Hemos vuelto al Bascook mucho antes de lo pensado, pero tenía que ir a Bilbao para tratar un tema de vinos con un veremero y no se me ocurría un sitio mejor que éste para comer bien y a buen precio. De paso me han acompañado mi mujer y mis hijas, que por la tarde no tenían colegio debido a una festividad de ámbito local (día de Olarizu).

Hemos llegado a Bilbao, y como ya eran las 14:30 h hemos ido directamente al restaurante, que en ese momento registraba un tercio de entrada, aunque al final acabó llenando la mitad de sus mesas. Tras entregarnos el periódico-carta les pedimos alguna recomendación para las niñas, que se concretó en una Hamburguesa con patatas para una y en Arroz con tomate para otra, seguido de una Torrija y un Coulant de chocolate como postres. Por cierto, este último llevaba de acompañamiento un delicioso helado de leche quemada que merece ser probado. En nuestro caso hemos pedido el menú del día ( 23€+iva), del que hemos optado por los siguientes 6 platos, que hemos compartido entre los dos:
- Pimientos rojos con olivas negras (aperitivo cortesía de la casa): muy buena carta de presentación a base de unos ricos pimientos rojos cortado en juliana y confitados.
- Croquetas de marmita de pulpo y choriceros ahumados: originales recetas por su relleno, cremosas, con más tropezones que besamel y crujientes por fuera. De las mejores que he comido nunca.
- Pan de maíz brasa, tomates verdes fritos y aceite de oliva: es una especie de tosta realizada con pan de maíz y tomates confitados de intensísimo sabor. Muy rico.
- Maki de gilda y tartar de bonito con alegrías: sobre una base de sushi se presenta en pequeñas cantidades un tartar de bonito acompañado de gindilla verde y roja (gilda y alegrías), cebolleta y semillas germinadas, además de un bol con salsa de soja donde mojar el sushi. Muy bueno.
- Nigiri de buey, yemaperris y mostaza: sobre una base de arroz, que creo que sobraba, se presenta un tartar de vacuno, con yema de huevo cruda, germinados y mostaza. No es el mejor tartar que he comido, pero alcanzaba buen nivel. Muy rico.
- Torrija dorada con helado de pastel vasco: excelente torrija, al que casi le sobraba el helado, quizás un poco empalagoso.
- Helado de la pantera rosa: original y agradable postre, que lleva mufin de jengibre, gelatina de remolacha, arándanos, una crema de leche y helado de fresa.

Para beber hemos optado por un La Montesa 2009 (16€), un tinto de medio cuerpo de fresca garnacha que nos ha encantado. Al tipo de comida elegida le habría ido mejor un blanco o un espumoso, pero no nos convenció nada de su carta, que en este local está un peldaño por debajo de la cocina. Rematamos la comida con un par de cafés solos muy buenos. Para acabar una recomendación para padres que lleven niños: es preferible pedirles un menú como el de los padres aunque nada más les guste uno de los platos, pues pidiendo fuera de esta fórmula el precio de un plato y un postre viene a salir parecido de precio. Ejemplo: la hamburguesa y uno de los postre nos salió por casi 23€, y el Arroz con tomate y el otro postre por 19€. Pagando un poco más tenemos un plato extra para los adultos, que sumados a los anteriores conforman un completo menú degustación. En el cálculo del precio nada más meto lo de los adultos.

Bilbao, más de 30 grados al sol, algo que no esperábamos, el cuerpo nos pide alimento y aire fresco. Nos reunimos con el compi Óscar y nos dirigimos los tres a comer al tan recomendado Bascook.

Tras pegar un vistazo a la carta con formato de divertido diario, nos decantamos por el Menú que incluía 2 platos (a elegir entre los que llevaban estrella) con postre del día por 23 euros.

Para empezar nos obsequiaron con un aperitivo de la casa que consistía en una especie de ensaladilla con un taco de salmón marinado. Buen preámbulo. Riiiico, riiiico!

