Restaurante pequeñito, por fuera no llama mucho la atención pero su carta está llena de sorpresas originales que no defraudan. Calidad muy buena y mezcla de sabores que merece la pena probar. Muy buenos los chupa chups de foie y la vieira aunque lo mejor sin duda es compartir todo para poder probar variedad. Podéis ver el detalle de nuestra visita en: hoycenamosfuera.com/2012/07/04/tres-lunas

Cena de 13 personas, se nos acomoda en una mesa cuadrangular, muy comoda para ese numero personas, ya que permitía que todos nos vieramos y conversaramos.
Se tomo unos cuantos entrantes para compartir y luego un plato de forma individual.

Probamos los siguientes entrantes:

Cecina: Muy buena, aderezada con aceite y vinagre; yo personalmente no la suelo echar nada, pero es la primera vez que he encontrado que el aderezo realmente aportaba al conjunto.

Croquetas de queso y espinacas: También bastante recomendables, un poco liquidas, sin una pasta demasiado compacta ,lo cual les dota de suavidad y cremosidad.

Chupa_chups de foie con tres salsas: Se sirve algo frio, entiendo que para posibilitar que el foie tenga esa forma. Estaba bueno, porque el foie está bueno....pero el hecho de presentarlo como un chupa-chups creo que no posibilita la temperatura correcta.

Ceviche de zamburiñas: muy bueno, bocado de zamburiñas con jugo de lima, chips de remolacha (creo),...mucho frescor en boca; hubiera comido más...

Rollos de pato: No me convencieron , fritos con una especie de pasta filo, algo secos desde mi punto de vista, aunque vienen acompañados de salsa aparte.

Como plato principal tomé:

-Merluza al curry rojo: Buena pieza de merluza; pero con una combinación que no me convenció; el curry rojo algo picante y en una especie de sopa cubre la merluza, junto con unas judias verdes. La combinación le resta frescura al plato ; ultimamente los mejores platos de merluza que he probado han venido acompañados de una vinagreta que aporta mucho frescor.

También probé de forma ligera el steak tartar de buey servido en 3 cucuruchos de pasta filo. Este plato si que nos apreció original, y muy sabroso tanto a mi como a mi mujer.

De postre se prueba un coulant de chocolate con helado de aceite de oliva y sal; buena combinación dulce-salada.

Buen pan, diferentes variantes sorprendiendo un pan de pimentón y especialmente a destacar el pan blanco, muy crujiente.

Para beber 6 botellas de Treninta mil marevedíes; VIno de MAdrid (San MArtin de Valdeiglesias) con 80% garnacha y 20% syrah. Precio : 22€ c.u. Recomendaron el vino, pero no lo dieron a probar, ni lo sirvieron en algunas de las copas.

Copa muy bien puesta.
En general buena atención de Pedro.
Detalles de gusto como al pedir sal gorda, te traten unas rocas de sala y un rallador, para que tú mismo puedas rallarla.

Buenas sensaciones, aunque creo que hay algunos platos, conceptos que se pueden mejorar. Volveremos

Coqueto local en el centro de Madrid, encontré mesa gracias a una anulación ya que la sala estaba llena.
Todos los platos fueron para compartir y en medias raciones ya que son platos bastante generosos, Quesadillas de trufa y queso ahumado, deliciosas; Croquetas de espinacas, queso radiquero y piñones, muy buenas, Boletus con un poco huevo y panceta ibérica, espectacular Pochas frescas de carabineros, en su punto, Vieiras con ravioli de habitas frescas y won-ton, perfectas, Chocolate poco hecho con aceite de oliva, Helado de vainilla de Tahití “aliñao”, ambos postres perfectos, tomamos champán Duval LeRoy, en los postres nos sirvieron un vino Porto cortesía de la casa.
Buen servicio tanto en sala como en vinos, atentos y profesionales.
El precio no incluye el champán

