Para finalizar mi comentario anterior y tal como anuncié, paso a detallar nuestras cenas a la carta del viernes y del sábado 26 y 27 de mayo.

El servicio de sala y del vino siguió en la misma buena tónica que el primer día, aunque el sábado se resintió un poco al principio dado que habían tenido un banquete de boda al mediodía en su restaurante anexo para estas celebraciones, y el personal hacia poco tiempo que había finalizado ese servicio pero cogieron el ritmo rápidamente.

Fuera de menú, evidentemente ni el agua ni los cafés están incluidos en el precio. Es curioso el sistema del servicio del agua, que no te cobran evidentemente si no la tomas, pero si lo haces, el servicio cuesta 3 euros/persona y puedes tomar cuantas botellas seas capaz de beber...

Voy a hacer pues un mix de las dos cenas:

Aperitius Aperitivos.

Aperitivos totalmente distintos de los tomados en el menú degustación e igualmente diferentes en las dos cenas, lo que me parece muy importante de destacar. Todos fueron de una gran calidad, tal vez resaltaria el trampantojo de las cerezas con tierra (época de cerezas) que eran en realidad unos deliciosos bocados de foie-gras .
Las fotos de todos los aperitivos pueden verse en el primer comentario.

De primeros tomamos :

La primera noche :

Cranc Blau, esqueixat, celeri, carxofes i emulsió de la seva coral (foto abans de l'emulsió) Cangrejo azul, desmigado, celerí, alcachofas y emulsión de su coral (foto antes de la emulsión) y desprès de l'emulsió después de la emulsión. MC lo tomó la primera noche y yo lo hice la segunda. Un platazo de gran finura. De 10.

Guisat de fesolets, de Santa Pau, amb tripa de bacallà, tomàquet confitat, emulsió de caviar d'avruga i gamba de la costa Guiso de Alubias, de Santa Pau (Garrotxa) con tripa de bacalao, tomate confitado, emulsión de caviar de avruga y gamba de la costa. En la foto pueden verse las manos enguantadas del camarero "explotando" las cabezas de las gambas y vertiendo su contenido sobre el guiso. Delicioso, una explosión de sabor.

La segunda noche :

Cranc Blau, esqueixat, celeri, carxofes i emulsió de la seva coral Cangrejo azul, desmigado, celerí, alcachofas y emulsión de su coral. El mismo plato que la noche precedente, pero esta vez fui yo el afortunado.

Esmorzar de ric : parmentier, foie, salsa de carn , ou d'ànec i tòfona Desayuno de rico : Parmentier, foie, jugo de carne, huevo
de pato y trufa. MC disfrutó de lo lindo. Una gran elaboración de consistencia

De segundos tomamos:

La primera noche,

Colomi rostit , amb salsa d'au, nyoquis,cilindre de pa amb foie i la seva munició Pichón asado, con salsa de ave, ñoquis, cilindro de pan con foie y su munición. Perfectamente elaborado, MC lo encontró muy bueno.

Llamantol amb envoltori, amb el seu suc embolicat en làmina de calamar, sobre fulles de bleda, velouté d'américana i fils de pebrot tagrashi Bogavante con envoltorio, en su jugo envuelto en lámina de calamar, sobre hojas de acelga, velouté de americana e hilos de pimiento togarashi. Palabras mayores, excepcional, de buen tamaño. De 10.

En el primer comentario aparece la foto de la presentación del bogavante y del cangrejo azul vivos

La segunda noche :

Llamantol amb envoltori, amb el seu suc embolicat en làmina de calamar, sobre fulles de bleda, velouté d'américana i fils de pebrot tagrashi Bogavante con envoltorio, en su jugo envuelto en lámina de calamar, sobre hojas de acelga, velouté de americana e hilos de pimiento togarashi. Esta noche fue MC quien disfrutó con el crustáceo decápodo marino.

Llobarro salvatge amb salsa de miso, puré de celeri, remolatxa i rave acompanyat amb aire de te ( Ver foto en el primer comentario) Lubina salvaje, con salsa de miso, puré de apio, remolacha y rábano acompañado con aire de té. Bien preparada, en su punto de cocción y muy sabrosa. La foto, algo movida, no refleja bien la calidad del plato.

El pan, siempre muy bueno.

