Restaurante El Empalme en Rionegro del Puente
Restaurante El Empalme
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.8
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
4.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
colores
cucurriles
aemilii
pan
boletos
cecina & trompetas
Gloria & JR
Opiniones de El Empalme
OPINIONES
6

Ubicado justo donde la autovia enlaza con la nacional se encuentra este local que goza de merecida fama en especial en época de setas.
Reserva hecha con tiempo y pensando que las setas estarían ya por todos lados, nos encontramos con que el otoño no ha empezado ni de lejos, así que el tema de setas quedaba mermado peor no la ilusión de ir a pesar del desvio de nuestro destino: Salamanca.

El local no pasa de ser una casa en la carretera, modesta decoración, con una entrada a zona de barra y mesas de cafetería y al fondo el restaurante de muy pocas mesas en un comedor de ambiente familiar, todo lleno de gente con aspecto de que le gusta comer bien. Muchos recortes y fotos enmarcadas colgadas de las paredes sobre todo con referencias seteras

Una carta corta con opciones de entrantes variados, buena presencia de aves (incluida pularda), bien de carnes (incluido filete mignon) y algo menos (como toca) de pescados, pero nosotros ya vamos orientados a menú de setas, por lo que viene la Jefa (así con mayúsculas) y nos dice que menú de setas son 50€ y sabemos que ella elige los 4 entrantes y nos da la opción del plato final que puede ser ciervo, pato o chuleta. Un divertido malentendido hace que se pida "unas chuletitas" a lo que responde que la chuleta es única y de 1.2 kgrs asi que traerá solo una.
Tras las risas generalizadas acordamos que traiga pato y ciervo para probar todos y luego la chuleta, que no chuletita.

Cinco para comer y como va todo incluido, pan de la casa muy bueno, aceite, agua Liviana y de vino a elegir entre Ribera y Toro por lo que decidimos por el segundo que correspondía a Un Rejadorada 2014 roble servido al centro con copas mejorables; no es su guerra. ¿Cantidad? La que haga falta.

Los platos tiene la presencia constante de setas pero en esta ocasión de conserva por lo que se quedan un poco deslucidas; tampoco la información que llega al comensal es muy explícita, así que optamos por minimizar el estrés y disfrutar de buenos platos dejando el leiv motiv para otra ocasión.
Entrantes por persona y servido de forma individual:
. salmorejo con caviar de trufa: muy bueno, con mucho aroma de trufa y también sabor servido en vaso de crsital con unas esferificaciones que no se comentaron. Cortesía de la casa
. guiso de verduras: un guiso un poco totus revolutum pero con un fonde de sabor de caldo bien reducido casi para comer con cuchillo y tenedor. Bien trabado, emloso
. guiso de cardos y mostaza: de nuevo un conjunto bien integrado con la base de una mostaza ligera pero con presencia. Para comerse un pozal.
. arroz con amanitas: difícil examen para valencianos. Sabor bien, buen punto de cocción, mejorable el tipo de arroz. Aquí se notó la mala suerte de la falta de temporada de setas porque el sabor se quedaba algo lejano.
. codorniz (entera) escabechada con krombochelas y luego "la pájara" guisada en salsa de setas, y acompañado de higos y trufa. De nuevo u fondo de guiso con el ave muy en su punto de escabeche sin pasarse de vinagre, bien giusada y jugosa sobre ese fondo de setas de la familia de los boletus.

Claro que llamar entrantes a dos guisos, un arroz y una codorniz entera es algo desacompasado.
Aquí empezaron las suspicacias entre la ¿cómo está la pájara y el higo? Claras diferencias de acepciones que tiene estas palabras en España y en Hispanoamérica de donde es la jefa, nos divertimos un rato.

Principal:
Nos vieron cara de hambre y nos dieron a cada uno un buen filete de ciervo y un magret de pato. Le rogamos que la chuleta no la pusiera al fuego. La carne del ciervo, salvo a quien le tocó la punta del entrecotte, estaba de fábula, de sabor, de tierna y de punto de hecha. El pato nada grasoso pero sí jugoso, tierno. Cada uno en su salsa de guiso con setas.

Postre:
. batido de guayaba para cambiar de tercio
. bizcocho de naranja con helados de higo (otra vez las chanzas) y naranja y otro que no recuerdo. Ya me lo han recordado<. de vino.
. tambien cafés incluidos.

Como hubo una ausencia de comensal que no llegó y algo del principal le sobró a algún comensal, pedimos si lo podía poner para llevar. No solo nos puso lo sobrado, sino que lo amplio con un poco de casi todos los platos incluido el postre.
Es evidente que hubo filing en la relación propietarios/clientes.

