Restaurante De tot un poc en Valencia
Restaurante De tot un poc
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos noche, lunes y martes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.1
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
5.2
RCP CALIDAD-PRECIO
8.4
Secreto ibérico
Alcachofa confitada, huevo de codorniz y jamón tostado
Patatas bravas
Opiniones de De tot un poc
OPINIONES
22

Un lugar cercano al evento de Verema que permite completar su aforos con amigos venidos de muchas parte de España, con esmerado servicio y totalmente personalizado, ya merece un diez.
Otra cosa es el local, un típico local de la zona del cabanyal, con planteamiento de chiringuito de playa, con un producto bueno pero que, en el tema de copas, mesas, ambiente, etc.. es lo que hay.

En vinos probamos un buen Neno y el tinto que no recuerdo; todo ello bien de temperatura y con servicio adecuado.
Menú cerrado y pactado previamente que nos permite además de cerrar precio, tener un producto más cercano y una duración de la comida que nos permite volver y seguir disfrutando de los vinos y bodegas presentes en el encuentro de este año.

Para comer y de forma compartida:
. steak tartar de atún: correcto sin más
. patatas bravas: nada destacable
. boquerones fritos rebozados: no muy grandes, bien rebozados pero se quedaron secos no sé si al recalentarse o al enfriarse.
. fideuá de marisco: bien de sabor, justa en cantidad y calidad de tropezones

Me faltan algunos datos de platos, ya que he perdido anotaciones, entre ellas el precio final que recuerdo que fué muy ajustado.
He esperado a que algún forero de los más de 15 asistentes colocara el comentario pero quizás ahora si tengo suerte y me leen puedas aportar los datos que faltan.

El local no vale gran cosa. Ni siquiera llega a transmitir el aire de planta baja del Cabanyal que consiguen otros. Falta decoración a esa sala en la que caben a lo sumo seis mesas. Sillas de anea que se clavan. Servilletas de papel y carta basada en tapas y otros platos por encargo. Marcas de vinos más que suficiente para este local en cuanto a tintos y algo pobre en blancos. Copas adecuadas.

Lo que sí tienen es producto, aunque su dueño se encargue de mutilar. Un tipo con experiencia y muestras de buen hacer. Va por delante de la jugada, pero eso no es siempre sinónimo de acierto. Se empeña en ofrecerte medias raciones. Al principio creímos que se trataba de esa honestidad que se suele dar en el norte. Pero claro, ahí sucede cuando ven que te embalas al elegir. Cosa que aquí es invertida, te lo ofrece de inicio. Luego ves esas medias raciones y piensas... ¡Caramba! eso es que nos ha visto un par de pijos. Pero luego sigues observando y la conclusión que sacas de una manera más retorcida, pero lógica por otra parte, es que lo que quiere es estirar su producto para todo el fin de semana.

- Ortiguillas de mar rebozadas. Cuatro minis con el sabor justo a mar. Poco atractivas a la vista.

- Patatas bravas. Muy buenas, nos hubiésemos comido la ración entera.

- Pulpo a la gallega. Bien.

- Calamar de playa plancha. Con el sabor esperado, aunque algo tirante quizá por un tiempo de plancha excesivo.

- Sepietas sucias. Exquisitas. De bocado, por lo que decidimos comerlas en dos tiempos.

- 1 Anchoa. Carnosa y perfectamente limpia.

Producto fresco, bueno y escaso por esa extraña razón comentada antes. Sin gracia en la presentación. La sepieta la tuvimos que añadir visto lo visto, y la anchoa era algo que me quería permitir en el plano personal para comparar.

Pan acartonado que nos impidió mojar en los deliciosos aceites del calamar y las sepietas.

No tomamos postre, porque igual nos sacaba un flan con dos cucharas. De hecho a la mesa de seis de al lado les sacó tres para compartir ¡De traca!

El vino fue un godello Neno Viña Somoza 2013, que aunque ya lo conocía, me dejé aconsejar ante mi duda con un xarel.lo del Penedés. Acierto, cada vez me gusta más. Muy pendiente el hombre del llenado de copas hasta que nuestra velocidad requirió de ponerla a mi lado. Botella que fuimos alternando con otra de agua de medio litro.

