Restaurante Taberna Arzabal en Madrid
Restaurante Taberna Arzabal
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Cód. Postal:

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Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Cerrado los domingos por la noche y los lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
48 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.5
Comida COMIDA
5.9
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
4.7
Bacalao con verduras y tapenade
Chipirones en su tinta
Cocochas de merluza
Opiniones de Taberna Arzabal
OPINIONES
9

Las cosas de la capital, como en Las Vegas, deberían quedar en la capital. Pero es imposible que ante los aluviones de buenas críticas que se escriben generosamente sobre algunos lugares no caigamos en tentación de los nuevos templos de la gastrobarería madrileña. Aunque en este caso Arzábal no es más que una taberna, con una importante carta de vinos a precios contenidos, con una amplia colección de vinos por copas, en precioso marco plateado. Pero si su servicio es atento, su cocina es más bien cortita y con precios de restaurante. Y esto siempre resulta curioso, que un plato de sardinas en espeto, es decir, dos brochetas, cada una con cuatro lomos de sardinas, en total cuatro sardinas enteras, se lleguen a cobrar a 18 euros, es decir, tres mil pesetas de las de ants, me parce un despropósito que tienen nombre: hemos perdido los papeles. Porque si además ese “imaginativo plato”, como lo vende el atento joven que hace de jefe de sala, tuviera otra base que unas rodajitas de tomate, y se planteara de una manera realmente “imaginativa y espectacular”, pues tal vez pudiera llegar a tener un precio semejante, pero así, me parece que se aprovechan de quien por buena voluntad quiere probar las cosas que no están en carta.

Además, al pensar en el plato de patatas, huevo y trufa, me siendo indignado y estafado. Porque va el gachó y me dice que ese es mejor que el de setas con huevo, y yo creo que era porque con el de setas lograban un beneficio menor. Porque 17 euros por unas patatinas fritas, un huevo y un poco de crema de trufa, de esa de bote, vuelven a ponerme los pelos como escarpias.

Las patatas a la importancia eran un mazacote duro de tragar, con unas cuatro pobres gambas extracocidas. De la misma manera que los chipirones, aproximadamente seis, en un guiso que había dejado el caldo sabroso, pero el elemento central desafortunadamente huérfano de todo sabor. Textura pura y dura.

Vamos que la noche, gastronómicamente fue memorable. Y para colmo la ensaladilla rusa a precios de ensalada de langosta.

Siete platos a centro con un coste de 116 euros nos dan una media de 16 euros y pico. A todas luces para quedarse con cara de tonto provinciano. Pasen y disfruten. La moda tiene un precio.
Dos botellas e champagne, un Pierre Jouet (45€) y un Piollot (35). Ningún postre.

Con unos amigos de Santander, volvimos a Arzabal; hacía algo más de 1 año que no iba. Teníamos la reserva en el local pequeño de Doctor Castelo que dispondrá aproximadamente de unos 7 mesas. Nos colocan en una mesa redonda que está en un pequeño altillo, separada del resto; la verdad que se estaba bastante bien.
De todas formas, de cara a ir a disfrutar de la gastronomía, prefiero un salón comedor que estos locales donde la barra se junta con la sala, y que además le acompaña una iluminación acertada en la mesa, pero un poco en semipenumbra en el resto del local.

Decidimos compartir unos entrantes; y luego que cada uno eligiera su plato.

1. Salomorejo (12€): Rico, aunque me quedo con el de Taberna LAredo por su cremosidad.
2. Gambas al ajillo (18€): Ración de 12 piezas, gamba de buen tamaño, y muy bien cogido el punto...es decir no muy hecha.
3. Steak Tartar: Carne roja bastante bien maridada, incluía cebolla, cebollino, pepinillo, huevo; y acompañado de una mostaza suave. BAstante acertado.