El postre, ambas noches lo compartimos, pero tuvieron la delicadeza de servirnos 2 postres y obsequiarnos con uno de ellos.

La primera tomamos :

Simfonia de citrics de Xerta ( Les textures dels citrics de la nostra horta) Sinfonia de citricos de Xerta (Las texturas de los citricos de nuestra huerta. Delicioso

y la segunda :

Ficus Un postre en homenaje al gigantesco Ficus del jardin, que nos ofrecieron en "avant-première" antes de hacerlo aparecer en la carta. Un postre de 10 tanto a nivel visual como de texturas y sabores.

Las dos fotos de los postres aparecen en el primer comentario

Para beber tomamos, agua a discreción y una botella de vino blanco crianza en cada cena.
La primera fue un Avi Arrufi Blanc 2013 DO Terra Alta Celler Piñol , cepajes 100% Garnatxa blanca. Viñas de 55 años. Crianza de 7 meses en barricas de roble francés con battonage cada 15 días de sus lías finas. Reposo durante un año en botella antes de salir al mercado. Vino que recuerdo muy potente y sabroso, mineral, muy largo en boca.
La segunda fue un Josep Foraster blanc selecció 2013 DO Conca de Barberà Celler Mas Foraster (Montblanc) Cepajes : 10 % Chardonnay, 40 % Macabeu, 50 % Garnayxa blanca. Cultivo ecológico. Combina un 50% del mosto fermentado en barrica de roble francés y un 50% en depósitos de acero inoxidable. La parte fermentada en barrica tiene una crianza de 6 meses. Lo recuerdo muy equilibrado, largo en boca , mineral y refrescante.

Ambas noche, las finalizamos con 2 buenos cafés, con petits-fours (cada noche con algo distinto)

La cuenta media ascendió 95 €/persona. Muy buena RCP. Excelente cocina del Delta de l'Ebre puesta al dia por la cocina creativa del Chef Fran Lopez. Gran experiencia gastronómica y también humana, durante los 3 noches que duró nuestra estancia en su hotel, gracias a la simpatía de todo el personal del hotel, de la sala y por el acercamiento del chef , quien el último día, el domingo por la mañana cuando ya estábamos en el parking a punto de marcharnos vino a despedirnos. Muy recomendable, y como dije en el primer comentario, aun mas si se puede compaginar con una estancia en el hotel. Cuando volvamos a Terres de l'Ebre, volveremos .

Fin de nuestra estancia en el Delta de l'Ebre para dirigirnos al Baix Ebre y mas concretamente a Xerta, a donde ibamos a pasar tres dias, alojados en el Hotel Villa Retiro y disfrutar de su restaurante del mismo nombre, antiguamente conocido como el Torreó de l'Indià, galardonado desde el año 2009 con una estrella Michelin y también con un sol Repsol.

El hotel y el restaurante están situados en una gran propiedad en las afueras de Xerta, el primero en un palacete modernista de tipo colonial diseñado por el arquitecto Josep Maria Fonseré i Mestre, en1890 y catalogado como edificio modernista de interés arquitectónico y el segundo en las antiguas cocheras de la propiedad. Ambos han sido restaurados y puestos al día con un gusto exquisito.

Al frente de los fogones del restaurante se encuentra el Chef Fran Lopez, el Chef mas joven a haber obtenido una estrella Michelin con solo 25 años y ahora con 33, poseedor de dos (por separado) una en el restaurante citado y otra desde el 2016 en el restaurante Xerta de Barcelona, que tuve la ocasión de visitar el 30 de diciembre pasado. La cocina que elabora Fran Lopez, es creativa, de mercado, de proximidad y sobre todo se basa en la cocina tradicional del Delta de L'Ebre de donde es originario. De una familia de restauradores, hizo sus estudios de cocina en la Escuela Hoffman de Barcelona y antes de abrir el hotel y el restaurante conjuntamente con su hermano en el 2006, estuvo trabajando durante tres años en Paris, con el Chef Alain Ducasse en el Plaza Athenee. He tenido la ocasión durante mi estancia de hablar varias veces con él sobre cocina y gastronomía y he podido transmitirle de viva voz nuestra mala experiencia vivida en el entorno del restaurante Xerta de Barcelona y relatada en mi comentario de Verema.