Como he tardado tanto en ponerme con el comentario, sólo os contaré lo que comí yo... debido a ciertas lagunas por la demora.

~ HummusBurger en vigilia y mahoalmendra. Especie de hamburguesa de este puré de garbanzo pasada por la plancha con brotes y sésamo sobre una salsa con intenso sabor a almendra. Me encanta el hummus, así que me supo genial.

~ Steak burger + pasta en adobo de barbacoa. Hamburguesa, en esta ocasión de vacuno, buen punto y potente sabor. Ñam, ñam, soy muuuuy carnívora. Picatostes, bacon, brotes tiernos y una especie de canelones de pasta que me resultó de textura algo dura para mi gusto.

De postre tomé un Helado de chocolate blanco con frambuesas zeta y Mumm Rosé. Ración más que cumplida y delicioso colofón tras el burgerfestival que me pegué.

Para beber tomamos agua y un Itsasmendi nº 7 gracias a la recomendación de Óscar (17 €). Me encantó este txacolí de nariz intensa entre flores y cítricos con una boca muy agradable, frutal y fresca. Gasti, aún tenemos tu botellica de Itsasmendi Urezti por tomar, gracias compi!

Correctos cafés para finalizar.

El local muy amplio, sin ventanas, con luz tenue, paredes de piedra y mobiliario moderno que le daba un aire fresco e informal. A mí personalmente este estilo me encanta y me envuelve.

Servicio joven, profesional, alegre, resuelto y muy agradable.

En resumen, me pareció una original y divertida cocina de meticulosa elaboración y con una estupenda presentación de sus generosos platos en un entorno envolvente y desenfado a pocos pasos del casco antiguo y de la estación de Bilbao. Ah, y con muy buena RCP!!

Tras un par de intentos fallidos en los últimos meses (una vez estaba lleno y la otra cerrado) he podido por fin safisfacer mi deseo de visitar este restaurante del que tanta gente habla bien. Además también tenía ganas de hacer turismo por Bilbao, que a raíz de las profundas transformaciones urbanísticas que ha experimentado en los últimos años se ha convertido en una moderna ciudad llena de atractivos. Con este doble objetivo hemos salido pronto de Vitoria y hora y media después, tras 45 minutos de viaje y otros tantos para aparcar, estábamos ya en plena Gran Vía con el plano de la ciudad en una mano y la cámara en la otra, al más puro estilo nipón (sólo nos faltaba el paragüas para protegernos del sol, que hoy por fin ha salido).

Recorrido por el Casco Viejo, Mercado de la Ribera, Arenal, Abando y Gran Vía, con las pertinentes paradas para repostar. Uno de los principales puntos de interés ha sido la Bodega Urbana, situada en esta última calle, junto al mítico Guría, desde hace décadas uno de los templos de la cocina del bacalao. En la bodega hemos tomado un par de txakolís y hemos comprado un par de botellas de vino. Tras ello ya nada más nos quedaba el Bascook.

A la hora convenida entrábamos al establecimiento, recibiéndonos el propio Aitor Elizegi, que se ha encargado el mismo de acompañarnos a nuestra mesa. El comedor estaba prácticamente lleno, con un público variopinto, pero en el que dominaba la presencia de trajeados empleados de la "City" bilbaína. Hemos optado por el menú del día, fórmula que por 23€ permite disfrutar de dos platos y un postre y que en restaurantes de este nivel es un precio difícil de mejorar. Mientras decidíamos los platos nos han servido a modo de aperitivo un agradable chupito de crema de perretxikos. Después han ido desfilando los siguientes platos, unos para mi mujer y otros para mi, pero todos compartidos:
- Arroz negro en salsa de habitas y huevo de caserío
- Wan-tan de garbanzos y sobrasada con huevo de caserío y migas con piparras
- Bacalao al pil-pil y a la vizcaína
- Txerriburger con mousaka de papada y berenjena
- Tatín de manzana, royale de vainilla y helado de caramelo
- Tiramisú helado, migas de sable y té matcha con marcaspone tostado

