Restaurante Mar d'Avellanes en Valencia
Restaurante Mar d'Avellanes
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
18,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos todo el día y Lunes noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
29 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
8.4
Huevo a baja temperatura con migas,jamón y espuma de trufa
Confit de pato
Tarta limón
Meloso marinero
Tosta de boletus, cebolla e ibérico
Pulpo parrillado
Opiniones de Mar d'Avellanes
OPINIONES
60

Pues he vuelto a comer en este restaurante y del cual ya he puesto algunas reseñas. Tomé el menú del día y una vez más me sorprendió lo acertado de la combinación y de la elaboración. Tenían tres entrantes: una ensalada tibia de boletus, una minihamburguesa con chips de yuca y un salmorejo, todo muy sabroso y bien presentado y cambiando los cubiertos entre plato y plato. El plato que más me impresionó fue el segundo, un arroz meloso de pollo con alcachofa. Había oído hablar de los arroces del lugar pero nunca me decanté por ellos hasta hoy. Creo que fue la elección perfecta. La cremosidad del arroz, no era líquido el caldo, más bien era espeso y sabroso con el punto de la alcachofa, fue espectacular. No suelo tomar arroz porque ya es un plato que me tiene aburrido en estas tierras, pero no creí que llegara a sorprenderme hasta ese punto. Acabó la comida con un mouse de chocolate y café. Con agua y copa de vino blanco, 21 euros.

Llevaba un par de intentos de reserva a última hora no fructífera en este céntrico restaurante de la calle avellanas. A la tercera fue la vencida por lo que ciertamente iba con ganas. El local no es muy cómodo, en distintas alturas y compuesto por diversas estancias a modo de microcomedores con mesas demasiado pegadas.

Variedad de sillas y mesas con una decoración moderna que no me disgustó. Tienen un serio problema con el olor a cañería que te recibe nada más abrir la puerta, por lo que la primera impresión no es agradable. Es el problema de ser un semisótano en un edificio antiguo del centro. Durante la cena ya no se percibe.

Respecto a la comida, disponen de un menú degustación por 26,50, compuesto por tres entrantes + pescado + carne + sorbete + postre. Con cerveza, agua y un riesling Dr. Loosen Bros 2012 (18 €).

Para Compartir:

- Ensalada de clóchinas
- Carpaccio de ternera con vinagreta de piñones
- Huevo a baja temperatura, con migas, jamón y aceite de trufa

Segundos:

- Merluza gratinada con espinacas
- Costillas ibéricas con parmentier de setas y hortalizas

De postre entraba un pastisset de boniato que tuvierno la amabilidad de cambiar por un coulant de chocolate sin más.

Muy bien la ensalada, el huevo a baja temperatura y sobretodo la merluza. Bastante flojas las costillas, muy secas y acompañadas por el parmentier que tampoco ayudaba a pasarlas.

En definitiva, la carta no es un derroche de creatividad precisamente, pero al precio que ofrecen el menú, es más que correcto. Recomendable mientras mantengan esa RCP.

Bastante tiempo sin ir a Mar de Avellanas. Del entorno esta todo dicho, con lo cual , lo que se diga es redundar.
Menu de 26,50 euros, consistente en :
Entrantes al centro
Ensalada de salmon marinado con frutos secos y miel Buena, fresca y agradable.
Carpaccio de ternera correcto. Bien cortado y bien sazonado con sabor alto
Huevo a baja temperatura , sobre cremoso de patata, jamon y migas Excelente. Perfecto el punto del huevo y perfecta la textura del cremoso. para copmerse una docena. Los contrastes, tanto de sabor como de texturas, conseguidos totalmente

Platos individuales
Merluza sobre crema de berenjena ahumada Muy buen pescado , muy bien hecho. Piel crujiente y firme con merluza que se desmigaba en bloque. La berenjena bvuenisima con un punto ahumado final que bre las papilas

Cordero con crema de setas Cordero de sabor muy alto con una ejecucion rozando la perfeccion. Tierno, jugoso, potente , con justo sabor de la grasa infiltrada sobre una reducción perfectamente hecha que aumentaba y potenciaba el sabor. Muy buen plato.