El restaurante, se encuentra ubicado en el fondo de un exuberante jardín tropical, en el primer piso de las antiguas cocheras. Al entrar en el hall de bienvenida del restaurante y antes de subir se puede apreciar un inmenso pozo en cuyas paredes se entrelazan como las garras de un águila las gigantescas raíces de un gigantesco ficus situado entre el hotel y el restaurante.

La sala principal debe tener una capacidad para unos 50 comensales, esta decorada en tonos claros, es elegante y sus columnas en ladrillo a la vista y sus vigas de madera aparente le dan un cierto cachet. Al fondo de la sala una gran cristalera nos permite visionar lo que pasa en la cocina. Las mesas están bien vestidas con buena mantelería, vajilla y cubertería, copas y vasos Riedel. Están bien separadas las unas de las otras. El Servicio de sala y del vino está dirigido por el sumiller Javier Campo. El servicio de sala lo lleva a cabo un excelente camarero, es bueno y profesional, cuentan con la ayuda de dos o tres "stagiaires" procedentes de la escuela de cocina del restaurante ubicada en la misma propiedad. El servicio del vino fue muy bueno, presentación, descorche, primera cata y seguimiento impecable del llenado de copas. Tiene una carta de vinos con mas de 600 referencias y quisiera añadir que son los propietarios del Celler Pagos de Hibera situado en la Catedral del Vi de Pinell de Brai con DO Terra Alta.

Hecho este pequeño preámbulo paso a detallar nuestra primera cena en el restaurante el jueves 25 de mayo, con todas las mesas ocupadas.

Como en cada primera ocasión que visitamos un restaurante optamos por el Menu degustación, a 74,80 €/persona, agua, cafés y mini-dulces incluidos.

Las fotos de los 4 aperitivos, asi como un plato del postre, 2 panes y los petits fours, debido a que Verema solo permite publicar 6 links de fotos directas en cada valoración, aparecerán en el 1er comentario

Aperitius Villa Retiro Aperitivos Villa Retiro

El primero a base de caracoles de mar nos fue servido emplatado y los otros tres sobre una reproducción en hierro del Delta de L'Ebre... en la que Mejillones, Ostras, y otro aperitivo, que, me disculpo, no recuerdo lo que era aun mirando la foto, hicieron de perfectos anfitriones del Delta. Muy buenos productos

Platos salados :

Festival de Colors Festival de Colores. Cromatismo de verduritas, con puré de hinojo y crema de remolacha al yuzu, caballa y botarga. Buena presentación y Buenos productos.

Ibèrics i carbassa Ibéricos y calabaza. Crema de calabaza con setas de temporada, consomé de ibérico, chicharrones y crujiente de jamón. Diferentes texturas y sabores dulces y salados. Un plato excelente.

Arròs Esperança Arroz Esperanza. Arroz cremoso con clorofila de albahaca y estragón, pato de cuello verde y salsa de ciruelas y pasas. Curioso el arroz verde, como el color de la esperanza. Punto perfecto de cocción. Muy bueno.

Peix de Llotja Pescado de Lonja. Ese día fue Dorada fileteada, acompañada con verduritas glaseadas y humus tahini. Hubiese preferido otro acompañamiento, pero he de reconocer que estaba muy rico. El pescado en su punto de cocción.

Llom de conill Lomito de conejo. Relleno de tomate, hierbas aromáticas, all i oli de membrillo, y caracoles de tierra dulces y picantes. Un plato del terruño puesto al dia. Muy bueno.

Postres :

Acids Ácidos. Cilindro de maracuyá con citronella y vainilla bañado en mango, helado de melocotón y salsa de yogurt. Muy bueno.

Xocolata, com no Chocolate, como no. Pastelito con mousse, polvo de nuez de Macadamia, cremoso de gianduja y helado de cacao con miel. Riquísimo.

Para beber, aparte del agua a discreción, tomamos una botella de vino blanco crianza Gamberro Garnatxa blanca 2014 DO Terra Alta Celler Pagos de Hibera. Finca Partida Les Planes, Gandesa. Cepages 100% Garnatxa blanca. Viñedos de mas de 80 años.Crianza 8 meses en barricas de roble francés y 12 meses en botella. Produccion anual 3000 botellas. Lo encontré elegante, muy equilibrado, muy sabroso y con un postgusto muy largo en boca. Me gustó tanto que fui a comprarme dos botellas al Celler.