La chica que nos atendía nos iba preguntando a cada plato qué nos había parecido, pero los adjetivos de admiración ya se nos habían acabado con el segundo. Así que cuando le ha tocado el turno al bacalao me he quedado ya sin palabras, no en vano el patrón de este barco es maestro en el tratamiento de este pescado. Sublime, delicioso, exquisito o excelente era lo que tenía que haber dicho, pero he optado por callarme y enseñarle el plato limpio como una patena como prueba de aprobación. En resumen, todo nos ha parecido muy satisfactorio, pero ese bacalao lo recordaré mucho tiempo.

Para beber hemos pedido un tinto, concretamente un Brunus 2009 (18€), elegido de una carta que para un restaurante de este nivel me parece algo floja. Para acabar hemos tomado un par cafés solos como ya quisieran preparar en muchos sitios.

Mi segunda visita y se me hacen pocas, pero es que uno no da abasto, el local ya esta descrito y también su cocina que yo llamaría cocina internacional de sorpresas, variedad originalidad, sin normas ni escritas ni no escritas, dirigido por Aitor, que además en las dos ocasiones estaba al pie del cañón.

Servicio joven y atento, carta de platos en formato periódico, original y que te hace la espera mas placentera al ir informandote de cosillas gastronomicas.

Una vez más, aprovechando que mi señora estaba de vacaciones fuimos a comer el menú del día, por 23€ + iva, tienen para elegir dos platos de la carta, bueno del periódico mejor dicho, entre los que tengan la estrellita roja da lo mismo de que categoría o apartado, puedes elegir dos entrantes, o dos primeros o dos segundos a tu gusto y además un postres, aparte el vino, carta de vinos corta pero concisa, precios razonable.

Mi mujer escogió de primero Arroz negro en salsa verde de habitas y huevo de caserío, buen arroz con salsa de chipirón y muy rico con la salda verde y el huevo poco hecho.

De segundo el plato que más fama tiene, dada la mano de Aitor para el bacalao, bacalao a la Vizcaína y al pil-pil, buen bacalao y muy bien ejecutado a mi quizás me guste un pelin mas salado, pero lo normal y perfecto seria como te lo sacan.

Yo me decante por la cocina internacional, ya que la de aquí la probé de la que saco mi señora, bueno internacional pero con el toque vascook, Maki de gilda y tartar de bonito con alegrías, los makis mas sabroso que me he comido, el arroz del maki un pelin mas dulce a lo que estoy acostumbrado, pero que hacia un perfecto contraste con la gilda , para quien no sepa lo que es la gilda , es un pincho que se hace con guindillas verdes y boquerones o anchoa en salazón , muy típico de esta zona y también hay quien llama galga a la gindilla verde en vinagre sin mas , están guindillas si son de calidad no suelen picar apenas nada y suelen ser el acompañamiento de alubias y demás legumbres , pero en el caso que nos ocupa eran el centro del maki y sobre este maki un poco de bonito ahumado y una gota de alegría que tampoco picaba y es otro pimiento , pues eso haceros a la idea del sabor de este producto , el sabor de vinagre y vegetal de la gilda , el bonito ahumado , la alegría , en contrate con el arroz dulce y el alga resumiendo un saborazo de la leche.

Como segundo un nigiri de buey, yemaperris + pipeta de mostaza, seguimos con la cocina japonesa adaptada al producto de aquí, buena carne, bien troceadita, la yemita bien extendida y la suave mostaza y a seguir disfrutando.

De postre mi mujer se pidió un tartar de frutas, sugus del día helado y gel de Solero, sabrosísimo y muy buena presentación, ver foto.

Y yo como no, torrija dorada con helado de nata y pasas, torrija bien empapada y dulce y buen contraste con el helado.

