Es mi primer comentario en Verema, a pesar visitar la página y utilizarla como guía desde hace tiempo. Para mí este restaurante es el peor que he visitado en mucho tiempo, puedo estar de acuerdo en que los platos puedan ser obras de arte, y creo que la presentación es importante en la cocina; pero yo no disfrute con el sabor de ninguno, ni siquiera terminé ninguno del trece que componen el menú. No lo recomendaría a nadie que pretenda disfrutar de la comida.

No pensaba hacer comentario pero final me he decidido primero porque necesito contar la experiencia y segundo para comentar que el tema de los menús degustación sin otra opción es lamentable porque condiciona.
Cinco personas; Menú compuesto por cuatro partes, total 11 platos + 2 postres + petit fours a destacar vieiras del atlántico grille y entrecot sin hueso del lomo alto de Angus.
Expectaculares platos autenticas obras de arte... (visual)
Sin historia en los postres; La atención del personal seria y profesional talvez un poco fría, pero comprensible ya que el local estaba con solo dos mesas que por cierto nos colocaron una junto a la otra y al estar vació escuchábamos lo que no importa y la explicación de los platos dos veces, sorprendente el Sr. Sánchez Romera que paso delante a sentarse en la mesa contigua sin saludar ni buenas noches, (vamos haciendo amigos)
Tomamos dos tintos del Priorat para dar gusto a nuestros invitados, Lo Givot y Clos Manyetes soberbio el primero y a la zaga el segundo no suelo comentar rcp pero por si alguien se decide mas de 200€ x pers,

¡Espectacular! Gran bodega acristalada, cueva para curar los quesos, pequeño invernadero donde cultivan mini verduritas. Única alternativa; menú degustación, pero merece la pena. Presentación impecable, cocción impecable, y degusté uno de los mejores platos que jamás he probado; "pescados de roca con un largo etc..." SENSACIONAL. Te hacen sonreir de satisfacción con platos como una sopa de verduras liofilizadas presentada como una tabla de ajedrez. Es cierto pero, que el servicio del vino no llega a la altura de la cocina. Merece sin duda una segunda estrella, si comparamos con otros galardonados.
¡Felicidades a todo el equipo!

Preciosa masia con bello jardín a la entrada. Cenamos mi pareja y yo degustación. Previamente tuvieron la gentileza de mostrarnos la angosta cava subterranea donde se curan los quesos y los muslitos de palomo. Un excelente menú, plagado de detalles, con un correcto servicio y una elaboración y presentación cuidada al máximo nivel. Allí bebimos por primera vez el "Colet Assemblage" un cava brut, de color cobrizo, resultado de combinar Pinot Noir i Chardonnay. Un cava tan peculiar que nos tomamos 2 botellas. La cena bien lo merecía. Fué una grata experiencia que recomiendo. Quiero hacer especial mención a la presentación impresa del menú. Es con diferencia la mejor y más documentada de cuantos restaurantes he visitado, que no son pocos. Hace 2 años salimos a 380 los dos (barato no es) pero aún así vale la pena darse el homenaje. Lo sitúo entre los 10 mejores de mi ranking particular.

Comida excelente en un ambiente excepcional: antigua masia decorada con mucho gusto. Restaurante muy, muy tranquilo.

Tienen un único menú el cual te muestran en unas cartas muy bien presentadas y luego te dejan unas hojas impresas para que puedas seguirlo a lo largo de toda la comida con la explicación también del por qué de cada plato. Son raciones muy pequeñitas pero hay un gran número de platos aprox unos 11 pero a pesar de esto te quedas un poco insaciado, también tengo que decir que no acertarosn precisamente con mis gustos en la elección de los ingredientes ya que en algunos platos hay fuertes sabores a mar y productos como ancas de rana. Se le da poca importancia a las carnes cosa que eche bastante en falta. Por supesto todos los platos con unas bonitas presentacione,buenas técnicas y uso de su invención, también mucho colorido sobre todo en un plato que se sirve en tres fases de verduras. En el mundo dulce tampoco me acertaron mucho ya que hay demasiadas cosas saladas para estar hablando de postres , para mi gusto. El vino fué recomendación del somelier, era de la Do Campo de borja no recuerdo el nombre. El total 340 € dos personas con café y copas de vino dulce. La sensación final no fue muy buena quizás por llevar demasidas espectativas de ser muy sorprendidos

Al cabo de unos años hemos vuelto... Ahora no hay opción: solo un menú. Presentación, técnica y calidad fuera de toda duda. Se acompaña extensa explicación para cada plato. Un festival sensorial. El vino mal. Mal para un local de este nivel. El Sommelier desapareció a media cena; la carta ha mejorado bastante, aúnque hay mucho papel para poca referencia (hasta una página para un solo vino). El servicio del vino, a pesar de la ausencia del profesional, bastante bien. Tomamos un excelente y mutante Can Ráfols dels Caus La Calma 2002 (40€= tienda x 2) un pelin caliente al principio pero mejorando con la cubitera y maridando de maravilla con el excelente menú.
Ambiente relajado, lujoso y tranquilo. Café de primera. En total 2 personas 312 euros. Una vez al año no hace daño?

Increible y grata sorpresa, un sitio para disfrutar de los contrastes de sabores y de la nueva cocina. Tomamos el menú degustación (95 euros p/p) y todos y cada uno de los platos fueron exquisitos. El somelier muy atento y nos estvo recomendando con mucho acierto en todos los vinos que tomamos. Decoracion magnífica, inspira tranquilidad y calma. Restaurante imprescindible, y puede ser una dura competencia para el Sant Pau!

Es la tercera vez que visito este precioso restaurante. La técnica culinaria y el servicio profesional siguen siendo sus mejores activos. Siento discrepar con la carta de vinos: hay muy pocas referencias de cada D.O. (entre una y tres con excepción de la Rioja y Ribera que hay algunas más). Los precios del vino desorbitados (x3) y escasean las referencias de menos de 30€;.Hay correcta pero cara selección internacional (muchos franceses de más de 10 años: Estournel 78, Margaux 74, Leoville Barton 83...) Tomamos Coma d'en Pou 2000 por 30€;. Decantado, tomado en copa Schott. De postres un moscatel de Gramona espléndido. El sumiller joven y con ganas de ir a más

Restaurante del cocinero Sánchez Romera, médico neurólogo, inventor del micri (base para las salsas a partir de la mandioca) y autor de la cocina de los sentidos.
Situado en una bella masia, y no apto para los que no sean amantes de la cocina más innovadora.
Cocina de autor, moderna, técnica, espectacular en la presentación (colores, composiciones geométricas), combinaciones de sabores atrevidas, rallando la perfección su filete de cierva con manzana y sobrasada, salsa de casis y damero de especias. Servicio muy bueno.
El vino: carta bastante completa, servicio correcto pero sin más y precios elevados. Ejemplos: Enate Merlot –Merlot 45 €. Aaalto 48 €.
El menú degustación (menú construccionista) 70 Euros.