Finalizamos con dos buenos cafés y petits fours.

La cuenta ascendió a 96,25 €/persona. Muy buena RCP. Cenamos muy bien. Excelente cocina del Delta de l'Ebre puesta al dia por el Chef Fran Lopez. Restaurante muy recomendable, sobre todo si se puede compaginar con el Hotel. En un próximo comentario haré un mix de nuestras dos otras cenas a la carta, que fueron muy interesantes.

es un restaurante de hotel, de hotel de 5 estrellas, en un pueblo de naranjos del sur de Tarragona.

el hotel tiene instalaciones bonitas y el restaurante una aspecto magnífico.

una vez dentro, la verdad es que lo de la estrella michelin es exagerado... no dudo que a la/s persona/s que mandó la guía las trataron de cine, pero el trato, algo bastante estándar (y democrático,para todos los clientes)en todos los que quieren jugar estas ligas, es flojo.

el sommelier/maitre/jefe de sala...llámalo X, del lugar, profe de universidad, como hizo saber con cierta ostentación, es demasiado cercano/colega con los que no somos (por la pinta supongo) grandes clientes...

esto lo comento porque en la mesa de al lado una pareja de ingleses y otra de una familia de la zona, fueron tratados con unos parabienes y gestos que se diluían rotundamente al ir a otras mesas.

el uso de becarios, aunque cobren, está bien, pero si un cubierto se cae, hay que cambiarlo, si una servilleta no está, hay que reponerla de inmediato...

el servicio del vino es a distancia, ellos te van sirviendo... lo que está genial si son capaces de darle seguimiento, si no es así, acabas "pasando sed"..no de agua pues el becario es capaz de ahogarte insistiendo en el relleno....

el servicio es correcto, justito en los becarios, en uno muchísimo más que en la otra, pero està bien, y el camarero profesional, excelente... el maitre poco focalizado en lo que una estrella michelín significa.

hicimos el menú corto, sin maridaje, 74,80 (68+IVA)
está bien, algún plato sorprende más o menos, pero francamente no enloquecimos, ni siquiera pasamos del "está bien".

los postres quizás de lo más interesante, cítricos y luego chocolate...

loza, cubertería y demás, todo bien... un detalle tonto si quieren, pero detalle al fin y al cabo, unas ramas con hojas de adorno, con el detalle de una de las hojas, totalmente seca y marrón... absurdo...

me imagino que han trabajado bien ciertas cosas, pero creo que hay cierto acomodamiento que les aleja de la segunda...y creo que hasta deberían revisar la estrella actual...

Acudimos a este restaurante perteneciente al Hotel Villaretiro de 5 estrellas, por una promocion que incluia alojamiento, desayuno y menú degustacion.
El restaurante aunque pertenece al hotel, está en un edificio aparte. Antes de entrar y mientras subimos las escaleras, se divisa, a traves de una cristaleta, un pozo con una inmesa raíz de un ficus gigante. Cusioso. Una vez dentro, el comedor es rustico y dispone solamente de 6 o 7 mesas, perfectamente vestidas. Ya en la mesa, una seleccion de aceites de la zona y sales.
El menú degustación se compone de unos aperitivos, 2 entradas, pescado, carne y petir fours a 62€. Este menú incluye también una selección de panes, el agua y los cafes.
Cocina sin complicaciones, muy mediterránea y con productos de temporada.
Empezamos con unos aperitivos: Una crema de verduras con tomate, pimiento y cebolla crujiente y una tosta de pan tramezzino (pan italiano de molde) con anchoa y tomate cherry.
A continuación:
-Tartar de atún con caviar. Bueno pero demasiado sencillo. Me recordó a platos similares que he comido decenas de veces
-Arroz de codorniz. Bastante insípido. Tuve que pedir el salero
-Merluza con canelón de calabacín. Estaba acompañado con un pilpil de las cocochas de la merluza. Muy sabrosa la merluza, más teniendo en cuenta que este pescado suele ser algo insípido por lo general. Exlelente plato
-Solomillo de ternera con un atadillo de judiás y jamón iberico y un pure de remolacha. También bueno pero sin ningún misterio.
Y 2 contundentes postres para acabar y que resultaron los platos más elaborados:
-El postre de las Marias: compuesto por un canelón de piña relleno de crema de galleta maría con una espuma de coco y un helado de Maria Brizard. Muy bueno
-Pastel de avellana y guianduja con helado de albaricoque y un crujiente de avellana. Bueno, aunque le faltaba algo de conjunción al plato.
También unos petit fours para los cafés.
Presentaciones un tanto bastas en ocasiones. Creo que deberían de cuidar este aspecto, ya que los platos salen un tanto "sucios" a la mesa, más teniendo en cuenta que tienen una estrella Michelín. En general, la cocina es más que correcta con muy buena materia prima, aunque echeé en falta algo más de riesgo en las elaboraciones.
La carta de vinos-tomo con casi todas las denominaciones de origen (sin vinos valencianos aunque alguno de Alicante) y algunos vinos internacionales. Algunas referencias a menos de 20€ y Precio 2X aproximadamente.
Pedimos un vino blanco australiano, Penfolds Rawsons chardonnay 2009,que nos gustó bastante. Excelente Copas Riedel y servicio contínuo del vino.
Servicio de sala muy profesional y perfectamente documentados de lo que llegaba a la mesa y su elaboración. Muy bien este aspecto.
En definitiva, creo que es un restaurante recomendable, sobre todo si se está alojado en el hotel.