Sin postres ni cafés, sí acepté un chupito de herbero ante la expectación por si venía en un dedal.

Entre platito y platito nos comentó que hacen una fideuá de fideo fino con ortiguillas y vieiras. Se me abrió el culete y puede que sea el único motivo por el que volver.

Después de varias visitas este año toca comentario. En el corazón del Cabanyal pero fuera de la zona "masificada" que es la playa Jose y Sofi hacen una cocina de mercado con magnífico producto -spbre todo el del mar- y muy buena elaboración. Esta vez fuimos más sobrios y tomamos de entrantes ajoarriero y unas espectaculares patatas bravas y de plato fuerte un arroz meloso de gamba rallada y boletus edulis realmente epatante. Además Jose cuida su carta de vinos, tiene poquita cosa pero elegida con mucho gusto y, además, conoce lo que ofrece. Seguro que repetimos en breve...

Viernes noche, tras el recorrido por L'Espai Verema, se impone una cenuqui con amigos veremeros, 12 en total.

En la calle Barraca y muy cercano a Las Arenas se encuentra este curioso local donde el producto es el protagonista.

Local reservado únicamente para nosotros, pues en apariencia es un modesto restaurante de reducidas dimensiones donde hay espacio para 5 ó 6 mesas, que en esta ocasión estaban todas juntas formando una gran mesa cuadrada.

Unas jarras de cerveza mientras comentamos qué vamos a cenar. Quienes conocen el local proponen los platos emblemáticos y después nos dejamos llevar por el dueño, el alma máter del negocio. Y empieza la fiesta:

~ Tartar de atún con un sabor y una textura exquisita, acompañado de una salsa con mostaza. Buen comienzo que hay hambre!

~ Ajoarriero con su pan tostado pero del de verdad, el de vuelta y vuelta. Sólo puedo decir que casi no me dio tiempo a probarlo de la velocidad a la que voló del plato. Rico, rico y con fundamento.

~ Croquetas de bacalao. Crujiente exterior y tierno interior, como tienen que ser! Muy finas y agradables.

~ Patatas bravas. Al parecer uno de los "platos estrella" de la casa. De entrada resultan diferentes ya que están tostadas y crujientes por fuera y además muy mezcladas con la salsa. Me gustaron mucho, aunque reconozco que las bravas son mi perdición y no puedo ser muy objetiva.

~ Calamar de playa a la plancha. Servido en plato individual con un estupendo punto de plancha y su típico picadillo de ajo, perejil y AOVE. Saboooorrrr. Buen producto bien ejecutado, para qué más?

~ Alcachofa confitada, huevo de codorniz y jamón tostado. De nuevo en plato individual. Combinación de tres ingredientes que me encantan pero que, en mi opinión, con un mejor ensamblaje entre ellos y una presentación diferente el resultado sería más redondo.

~ Secreto ibérico. Este remate de carne trinchada al centro con sus patatitas fue el colofón perfecto para esta carnívora. Tierna y jugosa y con muy buen punto de plancha. Cómo se nota esa selecta materia prima!

Como postre y pese a que estábamos saciados nos sacaron al centro unos platos con tres variedades de dulces: una esponjosa coca de calabaza, un brownie regado por abundante chocolate y una tarta helada. Los tres más que correctos y cumpliendo su función de capricho dulce para finalizar.

No faltó pan en la mesa en ningún momento, tanto del pan de barra rebanado como del tostado.

Para beber empezamos con unas jarras de cerveza Heineken, pues no tenían mucha variedad, y por si no habíamos catado bastantes en L'Espai Verema... más vino, del que tan solo recuerdo el blanco, Neno de Viña Somoza un godello de Valdeorras que se dejaba beber a las mil maravillas. Del tinto, que no probé soy completamente incapaz de recordar el nombre. No sé si mis compañeros de mesa querrán hacer alguna aportación...