Reserva para dos jueves almuerzo. Llegamos a las 14:00 y el restaurante cerrado. Ya a punto de llamar a un telefono que tienen en la puerta, aparece el cocinero y nos abre diciendo que el encargado no habia llegado aun. Subimos al comedor y nos dió una mesa pegada a la ventana ( solo hubo 2 mesas mas ocupadas). A las 14,15 aparece el encargado y viene a tomarnos nota. Le decimos que no nos han dejado las cartas. Nos las deja y se marcha. Pues bien hasta las 14,45 no vuelve a aparecer ni siquiera para tomar nota de la bebida. El servicio entre platos fue tremendamente lento y salimos de alli a las 16,30 sin poder tomar cafe porque yo tenia prisa.
El encargado era bastante antipatico y ante nuestro comentario de que teniamos algo de prisa no dijo ni mu.
La comida no estaba mal pero sinceramente la tardanza eclipsó todo y entre un plato y otro se quitaban las ganas..
- Quesadillas con colmenillas: buenas
- patatas revolconas con secreto: muy buenas-. Lo mejor
- rollitos de pato con salsa de almendras. Mediocre
- hamburguesa de cordero: regular
y pedimos otra cosa que no recuerdo pero que me dejo indiferente con seguridad, ya que lo recordaria.

No postre ni cafe por falta de tiempo despues de estar alli sentados dos horas y media.
No quiero pensar como sera el asunto cuando se llene el restaurante
Para no volver..
Ah ¡ Vino San Roman servido caliente que tuvo que enfriar

En nuestra última visita hemos terminado más satisfechos que nunca.
Un viernes a reventar, la verdad es que tuvimos que esperar más de la cuenta a que nos tomaran nota y también en el servicio, pero valió la pena.

Deliciosas quesadillas con hongos.
Bien las tortitas de camarones.
Buenas las croquetas de espinacas.
Muy bien los canutillos de pato con salsa de almendras.

Lasaña de rabo de vaca muy buena.
Hamburguesa ibérica deliciosa.

Brownie con helado de pistacho. El brownie bien, el helado no lo veo con el chocolate.

Una copa de cava, una verveza, una botella de agua, otra de L'equilibrista (garnacha con algo de syrah creo), un Gin de H.Millers.

Amablementes atendidos por el jefe, como siempre.

Volveremos seguro.

Buscando una documentación acabo de encontrar la nota, motivo por el cual he rememorado la visita a dicho restaurante. No recuerdo con lucidez los detalles y elementos de sobremesa. Recuerdo que nos ubicaron en la planta superior. La distancia entre mesas era correcta. Buen servicio, platos bien elaborados y una pero que muy buena RCP.

Tomamos los siguientes platos:

- Berberechos en gazpachuelo de citronella.
- Rollitos de pato en salsa de almendras.
- Tortillitas de camarones.
- Vieira con arroz.
- Coca de pollo de Las Landas.

- Helado de vainilla de Tahití.

Bodega:

- Regajal (No recuerdo añada).

* Salvo la juerga que llevaba una mesa cercana, del resto quedamos muy satisfechos. Nos dejamos recomendar en el vino y no fallaron. Un lugar muy recomendable.

Un saludo.