Fuimos a comer un miércoles a medio día mi mujer y yo, que volvíamos de viaje hacia Madrid. El menú ejecutivo (ver en su página: http://www.hotelvillaretiro.com/) estaba compuesto por tres platos con variación de dos o tres opciones en cada caso. El precio era muy atractivo: 37€ más IVA.
El lugar es curioso, con un cierto toque kitsch. Impresiona el ficus incrustado en el propio restaurante y el olor balsámico que impregna la estancia en donde tapó una de sus ventanas.
En sala, pedimos el menú ejecutivo, que incluye como bebida 'una copa de vino tinto o blanco'. El somelier nos sirve el vino, a mí tinto. Llega caliente, con un buqué licoroso poco agradable. Se lo indico, tuerce el gesto y me trae una botella que abre delante de mí para ponerme otra copa a temperatura adecuada. De nuevo nada sorprendente: un vino corriente del montón (no pido peras al olmo, pienso, es un menú fijo. Mi sorpresa al acabarlo es la cantidad de posos que tenía (lo podéis adivinar -lamento la pésima calidad- en la foto de la copa). Se lo hago ver y me indica con cierta irritación que es un vino 'de producción biodinámica, que no se filtra, bla, bla, bla'; muestro no obstante mi sorpresa de que una primera copa contenga ya tantos posos (y de tamaño considerable además). Le pido la carta de vinos y le pregunto (al no verlos en ella) que si tienen vinos por copas: 'depende', me espeta; '¿de qué? pregunto yo; 'de si tenemos botella abierta o no; no puedo dejara una botella abierta, bla bla bla.'. Rehuso a beber vino. ¡Bien por el sumiller! 8-(
La comida 'sólida' estuvo bien para el precio que pagamos: tomé un arroz campero excelente verdaderamente memorable. Bien los postres, el café, etc.
En resumen: un sumiller que no está a la altura de este restaurante (o, más bien, en menús económicos, porque se deshacía en risitas y parabienes con unos franceses que estaban al lado disfrutando, ellos sí, de buenos vinos para el menú degustación); escasa capacidad de reacción o de ganas con menús de menor precio. El resto del personal, amable y cortés.