Y para finalizar unos correctos cafés e infusiones varias.

Por supuesto la inmejorable compañía dota a esta cena de un plus añadido y el agradable y cercano servicio consigue que te sientas como en casa.

Un lugar que no conocía y que me gustó, donde se palpan las ganas de agradar con un valor seguro: el producto. Volveremos!!

  • Secreto ibérico

    Secreto ibérico

  • Alcachofa confitada, huevo de codorniz y jamón tostado

    Alcachofa confitada, huevo de codorniz y jamón tostado

  • Patatas bravas

    Patatas bravas

El pasado viernes fui a cenar a este restaurante, porque había oído a mi hermano hablar muy bien de él.

La verdad es que merece los elogios.

Para quien como yo, le guste la variedad y probar cosas nuevas -al menos al estilo de ese local-; es el sitio adecuado. ¿Por qué? Porque sirven medias raciones de casi todo, lo cual te permite probar diferentes platos con un estilo muy particular (echadle un tiento a las bravas), y que la cena no resulte aburrida o soporífera.

José Luis, que es quien sirve las mesas, es un encanto que sabe, con una amplia sonrisa, asesorar y conectar con el cliente que comienza a sentirse como en casa en los primeros compases. Salvo los muy "estirados", no creo que haya a quien le pase desapercibido este establecimiento, pequeño, coqueto y singular.

Del precio ya se ha hablado (alrededor de 40€ dos personas), incluidos bebida, postre y café. Muy razonable teniendo en cuenta la calidad de la materia prima y la forma de tratarla en los fogones.

Está claro que seguiré yendo por allí siempre que me sea posible.

¿Me identificas, José Luis?

Cena de viernes noche en este pequeño restaurante situado en la zona del cabanyal, y por ende cerca de la zona de copas del Puerto de Valencia ( qué era el objetivo final...)

El local es pequeño, con no más de 5 o 6 mesas, con decoración muy humilde, y pero qué suple estas cosas con un producto de muy buena calidad y un servicio cercano y familiar.

Como eramos dos buenos amigos qué se juntan cuando pueden y nuestro propósito es comer bien y con calma, al final resulto todo un acierto esta casa.

La carta de comida es relativamente completa, acompañada casi siempre por algún plato fuera de carta qué ya se encarga su aplicado dueño en cantar.En los mismos términos se puede hablar de la carta de vinos, de la qué escogimos un estupendo Cerro Bercial blanco, servido a temperatura perfecta, y así se mantuvo durante toda la cena gracias a una cubierta.

Para la comida nos decidimos por los siguientes platos (no antes sin bebemos una caña bien fresquita, acompañada por unas almendras );

-Croquetas de bacalao, estupendas de sabor y textura.
-Anchoas con tomate y buen aceite de oliva, un producto qué si es de calidad, como fue el caso, se disfruta.
-Sepionet sucio de playa, especialmente bueno.
-Atún fresco, qué vino acompañado de un pisto de tollina espectacular.

Todo fue al centro para compartir.En el postre es donde creo qué nos equivocamos, por qué nos dio por pedir una tarta de santiago, qué estaba buena, pero si no me equivoco sería industrial y no dejaba de ser una más.Y me consta qué también trabajan postres caseros.En fin, habrá qué volver...

Tomamos un par de GT, para terminar de arreglar el mundo....

Comida hoy a mediodía, dos amigos.
Dos cañas, para picar sus famosas patatas bravas, unas croquetas de bacalao, dos anchoas con tomate ( de vicio ) , una alcachofa confitada con jamón y huevo de codorniz ( espectacular ) y para compartir atún a la plancha con pisto . Un queso, para terminar el vino , y de postre un tocino de cielo también para compartir ( exquisito ).Además de los cafés dos orujos de hierbas caseros ( bueno , cuatro que nos ha invitado a dos más ).
Vino mestizaje , 16 euros la botella.
Una cocina verdaderamente casera , del Cabañal auténtico , en la que también se puede encargar cualquier arroz , acertando siempre. Además el dueño , es un enamorado del vino y te lo demuestra.
( Bueno y dos Gin Tonics de Larios 12, todo incluido en el precio)
Restaurante de los de toda la vida , con una más que buena atención al vino.

