Al cabo de unos años hemos vuelto... Ahora no hay opción: solo un menú.

Al cabo de unos años hemos vuelto... Ahora no hay opción: solo un menú. Presentación, técnica y calidad fuera de toda duda. Se acompaña extensa explicación para cada plato. Un festival sensorial. El vino mal. Mal para un local de este nivel. El Sommelier desapareció a media cena; la carta ha mejorado bastante, aúnque hay mucho papel para poca referencia (hasta una página para un solo vino). El servicio del vino, a pesar de la ausencia del profesional, bastante bien. Tomamos un excelente y mutante Can Ráfols dels Caus La Calma 2002 (40€= tienda x 2) un pelin caliente al principio pero mejorando con la cubitera y maridando de maravilla con el excelente menú.
Ambiente relajado, lujoso y tranquilo. Café de primera. En total 2 personas 312 euros. Una vez al año no hace daño?