Para beber una botellita de itsamendi nº7 , un vinazo sobre lías que cada día me gusta mas y de digestivo , era miércoles y teníamos que seguir laborando un orujito de txakoli de la bodega Doniene , que le da mil vueltas a estos caramelos tipo rua vieja y por 2,5 €.

En resumen un menú diario que tendría que llevar el adjetivo de festivo valga la contradicción.

Aprovechando la "maravillosa" noche y como he decidido que a mi no me deja en casa ninguna eventualidad si no es de fuerza muy pero que muy mayor, hemos vuelto a nuestro Bilbo querido.
El otro día lo intentamos sin éxito pero hoy hemos llamado con antelación y hemos conseguido "nuestra mesa", la que no quiere nadie, la alta, la de los "pobres".
Lleno total y absoluto, como siempre, algo tienen que hacer bien, o mejor que bien. Al principio podíamos pensar que era moda pero no.
Esa carta curiosa con sus distintas opciones te hace pensar un buen rato por donde decantarte y al final nos hemos ido decidiendo con la ayuda de las más que amables camareras.
Unos frutos secos mientras esperamos y hoy para beber hemos decidido probar algo distinto para nosotros. Un Champagne Mumm Blanc marcada burbuja, seco pero fácil de beber, no pierde fuerza, al contrario, curiosamente parece que la gana. Me ha encantado.
Hoy diferentes panes, todos ellos con harina de borona pero algunos con sabores, uno concretamente con marcado sabor a antxoa. La miga parecía más bizkotxo que pan. Ricos pero ricossssssssss.
De primero hemos elegido Tartar de Buey sobre Roll de Taboulé a la yema y costra de levadura la base era un arroz con yema de huevo y la cubierta era el tartar, con una suave crema muy sabrosa y salsa de soja por si querías darle más sabor. Al ser 3 unidades para cada uno, hemos decidido catar cada una de un modo diferente y las tres opciones nos han gustado mucho. Quizás "a pelo" lo más rico.
Después y emplatado individualmente y por "culpa" de Isaac que me puso los dientes largos el otro día, hemos pedido Udon wok, con vieiras, carbonara de mollejas y sal de laurel me arrodillo a sus pies. La carne de las vieiras sabrosísima, perfecto punto. El Udon.... pues para quitarse la txapela, los calcelines y si me apuras.... hago un stritis integral. Muy pero que muy conseguido, sabroso a más no poder. Un plato para recordar, sin duda alguna.
Anoche nos quedamos un poco moscas con la carne y como hemos visto que había pues vamos a "comparar". Asi que hemos continuado con Txuleta de la hostia y patata de mortero así reza en carta luego no ha lugar a pensar que pongo tacos. Emplatado nuevamente por separado, una ración maja de carne sabrosa, más "tiesa", no tan tierna pero sabrosa que al final es lo que a mi al menos, me cuenta.
Lo de la patata de mortero simple y llanamente im-presionante, sabor auténtico a patata pura, ya me comería yo un buen plato de puré.
Comentamos con Nagore que es nuestra mejor consejera por el postre a elegir, siempre acierta así que nos dejamos convencer sin oponer resistencia alguna. Nigiri y helado de arroz con leche, te macha y muesli de canela seguimos con el detalle del emplatado por separado y aún así parece una ración entera. Tres modos distintos de concebir el arroz con leche, uno más helado, uno más líquido y otro inflado. Ole, ole y ole. Muy fresco, muy digestivo, muy sabroso, dulce pero sin empalagos.
Como detalle nos sacan un par de Gominolas de GT creo que Ada sería feliz con un tarro de ellas para tener en la mesita viendo una buena peli. Frescas, "como recién pescadas".....
Un cortao, que sé que los preparan como diría alguno "como dios manda" y ............ pues ¿qué va a ser? un Px Piedra Luega ecológico éste sí que es dulzón pero de lo que se bebe se cría.
Pues señores, algo están haciendo bien, restaurante hasta los topes, hoy y siempre. Comida rica, comida original, servicio atento, simpático, amable, precio estupendo..... Se puede pedir más pero no mejor. Así que si ustedes pasan por Bilbao y pueden, no dejen de visitarlo, no se arrepentirán.
En el precio por persona está incluido el champagne que han sido 36 euros, el PX y el café han sido invitación de la casa.