Nueva visita a los dominios de Sofía y José.Calidad del producto y buen hacer en la cocina.De entrantes,tomamos:
-sabrosas croquetas de bacalao.
- unas espectaculares anchoas en aceite jienense y tomate.
-sepietas sucias de playa;una de sus especialidades.lomos de bacalao De principal dos magníficos lomos de bacalao con pimentón de la Vera y cachelos.
De postre un rico tocino de cielo.
Cervezas,y una copa de verdejo.
Con el café,probamos un licor de Bocairent,muy rico,anisado.
Sin duda uno de los lugares donde nunca se falla.
!Hasta otra!

Fuimos 4 veremeros a comer el sábado a este pequeño restaurante situado cerca del hotel donde se realizaba el encuentro. El menú es el comentado por Anubis anteriormente y poco tengo que añadir. El tartar de atún con aguacate correcto, los sepionets excelentes, tiernos, sabrosos, para comerse media docena, las croquetas de bacalao muy ricas y las bravas correctas sin más (les faltaba bravura). El arroz del senyoret muy bueno, yo me hubiera zampado la paella de 3 raciones que pedimos ya que no eran muy abundantes. La tarta de Santiago del postre riquísima, tierna y jugosa como pocas. Para beber tomamos un vino blanco de pago de Tharsys hecho con albariño y godello, curioso y fácil de beber. Copas correctas así como el servicio del vino. Carta de vinos algo corta. Servicio atento en todo momento. Local pequeño, eso sí, y con las mesas más juntas de lo deseable.

Acudimos a comer 4 veremeros que no teniamos muchas ganas de coger coche y habia visto que este pequeño restaurante esta a un paso del hotel Las Arenas. Llegamos pronto y practicamente la mitad de la comida estuvimos solos. Afortunadamente, ya que el local no tiene ninguna comodidad ( por eso el 4). Es sobrio sin mas con otras 3 mesas grandes en una de las cuales tuvimos la mala suerte que nos acompañara el llanto de un niño durante media hora.. ( sin comentarios sobre la educacion que demuestran los padres en los restaurantes..).
Dado que teniamos que volver a los talleres y aun quedaba mucho Encuentro nos decidimos por lo siguiente:
- Croquetas de bacalao: una para cada uno. Correctas. Me sorprendio que no eran de bechamel sino masa de pure de patata. Parece ser que es normal en la zona. Prefiero una buena bechamel pero estaban buenas
- Sepionet: uno para cada uno. Habrian caido 5 para cada uno porque eran excelentes.
- tartar de atun con aguacate. Bien
- Media de bravas que se empeñó el dueño alabando las virtudes. A mi no me dijeron nada. Patatas en cuadraditos, con una mayonesa y salsa rosa por encima y algo de pimenton por encima. Vaya, que de "bravas" no tenian nada.. Correctas para matar el hambre
Y el gran plato: Un arroz del senyoret para 3.. Ay ay que gran error. HUbieramos pedido para 5 si llegamos a saberlo. El arroz excelente en punto y sabor con unas gambas pelñadas rojas fresquisimas. Pero las raciones son muy escasas , aun pidiendo uno por persona se quedaria algo corto a pesar de los entrantes.
Postres 3 tartas de santiago excelentes : jugosas. y un brownie con chocolate caliente correcto sin mas.
Solo tomamos una botella de vino : Godello + Albariño de Requena. a 18,50 creo.. no nos sorprendio. Como era de esperar toques muy dulces no propios de estas variedades norteñas( o paladar no acostumbrado). El servicio de vino lo valoro como flojo porque la carta es bastante corta. Creo que no habia cavas por ejemplo, o muy poco...
Cafes
Nos invitaban a licor que rechazamos,
En resumen, una opcion algo distinta a la fila de restaurantes de la Malvarrosa. Precio mas que interesante pero a considerar la escasez de las raciones, sobre todo el arroz.

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