- Bueno después de las criticas buenísimas que me llegaron a los oídos de este restaurante fui a celebrar mi cumpleaños.
- Reservamos a la 9:30h y por culpa de la lluvia llegamos media hora tarde a las 10:00h, creo que es una hora normal para ir a cenar y mas a un restaurante de este nivel.
- El sitio a pesar que era de noche es espectacular, un castillito en la naturaleza rodeado de unos jardines precioso, por dentro es espectacular rustico combinado con piedra y otros materiales.
- Solo llegar el metre nos sienta nos trae las cartas y sin decir nada la camarera nos llena las copas de agua, como sabía que no le pediríamos agua con gas o simplemente no quería, bueno no le dimos importancia.
- Sin haber pedido el vino nos tren los aperitivos:
- Vasito de pulpo con naranja, sin aliñar, simplemente pulpo cocido con trocitos de naranja, bueno.., nos preguntábamos que quizás es típico de Xerta comértelo así!!
- El segundo no lo recuerdo…
- El tercero lo trajeron en un plato enorme y en medio un rollito de salmón con crema de parmesano y polvo de pistacho, bueno, normalito sin flores
- Nos ofrecieron el menú degustación repetidas veces, pero llegamos tarde y no queríamos comer tanto, cogimos a la carta:
- Primeros Ensalada atlántica con anchoas, manzana, i mango, psss..., 2 pastas algo durillas con 3 gambas, tomate confitado y una cigala pelada, nada de espectacular!!!, también una ensalada de jamón ibérico con mango y algo mas que no recuerdo.
- Segundos: Anguila muy buena con salteado de setas súper cocinadas, patata i repetición del tomate confitado que me pusieron en la pasta, costillar de cordero con verduritas era quizás el plato mas completo, pero sin maravillar y solomillo con salsifí, patata, naranja i una salsita, bueno…., naranja en todos los platos..
- Postres: Torreo de chocolate, pss, hojaldre de naranja y no recuerdo ni quiero recordar mass, el servicio sobretodo el de la camarera nos hizo ir a piñón la chica tenía muchas ganas de plegar y para nada nos alegro ni con una sonrisa, cosa que si hacía con las dos mesas que teníamos al lado, servicio del vino, rellenaron las copas y nos pusieron una segunda botella sin nosotros pedirla, pero nada del otro mundo.
- Cafés bien y los petis pues bueno ahí los dejamos…
- Lo mejor sigo diciendo es el sitio, el chef es un chico joven que sale muy a menudo para ir preguntando cómo fue todo.
- El sitio espectacular se merece la estrella michelin, pero la cocina y la camarera simpática lo tienen de mejorar, quizás no era el día adecuado para ir, pero un restaurante de este nivel y con los precios que tiene, tienes de salir contento y con ganas de volver.

- No quería escribir nada de ellos pero viendo que todo el mundo opina al final me anime

Con motivo de mi cumpleaños invité a la familia a comer en el restaurante Torreó de l'Indià ubicado en Xerta (Tarragona) y recientemente galardonado con su primera estrella michelin.
Entrar en esta gran propiedad es como ser trasladado en cuestión de segundos, a un paraiso tropical. el chef Francesc López, con el coincidimos en recepción y tuvo la deferencia de pasar con nosotros unos minutos, nos enseño las instalaciones y nos explicó que el antiguo propietario de la finca fue un indiano que amasó su fortuna dedicandose al negocio del aceite.
Espectacular jardín lleno de plantas i árboles venidas de Sudàmerica, a destacar un ficus centenario cuyas raíces han invadido y taponado una de las ventanas del salón de cafés y licores.
El restaurante está ubicado en las antigias caballerizas, remodeladas con sumo gusto, conjuntando la sobriedad con la elegancia y dejando patentes elementos del pasado como el impresionante pozo o la bodega.
Todavia impresionados por el entorno, pasamos a uno de los comedores. A destacar la amplitud, la distancia entre las mesas y la vista directa a la moderna cocina.
Elegimos el menú degustación combinado con el maridage de vinos propuesto por el sommellier.
Pudimos saborear los siguientes platos con sus respectivos vinos:

Aperitivos Villa Retiro
con Cava Avida Brut Nature

Delicias de Erizo de Mar
con Quinta Clarisa V.T. Castella i Lleo

Huevo con trufa
con Marcel Deiis Risling D.O. Alsace

Melós de Bacalao
con Ilercavonia Blanc D.O. Terra Alta

Cordero con Texturas de Alcachofa y Salsa de Miel
con Hacienda Araucano D.O. Chile

Aromas del Naranjo
con Ginebra Citadelle

Dulce y Refrescante
con Mistela Negra de Piñol D.O. Terra Alta

Aguas, cafés i pastas

La cocina de Francesc López se fundamenta en la utilización de productos de temporada a los que este joven chef añade grandes dósis de creatividad, no poca elaboración, un preciable talento y una exquisita presentación. El resultado es un placer para todos los sentidos.
Tanto el jefe de sala como el servicio de mesas y el sommellier están a la altura de este magnifico restaurante.
La vajilla i las copas también en consonancia.
Buena carta de vinos en numero i calidad de referencias pero no en su presentación.
Lástima que el cumpleaños sea una vez al año. Habrá que buscar una excusa para volver pronto.