Fuimos a por setas y encontramos una estupenda cocina de producto, con presentaciones muy caseras para usar más la cuchara que el tenedor.
Nos avisaron de necesaria puntualidad y cumplimos después de 600 km.
Un sitio que hay que conocer haciéndose necesario un buen filing para disfrutar al máximo, también de la personalidad arrolladora de Gloria y el discreto y entrañable Elías en la sombra.
Y si otro dia hay setas, pues mejor.

Con varios conceptos premeditados, como eran: lugar que visto desde su exterior no invita a entrar, cocina a base de setas que merece la pena, la responsable del local tiene mucha personalidad y no siempre es muy amable con los clientes, etc.,… Me dirigí, junto a siete comensales a comer un sábado, de los cuales cuatro éramos novatos en el local.
Local enclavado en un cruce de carreteras, con fácil aparcamiento y un aspecto exterior de los que se ven frecuentemente en las orillas y cruces de las antiguas carreteras nacionales.
Entrada a una zona de amplia barra, con mesas enfrente y más al fondo, un comedor con 4 o 5 mesas. En este comedor nos acomodamos los ocho, en una mesa rectangular, con manteles y servilletas de tela, copas discretas y vajilla con un nivel más que aceptable.
Decoración del comedor sencilla de “hace años”, con cuadros en las paredes, en los que se puede ver sobre todo, recortes de prensa, en los que el establecimiento y sus responsables han aparecido.
Aunque nos ofrecen las cartas, sin abrir estas, comunicamos a la responsable nuestra intención de dejarnos llevar por ella y que nos pusiese lo que considerase oportuno. Y por la mesa fueron apareciendo:
Lentejas con setas diversas, quizás en una proporción mas favorables del 50% para las setas. El único plato que no levantó entusiasmo, quizás algo soso, poco ligado y algún comensal se quejo de la sensación en boca de arena.
Pero aquí empezamos “in crescendo”
Escabechado de codorniz con lactarius deliciosus. Muy bueno tanto el escabechado como el acompañante.
Garbanzos con oreja y setas. Las setas eran diversas y no recuerdo el nombre de las mismas, pero el conjunto sobre la mesa, me atreví a comentar que para estaba de diez sobre diez.
A partir de aquí los platos se presentaron, sin comentar lis ingredientes, así que en algún caso prepondera incluso la especulación de los componentes de los mismos entre los componentes de la mesa.
Pechuga de pularda en escabeche (preparado con salsa de soja, pimienta, mostaza y vermout) con setas y aliñada con una harina conseguida de una lepista. El punto de la carne. Muy logrado, lo cual es difícil ante este tipo de ave.
Pinzas de bogavante con trompetillas de la muerte y carpaccio de ciervo. Quizás lo de bogavante era lo de menos, el ciervo conseguidísimo (se llego a comentar, que si cecina, mojama etc., incluso podéis pensar que somos unos ignorante o que no merece la pena el que no se sepa a que saben las cosas, pero la experiencia fue muy interesante) y las trompetillas, excelentes, con un sabor tan logrado que incluso llegue a pensar que estaban rellenas y luego me enteré, que estaban tal cual.

Mejillones colmenillas y una cefalópodo peruano similar al pulpo. El cefalópodo se asemeja bastante la pulpo y quizás mas a los rejos.
Solomillo con una salsa de flor de sauco y mostaza, acompañado de un foie sobre una base de bizcocho. Otro salto al diez sobre diez, cada componente por si solo bien, pero conjuntamente el foie, solomillo, salsa de solomillo y base de bizcocho, inmejorable.
Sorbete de maracuyá. Normalito
Helado de tomate de árbol sobre dos bases de tipo bizcocho, elaborado uno con pulpa de naranja y otro con boletus. Otra subida a lo alto, tanto la frescura del helado como la base,
En cuanto al vino no vimos carta e incluso tomamos alguna botella que llevaba unos de los comensales, que al ser bodeguera tuvo el detalle.
El ritmo de comida lento, pero ya estábamos advertidos que ente un problema familiar de ultima hora de uno de los responsables, estaban sin posibilidades de dar buen ritmo.
Cambio con cada plato de cubiertos.
Café y mucho agua.
A los postres la responsable del local, se sentó con nosotros en un extremo de la mesa y con gran amabilidad, nos dio todo tipo de detalles sobre los platos y su elaboración.
La sensación final ha sido que es un local algo desconcertante, entre su aspecto y la cocina, no digo que el local asuste, pero si que ese espera que sea de esos de chuleta con patatas y pimientos y nada cercano esta su aspecto a la realidad.
Lo recomendable es dejarse llevar por la cocina, sobre todo si se tiene tiempo para ir desagradando plato a plato.
La responsable, es una señora con personalidad pero a la vez amable, con grandes conocimientos, que esta encantada de transmitirlos.
Lugar para visita al menos anual, sin prisas y dejándose llevar.
Precio de lo descrito 45 euros por comensal

Son varias veces las que he acudido a este restaurante, y creo que ya es obligado dar mi valoración. Pero tengo una gran contradicción, ya que es la primera vez que no he salido contento del gran festín micológico que ofrecen Gloria y Elías.

Lamentablemente en esta ocasión no han tenido el día.
Cinco platos de setas, todos de ellos a base de guisos. Sin ningún esfuerzo en la cocina. Nada nuevo que aportar. Perdon, sí. Hoy le han querido dar un regusto ha "agarrado" que tiraba de espaldas.

En todos los platos, ese sabor no muy agradable a comida "quemada". Ante mi incredulidad y tras rechazar un plato, la cocinera Gloria, nos comentó que esta hecho adrede. Dejar cocinar mas de la cuenta los fondos para dar ese sabor. Totalmente prescindible y que altera y arruina los platos.
Una autentica lástima, ya que como la mayoría, somos peregrinos hacia un lugar remoto en un cruce de carreteras. No nos podéis defraudar así.
El menu compuesto de :

-cinco platos de setas (amanitas, boletus, senderuelas...)
-un plato principal. pato, solomillo o chuleta. Totalmente fallidos. Abuso desmesurado de las salsas.
-postre maravilloso(menos mal). principal con bizcocho de setas, madroño, calabaza , naranja. Espectacular.

Del servicio y el lugar. Pues que decir, estoy de acuerdo con todos los comentarios. Tanto los buenos como los malos.
Gloria y Elías son peculiares, posiblemente antipáticos en el momento inicial. Hay que seguirles la corriente sí, pero buena gente también.

No se asusten, si van por allí y se encuentran un edificio, que parece cualquier cosa menos un restaurante. Por dentro, la decoración inexistente, típica de un bar de carretera.

Tenía mis dudas a la hora de dar mi valoración final, si sólo quedarme con la floja impresión de hoy, o con las anteriores visitas totalmente maravillosas. Haré la media que es lo más justo.

Por último, sigo recomendandolo y seguiré visitándolo.

El pasado día 28 estuvimos comiendo allí y al leer la reseña anterior me parecía que la había escrito yo. Fue exactamente lo mismo. Sólo añadir algún toque más de surrealismo: al llegar nos ofrecieron solamente la carta (que por cierto, no tiene ni una sola referencia de plato que contenga setas, ni por supuesto nada que parezca medianamente atractivo, muy lejos de las expectativas que teniamos por los comentarios que habiámos leido). Preguntamos si tenían algún menu de degustacíon y nos comentan que tenían el menu del día (lentejas y carne guisada a 9 €).
Tras volver a insistir nos comenta el menu de setas a 42 € (vino incluido) tal y como en el comentario anterior: mi conclusion es que se trata de un restaurante solo para "iniciados" que son los únicos que pueden participar de las delicias???? micologicas del lugar. Lo asevero, ya que un poco más tarde de nosotros, llegó otra mesa que no debian de saberse la contraseña y aunque preguntaron, no les dieron la opcion del menu de degustacion.
Tambien me gustaria comentar algunos aspectos del entorno y servicio:
los baños son tétricos, la decoración y menaje totalmente kitch y en cuanto a las copas de vino, de esas minusculas, que parecen para la Barbie. Los cubiertos no te los cambian entre plato y plato en ninguna ocasion ( a pesar incluso de pedirlo: nos indicaron que eso alli no se hace).
Una vez que nos ganamos la confianza de la camarera, estuvo todo el rato dandonos la paliza sobre temas diversos.
En resumen, una experiencia surrealista en un local que parece salido de la familia Adams, donde tomar algún plato que no está mal, aguantando la brasa de las camareras despues de haber conseguido superar la fase de que te perdonen la vida (no se cual es peor)

Llevabamos meses buscando una excusa para escaparnos desde Madrid expresamente a tomar setas y setas. Reservamos para cenar el sabado. El sitio, desangelado en un cruce de carreteras conuna entrada mas agradable que el salon , llamemoslo priecipal. Pero habiamos ido a comer setas con lo que eso era lo de menos. Recibimiento frio por parte del que creemos que es Elias y glacial y antipatico de la que creemos es Gloria. A esta señora le decimos que venimos a comer setas y nos dice que hay unmenu con 3 (nos parecio entender) aperitivos de setas y hay que elegir de plato principal o chuleton, ciervo o pescado. Elegimos chuleton de ternera y ciervo. Le decimos que nos traiga la carta de vinos y dice que no hay y que tienen un par de vinos de la zona y nos recomienda uno de ellos. Todo esto dicho sin mirarnos siquiera y con un humor de perdonarnos la vida... Empiezan a llegar platos ( que en total fueron 6) y con cada plato intentabamos que nos dijera que setas eran. Pues bien, no habia forma... y si conseguiamos que nos nombrara alguna era porque yo me dejaba algo en el plato y con muy mal humor me espetaba que era una pena porque eran unos marasmius oreades impresionantes con una salsa elaboradisima de bla bla bla... y que era pecado que no me lo comiera. Decir que tanto mi pareja como yo somo algo entendidos en setas y que como buenos micilogos y micofagos nos gusta aprender de los demas... pues aqui no hubo forma. En cuanto a los platos decir que solo las trompetas eran frescas y el resto congelado o confitado. Todo era tan elaborado con tanta salsa que el sabor de las setas , fueran las que fueran, era siempre el mismo.. como el que aromatiza todo cuando se le añaden polvo de boletus del que venden en un tarrito...En cuanto a la cantidad, para enfermar. Yo me dejé la mitad desde el tercer plato y cuando llegó el ciervo y el chuleton era imposible comer mas. El señor, algo mas amable que ella, se ofrecio a prepararnos para llevar la carne. Un detalle. No voy a enumerar los platos porque como he dicho la mayoria no sé ni lo que llevaban dado que la salsa y la elaboracion hacian dificil distinguir las setas tanto visualmente como al gusto /olfato. En resumen, pobre experiencia agravada por el mal ambiente y malestar creado por la dueña que te hace sentir un intruso desdeñable en su casa... Y para colmo desplazarse mas de 350 kms desde Madrid. El precio bien midiendo la tremenda cantidad (40 €). Desaconsejado por completo a los micofagos que gustan de disfrutar del sabor de cada seta y siempre abiertos a aprender algo nuevo. Y desaconsejado al publico en general si quiere pasr una agradable cena o comida sin sentirse intimidado por el servicio.

Iba a decir ¡menuda sorpresa! pero no sería cierto, llevábamos más de un año planificando esta escapada.

Impresionante recital el que nos ofrecieron Gloria y Elías.
Nos fueron sacando con magnífica cadencia:

*** Potaje de garbanzos con mixto de setas, senderuelas, chantarellas, variado de boletos y la mágica vinagreta de Elías.....una noria
*** Estofado de cucurriles, así llaman en Sanabria a las macrolepiotas....suculento
*** Cecina con trompetas de la muerte y chorros de aceite y módena.... que bien juntos
*** Revuelto de boletos, aestivalis y edulis...textura, jugosidad, sabor
*** Solomillo con macrolepiotas, boleto aemilii y salsa de vino con boleto negro...mojando, mojando y venga a mojar pan
*** Sorbete de corazón de piña...refresca
*** Helado de higos, confituras de tomate y también de higo, bizcocho de senderuelas con una salsa cremosa, dulce y con tropiezos de edulis...aquí saben de colores, este postre es una “nana”.

Vino de Toro en la carta, también de otras d.o.

La sobremesa, larga, sin prisas con Gloria y Elías en la mesa, fue todo un lujo, dando sorbos a un orujo aromatizado con boletos.
Elías nos comentó su truco con los garbanzos, les agrega muy poco, --"Mejor hacerlo en dos veces como con la sal", decía--, de una vinagreta picada muy fina, pero muy fina, de cebolla, pimiento verde y rojo.
Escuchar hablar a Gloria y contagiarse de su entusiasmo, es otro de los secretos de esta casa.
Lo mismo te habla de su vida, de sus hijos, de sus intervenciones en programas de radio, que de su saber micólogico: cantharellus cornucopioides, macrolepiotas procera, boletus aestivalis/edulis/aemilii, mariasmus oreades…¡que se yo!

Está en un sitio donde aún se ven luciérnagas en los rastrojos. Es cierto ya casi no se ven estos insectos que nos movían la imaginación de niños, y es que por aquí la contaminación no se estila.

No esperen encontrase aquí un salón suntuoso...pero si luciérnagas, y un par de magos de las setas, de la cocina y del saber recibir.
Volveremos, siempre es temporada de setas.

  • colores

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  • cucurriles

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  • aemilii

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  • pan

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  • boletos

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  • cecina & trompetas

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  • Gloria & JR

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