Siento no coincidir con los comentarios anteriores; o es que igual no tuvimos suerte en nuestra visita; pero en mi opinión se trata de un local con muy buenas posibilidades (concepto, algunos platos, decoración...) que lamentablemente le veo abocado al cierre si no implanta alguna medida correctora.
Carta de vinos reducida en cuanto a blancos. En cuanto a tintos no la vi, ya que nos dejamos aconsejar en vista de que el blanco elegido de la carta no lo tenían (nos sugirieron bien varias alternativas).
El servicio del vino no existe. Se limitan a dejarte la botella en la mesa. El tinto nos lo pusieron a temperatura ambiente (de verano, claro) que fue corregido con la correspondiente cubitera (solución de emergencia, aunque evidentemente no la idónea).
Pasamos a la cena (4 pax):
La primera en la frente: nos sacan la cesta de panes para elegir y la chapata escogida por dos de los comensales, estaba mas dura que los pies de Cristo (o sea pan gran reserva). Lo comentamos y se limitan a cambiarlo por otras opciones sin ninguna justificación, disculpa o similar. Nota: las otras opciones tampoco estaban excesivamente recientes a excepcion de uno que denominaban "de cebolla?".
En cuanto a los platos:
-Ajoblanco con sorbete de anchoas: sin duda lo mejor de la cena. Bien elaborado y perfecto de sabor. Muy agradable el contraste de la anchoa deshaciendose.
-Guacamole con chips de yuca: correcto, aunque muy escaso.
-Croquetas de espinacas y queso, correctas.
-Ceviche de carabinero y tomate: Lamentable. Cualquier parecido con un ceviche es pura coincidencia: una sopa de tomate, sobresazonada de cilantro y jengibre en la que habían esparcido unos trocitos de carabinero.
-Vieras con arroz kubak de shitakes. Buenas.
-Fideos negros con puntillitas: los fideos superpasados de coccion. Plato para olvidar.
Postres no tomamos. Solo cafés, : correctos.
En cuanto a los vinos un blanco Gessami y un tinto LEquilibrista bien de relacion calidad-precio.
La relacion calidad precio global es correcta.
En resumen, podría ser un sitio bastante bueno, si se esforzasen y lo tratasen con cariño, aunque de momento no es para repetir.

Buenas, animados por las estupendas críticas de este y otros foros, hemos estado hoy mi mujer y yo en el restaurante tres lunas. La impresión ha sido magnífica y repetiremos sin duda.
El local es un poco peculiar por la forma, alargado y no muy ancho aunque la decoración hace lo posible por disimularlo y consigue crear una atmósfera moderna y cómoda.
La carta es corta pero llena de platos apetecibles. Nos dejamos aconsejar por el dueño y nos pedimosmedias raciones para compartir. Un salmorejo escepcional,unas tortillitas degambas en su punto y unos canutillos de pato rebozadoscon salsa de almendras muy conseguidos (eso sí la salsa es un poco pesada). Como plato principal mimujer pide una lasaña de rabo de vaca muy ligera para lo que se podía preveer y yo me decido por una hamburguesa de cordero acompañada de mostaza en grano y verduras, fantástica.
De postre compartimos un bizcocho-tocino de cielo con chocolate muy bueno para los más golosos. El café de mucha calidad lo cual dice mucho del sitio. Nos invitan a 2 copas de PX y dejanla botella en la mesa, buen detalle.
Para beber un Pintas de Douro que se sirve un poco caliente pero que, automáticamente se decanta y se enfría. Comentar que el restante nos lo llevamos para casa.
La atención del dueño y de la camarera que nos atendió perfecta, cordiales sin excesos.
Los precios muy ajustados, teniendo en cuenta que pagamos 90 € y que el vino costaba 48 €.
En definitiva un sitio paratener en cuenta por su insuperable RCP, muchos restaurantes de Madrid deberían aprender.
Muy recomendable y un fijo a partir de ahora.

Es una de las opciones más interesantes que conozco en Madrid. La carta de tapas y raciones me pareció que tenía novedades, pero fuimos a tiro hecho.

- Croquetas de espinacas, muy ricas.
- Los canutillos con salsa de almendras, perfectos y originales.
- El atún en papillote, muy bien.
- Vieira sobre cus-cus y boletus. De mis favoritos.

Les pregunté por un vino que bebí aquí por primera vez, McMannis Syrah, de California creo, el cual hubo que darle algo de frío para que alcanzara la temperatura óptima.

Los cafés con hielo preparados muy buenos a los cuales invitaron.

La RCP comparado con otros restaurantes de Madrid es muy buena.

Como siempre perfecto, han ampliado y cambiado su carta de tapas para compartir y segundos, en su punto las tortillitas de camarones, perfectas las croquetas de espinacas y en su punto la ensalada de cangrejo de las nieves. Un estupendo san pedro con papas amarillas y de lo mejor que he tomado de atún al papillote con hojas de platanero.
Con el Browni de chocolate nos agasajo con un delicioso Porto.
Pedro como siempre atento en todo, acertó con un champagne Piper-Heidsieeck y un Alter Enos 2006.