Postre
Texturas de chocolate Bien resuelto , aunque quizas faltara más potencia en el cacao, pero , tengo que reconocer que a mi me gusta muy fuerte y, de forma habitual, a la mayoria de la gente no le gusta cacao fuerte.

Pan de tres clases (aceituna, blanco y cereales) correcto. Muy buen cafe
Carta de vinos , segun parece remodelada hace poco tiempo. No puedo opinar , porque no la vi. Nos dejamos guiar por Vivianne , a la cual conociamos del antiguo Envero, y sabiamos de su profesionalidad contrastada. Buen servicio del vino con copas y temperaturas correctas y adecuadas.
Muy buen servicio de sala. De forma mayoritaria nos atendió una camarera muy diligente, muy rapida y , siempre con una sonrisa en la boca. De verdad que da gusto cuando te atienden asi. su atencion mejora un punto el entorno
Hace dos años y medio más o menos nació Mar de Avellanas. Y su nacimiento supuso la ruptura total del mercado en su momento. Era impensable el poder comer lo que aqui te daban al precio que cobraban. Rompió esquemas, mercado y conceptos. No recordaba yo ningun otro local que tuvieras que llamar con tanta antelación para poder tener mesa. Poco a poco apareciereon otros restaurantes adecuandose al precio que habia marcado Mar de Avellanas. La oferta se diversificó , pero este restaurante sigue llenando. No en las proporciones anteriores es cierto, pero sigue llenando. ha cambiado de cocineros y sigue llenando. ha cambiado la sala y sigue llenando. Muchas veces , lo dificil no es llegar sino mantenerse. Ellos han llegado y se mantienen. Con cambios, con competencia, siguen estando en la cresta de la ola. La unica explicación que se me ocurre es que su enorme fe en sus posibilidades, su creencia firme en su forma y manera de hacer y entender la gastronomia, es la base inamovible sobre la que asienta su filosofia. Y esta clarisimo que les ha dado y les da excelentes resultados.
Mi unica duda es , si en su evolucion, sin renegar de su estilo , seran capaces de abrir o dejar abierto un nicho por lo menos , para un escalon superior. Emho creo que hay materia prima para subir ese escalon. Echo de menos el que , con independencia de que su grueso sean los menus que a diario hacen, dejen abierta una posibilidad a la realización de unos menus superiores. Creo que , una vez establecida las bases solidas de su proyecto,y sin renunciar a ellas pueden ser capaces de evolucionar y buscar y abrirse un hueco en un segmento superior. No me queda duda que capacidades profesionales tienen y , me gustaria pensar que ambicion no les falta (el fichaje de una profesional en sala como Vivianne asi lo parece indicar). Esta claro que ese cambio no puede hacerse de forma brusca (y más con las condiciones sociales actuales), pero , quizás si pueda ser gradual. Seria una pena que no se desarrollara todo el potencial que se vislumbra por detras. Seria una pena para ellos y para los que nos gusta comer en Mar de Avellanas (por lo menos para algunos)

El precio es sin vinos.

Leo con interés los comentarios de otros intervinientes, y debería sospechar que estamos refiriéndonos a establecimientos distintos.

No es la vulgaridad ni el suministro industrial alimenticio de la zona, por lo que me sorprende las fantásticas alabanzas, respetables, pero que ahora no comparto. Tal vez sea alguna de las variables que influyen en la actividad hostelera, pero el resultado después de levantarme de la mesa es de decepción.

No obstante, sigue siendo una de las mejores opciones de alimentarse por la zona, a un precio moderado. Y si resuelven el problema de hedor de alcantarilla en todo el establecimiento, mejor que mejor.