Si la verdad es que he estado vago , sin excusas , siento ir tan atrasado , pero aquí acabo mi verano gastronomico, conozco, prácticamente todos los locales en los que participa o regenta la mano de Aitor Elizegi , y en esta ocasión , quería conocer el ultimo , de momento, y de paso conocerlo personalmente , ya que hay estaba al pie del cañón , decir que el local es moderno , y amplio , además se puede comprar varias exquisiteces , sales , etc.

Fuimos un viernes y elegimos el menú de mediodía, por 22€, escoges dos platos con estrellas, y es que te dar una carta, bastante original, consiste en un periódico, con varias informaciones de interés gastronomico , y en su pagina central, tienes los platos, vinos y demás, y entre los platos, tienen unos con una estrella roja, que son los que puedes escoger para el menú.

De primeros cogimos Nigiri –Rosbif de atun , focaccia de txipiron y tocino bueno a la brasa , esa combinación de cocina asiática y de aquí , que le gusta a Aitor , ya en el antiguo Sua , y el moderno Panko , he probado esta cocina , aquí llevada a un peldachito mas , plato sabroso y original .

Mi mujer escogió Huevos de aquí ,cecina y patata brasa al mortero , otro contundente plato , tradicional , pero presentado con un toque moderno .

De segundo me pedí la bascookburger con bacón y queso + mahonesa de pepinillo , por cierto y hablando de salsas , de aperitivo nos pusieron una habas en su vaina , para comer como las pipas con una salsa de soja muy rica , bueno volviendo a la hamburguesa de vaca vieja , pues tenia el sabor y el color de vaca vieja , estaba muy jugosa y con buen sabor a carne ,carne.

Mi mujer pidió una de las especialidades de Aitor , que por cierto a ganado varios premios pil-pil , que ya podéis imaginar que premian , eso , la elaboración con bacalao, Bacalao pil pil con sopako de pan Vizcaína , no se si será psicológico , por que sabemos que es un as del bacalo , pero el caso es que nos encanto .

De postre yo escogí Gin tonic helado, gominotas tonica-plata y crumble de lima, me deje guiar por mi sed, refrescante y poco cargado, claro esta, mi mujer cogio crema tostada de pastel vasco, migas sable y helado de pasas, me quedo con este, estaba riquísimo.

Para beber un godello , quinta da peza , me estoy acostumbrado a esta uva y cada día me gusta mas , 16€ +iva , al menú hay que sumarle el iva , y considero que para ser un menú , un tanto especial , me pareció barato , por el producto , técnica y buena ración.

Un gin-tonic , no tenían demasiadas ginebras , pero de sobra y varias de la Premium , vamos de las caras , ya no me acuerdo de cual me tome , cosas de mi vagancia para comentarlo , a 8,5€ + iva , para la cria dos medias raciones de buena y original pasta , en total 9€ y de postre helado de sugus y de pantera rosa , que no me cobraron .

En resumen muy buen opción , cocina desenfadada y de fusión , sin estridencia , personal , atento y juvenil , bonito uniforme , informal , buena vajilla y ambiente agradable , es bastante grande y este viernes estaba a tope , por algo sera.

