bocartes en Tempura(8,00), sabrosos y en su punto de fritura. Croquetas de Rabo de Toro (8,00), muy sabrosas, era todo carne y acompañadas de una salsa ligeramente picante que le iba muy bién. Albóndigas rellenas de Foie-gras(12,00), aterciopelas, gran punto. Y cerramos, mas bíén cerro mi hijo, con Tortos de maiz con gijas y huevos fritos(10,00), plato contundente en donde las gijas eran muy buenas, magro, las yemas de los huevos parecian de gallinas de picasuelos y los tortos de harina de "borona"(maiz), al chaval le encantó.
De segundos : Tronco de bonito(15,00), buén producto con un magnífico punto de plancha, estaba delicioso y acompañado por unos tomatitos y salsa de soja. Y Rigatoni rellenos(10,00), al dente y con una sabrosa salsa.
De postre, todos son caseros, nos decidimos por Tronco de chocolate blanco(6,00), muy rico. Tarta de Avellanas(6,00), magnífica y contundente y Torrija con helado (6,00), quizás el más flojo de los postres, le faltaba estar más empapada.
Todas las raciones son amplias, como decimos por aquí , "como Dios manda".
Acompañamos la comida con un Louro do Bolo-2010(14,00), magnífico precio y nos acompañó muy bién toda la comida. Agua Solán de Cabras 2 bot(3,00 pax). Café(1,10) y una infusión(1,10).
Un lugar para tener en cuenta. Mucha inquietud en la carta, no es extensa pero está bién armada, en la que se hacen guiños a la cocina italiana.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar