Tras la buena experiencia en el Restaurante a la carta El Burladero el día anterior, decidimos volver a cenar pero esta vez al gastrobar.
La decoración es una mezcla de diseño de vanguardia y de tradición andaluza. Escenifica los burladeros de las plazas de toros junto a los cuales están situadas y fijadas las mesas,en las paredes hay cuadros tintados de rojo y de gris representando escenas taurinas. Mesas desnudas, servilletas de papel, copas correctas. El Servicio es bueno aunque no a la misma altura que el del restaurante a la carta.
Mientras decidíamos las tapas/raciones que íbamos a tomar nos trajeron unas aceitunas, unos picos y un poco de aceite de oliva para degustar.
MC tomo para empezar una ración de Boletus, huevo y crema de patata trufada Bueno
Yo comencé con una tapa de Tortillas de camarones , totalmente insípidas y harinosas, de las 2 que me sirvieron solo pude comerme una.
MC siguió con una ración de Saco de atún con soja, incomible, saladisimo. Llamamos al camarero y al comentarle la problemática del plato nos propuso inmediatamente el cambio de este y nos presento sus excusas.
MC tomo pues el mismo plato que yo había escogido de segundo, es decir un buen plato de cuchara, garbanzos guisados con carabineros. Muy buen plato, los carabineros fresquísimos y los garbanzos tiernísimos. La deliciosa salsa de marisco en la que bañaban los garbanzos desapareció rápidamente gracias a un elegante juego de pan y cuchara...
Regamos la cena con un Albariño, del que no recuerdo la referencia (mil disculpas!!) y terminamos con 2 buenos cafés y mignardises.
Precio por persona 27,38€. RCP mediocre
Ligera decepción por su cocina muy irregular... Preferimos el Restaurante a la carta.
Comenzamos nuestra ruta gastronómica sevillana el miércoles 14 de noviembre en El Burladero, restaurante del hotel Gran Melia Colon, donde estuvimos alojados durante nuestra estancia en Sevilla. Como estábamos un poco cansados de habernos pateado la ciudad y mi hija se fue a cenar con unas amigas, decidimos ir al restaurante que nos caía mas cerca.
El Burladero se encuentra situado en la planta baja del hotel y esta abierto al público en general. Está dividido en dos partes, una que corresponde a lo que podríamos denominar el gastrobar(bar de tapas andaluzas puestas al día) y la otra al restaurante a la carta, de cocina un poco mas elaborada. Aquí voy a hacer un comentario sobre el restaurante y posteriormente lo haré del gastrobar al que fuimos al día siguiente. Todo el complejo está dirigido actualmente por el chef Javier Rico Martin, a su inauguración estuvo dirigido por Dani Garcia.
Para llegar, hay que atravesar el bar de tapas. La sala es pequeña, acogedora, bien dispuesta, con las mesas bien vestidas, buena vajilla y buenas copas. Ciertas mesas están mejor separadas que otras, aunque pienso que la sala pude agrandarse en función de los eventos. El Servicio es impecable, atento y muy personalizado (como ocurrió en mi caso al estar alojado en el hotel). El servicio del vino es bueno, la carta no es muy larga.
Para empezar nos ofrecieron un aperitivo que consistía en unos saquitos de mariscos excelentes y en una degustacion de aceites de Priego de Córdoba al natural, a la vainilla y al tomate , los dos últimos elaborados por el restaurante. Muy buenos.
Empezamos la cena compartiendo, en medio de la mesa, un Tartar de atún de almadraba, muy bueno.
A continuación MC tomó unos calamarcitos a la plancha con alioli y mermelada de pimiento que sin ser excepcionales, estaban buenos.
Yo, no pude resistir la tentación y pedí un < b>Pulpo asado con aroma de tomillo, puré de patatas y ajada. Muy, muy bueno...
Como postre compartimos una tarta de queso que no estaba mal.
Terminamos con dos buenos cafés y mignardises.
Regamos la cena con un Marques de Riscal (Verdejo) y una botella de agua. El pan fue aceptable.
Precio por persona 36,25 €. Buena RCP. Nosotros pagamos en realidad 26,25 €/persona, pues al ser poseedor de la tarjeta Melia Rewards, tenia un crédito diario de consumición de 20 €, pero tomo en cuenta el precio real.
Si se está por la zona, pienso que se puede tentar la experiencia. Es un restaurante que te permite comer bien por un precio correcto y eso no es tan fácil en Sevilla... Figura en la guía Michelín
Para evitar confusiones, visitamos la zona del "gastrobar" (sic), no el restaurante (aunque comparten el local en los bajos del Hotel)
Algo harto de ir tropezando con cierta...medianía en Sevilla a la hora de comer, he de confesar que este establecimiento me reconcilió con la restauración para un bolsillo medio en Sevilla.
Lo primero: el local en sí; en los bajos de un hotel de lujo, decoración moderna, oscura y en cierta forma extraña reconfortante. Las mesas de la zona de tapas altas y con asientos asímismo muy altos, pero cómodos. Ambiente desenfadado pero con cierta sofisticación.
Fuimos 4 comensales y como la idea era darnos un merecido homenaje a base de múltiples bocados, optamos acompañarlo con un cava brut nature, un Agustí Torelló, como siempre fantástico y con buen precio respecto a lo que se encontraría en bodega. La carta de vinos era bastante corta, pero dado el tipo de cocina me parece bien que huyan de cierta extravagancia y se centren en pocas referencias. Además, ofrecen la posibilidad de degustar varios vinos por copas. (Además de la botella de cava, tomamos en copas un Azumbre, blanco, elección mía y he de decir que me equivoqué profundamente-mea culpa- y dos copas de vinos de postre: moscatel con naranja (...) y un Inca PX, convincente.)
No quiero aburrir detallando tapa a tapa lo que comimos; cayeron 12 tapas y raciones y todos los postres de la carta (tan sólo 4 variedades), y el nivel medio era sorprendente, con algunos momentos francamente excelsos (como el salpicón de marisco, suave, a base de bogavante; o la burger bull, mini bocado de rabo de toro muy acertado, o las vueltas de tuerca, respetuosas, a tapas clásicas como los huevos a la flamenca o..., en fin, mejor probarlo). En resumen, para disfrutar comiendo e investigando. Buen café y nada caro, por cierto.
Servicio: cordial, atento y muy muy preocupado por que todo estuviera a nuestro gusto.
Total: 145 euros los 4, algo más que razonable, y que convierten al Burladero en un punto de referencia para futuras excursiones a la ciudad.
Local que me llevaron por la ser uno de los mejores en Sevilla en el apartado de los vinos, pero cuando llego me encuentro con una carta con precios con x3 o x 4 e incluso x5 y con 6 o 7 referencias a copas, un par o tres riojas, por un estilo de la Ribera del Duero y me parece recordar que un albariño.
El local es muy bonito, bien insonorizado, una buena bodega acristalada, el servicio es correcto, buenas tapas, pero sigo insistiendo que en un local que en su cartel pone vinos y tapas debería mimar más al vino. Como comentario, ninguno de los vinos que tenían en la carta indicaba la añada.
Tomamos;
Pan y picos para 3 personas, 2 cruzcampo sin alcohol, 1 copa de Ribera del Duero Semele, dos lasañas de boquerones (muy buena), 1 tapa de la “Nueva Ensaladilla” también exquisita, pero las huevas eran irrompibles, 1 pastel de cabracho bastante rico y una tapa de huevas de chocos que también estaba muy rica.
El precio con IVA ascendió a 28,10€
Al entrar en Burladero nos encontramos con un local desenfadado, bodega climatizada expuesta el publico, barra-mostrador con las tapas frias ya preparadas como si de una pasteleria se tratara y habitacion acristalada para albergar el espacio de corte de jamón, nos recomendo un amable pero un poco serio camarero, tomamos gazpacho de cerezas y taco de foie con queso, no se si la ultima vez que probe estos dos platos, estaba en otro entorno y mas dispuesto a dejarme llevar por la cocina de Dani o que de verdad eran mejores. Seguimos con una tapa de ensaladilla, salpicon de marisco, croqueta de chorizo, mollete de chorizo con cahalota confitada de sabores divertidos, cola de toro y unos huevos a la flamenca, de postre tomamos el tarro de pestiño. Tres cervezas, y un cafe 56.20
en cuanto al vino carta sin revisar tenian muchas referencias en la cava y no existian en la carta nadie quiso vendernos vino, ¿para llamarse tapas y tintos, no seran por los vinos por copas? tenian solamente un blanco, un rosado, dos tintos, y un cava por copas, eso si a un precio carisimo. ¿porque siempre lo mismo en los hoteles de 5*?
Tras la profunda remodelación del hotel el "nuevo burladero" pasa a manos de Dani García (al menos pone su firma) y eso se nota. Carta de tapas y medias raciones que conjuga los clásicos del tapeo andaluz con guiños a la cocina moderna, sin grandes pretensiones de innovación, aunque reinterpretando muchos de los platos. Ravioli de patata con rabo de toro, menudo, ortiguillas (en su punto de fritura), salmorejo, huevo a la flamenca, ensaladilla de salmón ahumado, saltimboca (lo más flojo) y alguna tapa más que seguro me dejo.
Hay que volver y seguir explorando la carta.
Es el restaurante del Hotel Melia Colón. Como todo el hotel esta decorado con temas taurinos. La comida está bien: típicas entradas jamón, gambas de Huelva y destacable el medallón de cordero. La carta de vinos parece la de una tienda de aeropuerto para turistas, las copas un desastre y el servicio lento y malo. Por lo mal que tratan al vino creo que no se merecen más de 3 puntos sobre 5. Además muy caro.
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