En junio acaba de cumplir su segundo cumpleaños.
Sigue siendo difícil encontrar mesa y hay que andar ligeros pues sin reserva está muy complicado.
Restaurante muy bonito, antiguo almacén de sal, muy acogedor y coqueto tanto para grupos como para ir en pareja.
El espacio entre mesas no es reducido ni las mesas tampoco.
Hemos llamado a media tarde y estaba completo pero tienen una mesa de "emergencias", es una mesa alta, justo la primera, con capacidad para dos parejas. Y resulta que yo, he cenado en ella el 90% de las veces que hemos ido. Es la que más me gusta. Curiosidades de la vida.
Se ve la cocina, se ve como trabajan, uno, que no es muy alto, pues se siente mejor. Está uno más en contacto con todos y con todo.
Como siempre, la carta en un magazine. Una carta con tres tipos de cocina diferente, cocina curiosa, original. Carta estupenda de vinos, de cavas, cervezas. Una impresionante carta de infusiones....
Hoy hemos empezado con un aperitivo en forma de infusión de manzanilla y unas almendras y después un par de sushis muy sabrosos que uno no sabe muy bien como definir exactamente.
De primero una tabla de ahumados, con sardina, salmón y atún, a cada cual mejores pero yo, me quedo con el atún, im-presionante, que sabor, mira que el jamón de guijuelo está rico pero es que.....
Nos hemos pedido luego los champiñones picantes a la brasa que te ofrecen sacarlos menos picantes pero..... qué narices, que piquen.
Buena ración emplatada individualmente, muy ricos, con un alioli por encima, tres unidades para cada uno de buen tamaño.
Continuamos con unas gyozas de manitas de cerdo y vieiras, original plato, sabor intenso. Las vieiras con una carne sabrosa, consistente, ración maja también y así mismo individualmente emplatada.
Los postres de este restaurante son muy diferentes a lo habitual por lo que es mejor no llenarse antes y probarlos.
Encima te dan la oportunidad de pedirlos en medias raciones y es lo que hemos hecho. Primero daifuku de violetas en piña, aceite de oliva y helado de coco. Maravillosa conjunción de sabores, fresquisimo postre.
Para remate, torrija dorada con helado de flan. De rechupete.
Rica la torrija, rico el helado y la mezcla más que rica, co-jonuda.
El pan es otra de las cosas a renombrar. Una cesta con varios tipos a cada cual más ricos. Generalmente antes de empezar a comer, ya ha caido alguno de los trozos.
Para beber hoy nos hemos decantado por un cava privat Alella ecológico. Ha maridado estupendamente con la cena.
Café muy rico y una copita de Px ecológico Piedra Luenga, dulce, que con la torrija casa de película.
El servicio super atento, casi femenino al completo, trabajan con ganas, sin malas caras, sin prisas pero sin pausas.
Aitor, como dice el magazine, el alma del Bascook, siempre atento, saludando en la entrada a todo el que entra y de vez en cuando charlando con más de uno.
En resumidas cuentas, que creo que lo están haciendo muy bien, que incluso han mejorado y que sin pasarse en los precios, han conseguido en estos tiempos que corren, un espacio donde la gente se siente muy a gusto.
Era nuestra..... décima visita? pues volveremos, palabra.

Me gustaría estar más contento pero hoy no ha sido un día feliz, no ha podido ser. De todas maneras, Aupa Athletik.
Vamos a lo que nos interesa. Hemos vuelto al Bascook, ya van unas cuantas visitas y como siempre hemos salido encantados.
La anterior crítica ya describe el lugar por lo que no voy a insistir en ello.
Nos hemos dejado aconsejar por Nagore y ella ha decidido lo que íbamos a cenar y la verdad es que ha acertado de pleno.
Como aperitivo tartar de atún, muy rico y en su justo punto.
Luego como entrantes, kebab de verduras y gyozas de manitas y vieiras, enplatado individualmente, también muy rico.
Mojarra a la plancha con txanpis y pimientos rojos, no hemos dejado ni una migaja.
Especial mención al pan, variado, de maíz, uno incluso picante que a la ración de almejas que nos han regalado le daba un toque ideal.
Dos medias raciones de sus estupendos postres, mi chica un tiramisú y yo un postre cien por cien cacao con helado, que estaba, como a mi me gusta, dulce-dulce. Para beber hemos tomado un riesling white guerrilla. Había leído alguna crítica que lo "amoscataba" un tanto pero la verdad es que no hemos encontrado ese recuerdo a moscatel por ningún lado. Igual es que tenemos la nariz y la boca un tanto estropeadas. No lo volveré a pedir; he bebido ruedas más baratos y mucho más agradables. Pero hay que probar de todo.
Nos han sacado la cubitera al momento, las copas de un tamaño muy majo y nos lo han ido sirviendo en su justo momento.
Un Px piedra luenga para rematar la cena, de este vino poco tengo que decir, me hace cerrar los ojos y disfrutarlo de veras.
Así que, como siempre, hemos salido contentos, la atención estupenda, la comida rica y un precio que hace que sin reserva no sea nada fácil encontrar mesa.
Creo que lo estais haciendo de maravilla, volveremos.