Cena romántica martes por la noche. Pedí mesa en el salón interior y me dejaron escoger a mi gusto. Mientras esperaba a mi pareja, se acercaron dos veces a ofrecer un aperitivo pero una vez llegó el segundo comensal tardaron en dejar las cartas y tomar la comanda. Pedimos menú degustación y recomiendo la opción pues te aseguras la frescura de la materia prima. Hay cuatro referencias de Cava (2 valenciano, 2 catalán) y tres de Champagne. Fallaron cuando estaba dispuesto a degustar un Perrier Jouet. Los precios de los espumosos están bastante comedidos. Finalmente, Pago de Tharsys Milésime Reserva, la primera botella falló en el descorche y "bautizaron" la mesa pero fueron diligentes en cambiarla. El cava muy frío y bien servido.
Tres entrantes a compartir: ensalada tibia de raya (sustituída por bonito y creo que sale ganando el plato): bien, mousse de foie con compota de manzana, espectacular y el tercero huevo cocinado a baja temperatura con crema de patata, muy bien.
Como platos principales, bacalao al pil pil de guisantes, cocinado en su punto y un plato de cordero que encontré algo grasiento pero muy bien elaborado y presentado.
Doble postre con un sorbete poco alcoholizado y "tierra" que son galletas trituradas, chocolate fundido, helado y trocitos de frutas.
Servicio entusiasta que alababa nuestras decisiones de comanda y bebida. Aunque no como pan, insistieron en dejármelo y ahí se quedó.
Bonito entorno, cambiaron tres veces los cubiertos más los de postre. Cristalería justita pero correcta. El menú degustación lo tienen a 26,50 y me parece muy buena RCP.

Local ya descrito y que hacía tiempo que no visitaba. Se han acabado los tiempos que tenías que reservas con más de 15 dias de antelación. Había varias mesas vacías y aquellos grupos de mujeres solas de 30-55 años que llenaban el local, han desaparecido; quizás están en Vuelve Carolina, cuestiones de modas; ahora predominan las parejas y alguna comida de trabajo.
También ha cambiado algo el servicio que ya no está con tanta sonrisa y pendiente de si ha gustado o no; tampoco hay ofrecimientos de chupitos, mistela, repetir café...parece como si hay que acabar. No obstante muy correcto y bien, pero con sensación de que no hay que conseguir nuevos clientes.

Entrada con papas por cortesía con una copa de blanco Elebe 2012 (única opción), una cerveza de presión y una cocacola zero; luego seguimos con vino tinto para comer con un muy buen 12 Voltios 2011. La carta de vinos (y comida pues está toda junta) tiene varias opciones clásicas y actuales de diferentes DO: por encima de la media y con un aceptable sobreprecio aproximado del 50%. Buenas copas y servicio de catar y a la mesa.

En comida nos fuimos al menú por iniciativa del camarero aunque con una pequeña variante. hay para elegir segundos y se comparten los entrantes que eran: ensalada de hortalizas y vinagreta de mostaza bien ensamblada, buena cantidad y variedad que debe tener una ensalada, sin pasarse de vinagre. Tosta de boletus con jamon: muy básica aunque bien de sabor tanto las setas como el jamon pero la presentación muy básica. Crepinet de pescado, interesante, bien presentado un poco falto de sal pero interesante.

De segundo o principal para elegir optamos por una alternativa: bacalao fuera de carta en escasa ración pero bueno. Los otros dos elegimos el arroz meloso de congrio: muy, muy bueno, sabroso, en su punto de coccion, buena ración; un éxito. Se quedaron sin probar la merluza gratinada con espinacas y el codillo con parmentier y setas.

Al postre uno de brownie normal. Piña en texturas bien y agradable. Se quedó sin probar la espuma de calabacin con frutos secos.
Cafes x 3 más un poleo del tiempo. Una botella de agua Numen (buena marca).

Sensación de que la cocina sigue bien. Sensación de que hay que buscar los clientes que sustituyan a los que se han ido.

Ya he ido otras veces. Ahora, coincidiendo con la vorágine fallera que casi nos engulle en la ciudad del Turia, hemos pasado por el restaurante de nuevo. Los lunes suelen tener el menú del día, depende de como esté el mercado. Destacaría la tosta de vieira, un lomo de bacalao con cebolla y verduras caramelizadas, con la piel tostada formando una costra (realmente genial, aunque reconozco que el bacalao es una de mis debilidades gastronómicas), y de postre brownie. Mi acompañante optó por una carrillera, de la cual tuve suerte de probar un poco. La melosidad y textura (se cortaba suavemente con el tenedor sin necesidad de cuchillo) eran perfectas. Con café, copas de vino y aguas salimos a 18 euros por comensal. Muy buen precio, un menú ajustado y sabroso, y el local y el trato perfecto. Volveremos.

Hemos ido 3 veces ya y siempre pedimos el menu degustacion, la verdad es que es uno de mis restaurantes favoritos en Valencia.

El sitio es bonito y tranquilo, la atencion inmejorable y la comida de un nivel muy alto para su precio.

No dejeis de probar el huevo a baja temperatura, para mi impresionante.

Un usuario me ha sugerido que ponga mas detalles sobre mi visita a mar de avellanas y con mucho gusto lo hago:

Al sentarnos nos pedimos una cerveza y un vermut, el vermut fue uno Valenciano muy dulce riquísimo.

Pedimos el menú degustacion que consistió en:

- Ensalada de bonito con sésamo y soja. Buena

- Mejillón tigre. Montado en vaso por capas, para comer con cuchara
muy rico y sorprendente.

- Huevo a baja temperatura sobre cremoso de patata migas y jamón,
ESPECTACULAR

- Bacalao con ligero pil-pil y berenjena a la llama. Bueno

- Secreto ibérico con patatas y aceituna negra. Exquisito!

- Sorbete

- Crema inglesa con frutos secos garrapiñados, tb muy bueno.

Como dije la sensación es muy buena y no de ja de sorprender el precio en relación con la calidad.

Tras leer comentarios favorables, decido llamar para cenar ayer, pendando que estaría completo y tendría que reservar para la semana próxima. Mi sorpresa fue que había mesa libre ( y otras 5 ó 6 más ). Imagino que la mayoría salís a cenar de Jueves en adelante.
Habíamos elegido cenar a la carta y, cuando íbamos a pedir, nos preguntaron por qué no habíamo selegido el menú. Tras explicar que un par de platos no nos atraían demasiado, nos dieron opción de cambiarlos y / o adaptarlos y así lo hicimos. Lo acampoñamos de un Pago de Capellanes a temperatura de cava perfecta( 30 € ). Sin sorpresas como cobrar el servisio, el pan ( que repusieron lo necesario ) y esas cosas ahora tan de moda. Tanto la cena como el postre, exquisitos. Quizás un poco demasiado abundante para los que hacemos 5 comidas al día.
La única nota discordante fue al final de la velada, cuando pedimos un Gin Tonic de London para compartir: los sacaron ya servido y en copa de vino: no hubo opción a indicar si se quería más o menos cargado ni a elegir el tipo de tónica. Creo que una copa en este tipo de restaurante debe servirse en la mesa a la vista del cliente. Cosataba 9 €.El menú por persona costaba 26 €. Se aáden una cerveza. el vino, 2 cafés y el Gin Tonic.

He ido unas cuantas veces y lo habría hecho bastantes más de no encontrarme muchas veces cuando llamo con el "completo". No quiero extenderme pues está perfectamente reflejada la cocina tan exquisita y creativa a precios realmente ajustados que ofrecen pero sin duda recomendarlo encarecidamente. Eso si, hay que llamar con antelación para evitar sorpresas.

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