Recogiendo una de las sugerencia que me hizo Bilbis en un comentario (y puesto que Mina se me iba un poco de presupuesto a estas alturas del viaje, lo dejo en pendientes) decidimos visitar Bascook. El restaurante se situa en un antiguo almacen de sales, y la verdad es que el espacio ha quedado realmente bonito. Un interiorismo contemporaneo y urbano que mantiene el recuerdo y el respeto hacia el pasado del local.
Teniamos reserva para las 14:30, pero Bilbao era la segunda de las paradas del viaje estival, y el traslado desde Zarautz, la localización del hotel, descarga de equipaje.... hizo que nos demoraramos un poco, llamé al restaurante para avisar del retraso y ningún problema, atención amable. A la llegada al local el propio Aitor Elizegi, que se encontraba en la zona de recepción, nos acompañó a la mesa.
La carta se presenta en las páginas centrales del periódico Bascook Magazine, original propuesta periodístico-culinaria.Los diferentes platos se dividen en tres bloques: cocina verde, slow food Km 4 (productos del terreno) y traveling mundutik (cocina de maleta con influencia internacional).

De lunes a viernes existe un menú del dia (20 + IVA) compuesto por primero y segundo a elegir entre los platos de la carta señalados con asterisco más postre. Nosotros elegimos los siguientes cuatro platos:
Nigiris de guacamole con muesli de maiz y pipeta de jalapeños.(cocina verde) Fantático.
Huevos rotos,muesli de hongos y ratauille de sihitakes.(cocina verde) Bueno.
Carpaccio de buey + hummus+ crispy salad + pipeta de parmesano (traveling mundutik). Muy bueno, la carne deliciosa, junto a los nigiris el plato que más me gustó.
Bacalao con kokotxas, pil-pil de coliflor y chips de alcachofas (cocina verde). Bueno, pescado en su punto.
Las raciones son cumplidas. Me pareció muy gracioso la presentación de las salsas en pipetas, además de estético te permite ponerte la cantidad justa de salsa según gustos.
Nuestra idea era compartir todos los platos y nos los sirvieron al centro para facilitar su degustación, de hecho al coincidir los dos primeros en la mesa se acercó Aitor Elizegi a disculparse por el descuido (si bien a nosotros tampoco nos importó demasiado es sin duda un muy buen detalle de exigencia del local de cara al cliente). Los dos segundos salieron perfectos, incluso el bacalao lo dividieron en dos medias raciones para mayor comodidad. Atención y detalle más que bueno.
Para beber pedimos el riesling White Guerrilla (15+IVA), bien pero tuve la sensación que fue de más a menos durante la comida.
Café para acabar. (2+IVA)

Postres
helado de pastel vasco.
postre com mumm rose y frutos rojos (no recuerdo bien su composición pero si que estaba buenísimo). Buenos postres.

Lugar bonito e interesante, con una comida realmente buena elaborada en propuestas muy creativas, y con un precio entre semana, con el menú del dia, bastante ajustado. Me lo apunto como referencia para próximas visitas a Bilbao (que seguro que las habrá, nos encanta la ciudad y nos es imposible no volver).