Los platos principales:

1. Chipirones en su tinta con arroz: Muy buen producto, y salsa excelentemente ligada en su punto de densidad.
2. Bacalao con verduras y tapenade: segun el comensal que pidió este plato excelente. Muy buen punto el bacalao para que las lascas salgan solas simplemente pasando el tenedor. Lo probé y estaba rico; pero diríamos que sin comenzar a levitar.
3. COcochas de merluza en Salsa verde (24€): FUera de carta y como una de las opciones de pescado del día. Ración hermosa de buen producto, salsa untuosa, densa, gelatinosa y que invitaba a ser mojada; como así se hizo.
4. Arroz con trufa y setas: Probé solo un poco, pero no me pareció gran cosa. Tampoco vi rallar la trufa por ningún lado.

Los postres se pidieron un tarta de queso, y un hojaldre de críticos con frutas del bosque. Ambos muy por debajo del nivel del resto de la comida. Sinceramente creo que tienen que hacer una revisión a este apartado.

De bebida, 2 botellas de DO Ferreiro, alvariño que descubrimos en la CIgaleña (Santander). Botella a 22€, muy bien de temperatura, y durante la primera botella, bastante atentos a servir las copas.

Se siguió con 4 cafés y 3 copas.

Servicio joven, amable, moderno, guardando la distancia, diría que no demasiado cercanos.

EN general buena comida, en un ambiente de taberna moderna, que personalmente no me acaba de convencer...pero que entiendo que tiene su perfil de publico. Desde mi punto de vista, prefiero que el entorno esté totalmente focalizado en hacerte disfrutar de la comida.

Con las tres copas y algo de propina, salimos a 65 € cabeza, la relación calidad/precio me parece solo correcta para como se queda uno y el tamaño de las raciones. Es decir por este precio en Madrid, creo que se puede comer bastante mejor

Algunos ilustres blogueros, hablan de Arzabal como una de las mejores barras de la ciudad, desde mi punto de vista no es una barra, ya que es demasiado pequeña e incomoda. Estamos ante una taberna moderna que fundamentalmente cuida la comida y los vinos pero con los precios un poco elevados

  • Bacalao con verduras y tapenade

    Bacalao con verduras y tapenade

  • Chipirones en su tinta

    Chipirones en su tinta

  • Cocochas de merluza

    Cocochas de merluza

Solemos frecuentar esta zona de Retiro pues hay un montón de magníficas barras para tapear y tomar algún vino interesante, pero nunca nos había dado por entrar a este local. El continente resulta atractivo, no es que sea muy amplio pero resulta agradable a la vista y el local estaba absolutamente a tope, algo reseñable teniendo en cuenta que eran ya más de las 3 de la tarde cuando nos pasamos.

Echamos un vistazo a la carta de vinos por copas y lo cierto es que no está mal, con algo más de 20 opciones, nos decantamos por La Bota de Fino Nº18 y nos tren la de Manzanilla Nº22 completamente oxidada, no sabemos si por un problema de botella o porque llevaba abierta mucho tiempo, pero no estaba en condiciones. Nos ponen unas míseras aceitunas de aperitivo y al ver nuestra cara salió otro camarero con quien estuvimos hablando sobre el estado de la manzanilla y comprendió perfectamente el problema. Nos puso la de Fernando de Castilla y una lata de mejillones en escabeche de aperitivo, así que el resbalón inicial se arregló. La carta de raciones en amplia, no sorprende pero tiene muchas opciones, pedimos medias para probar varias cosas, aunque resultan algo pequeñas, destacando unas sabrosas croquetas de boletus, un correcto steak tartare y una sartencita de huevos con trufa, al estilo Viridiana pero sin ser lo mismo, claro. Buen surtido de panes y una gran mantequilla para untar. No tomamos más pues continuamos con la ronda en otro sitio, como siempre solemos hacer, siempre pasamos por varios locales. Los precios de las raciones correctos, en sintonía con otros locales de la zona, no muy caras pero tampoco baratas.

La carta de vinos es amplia y con buenas opciones, tanto nacionales como foráneas, destacando una buena oferta de Champagne. Los precios por botellas varían mucho, los vinos básicos y medios están muy subidos y los superiores bastante aquilatados, vamos que se puede tomar un Único, un Dom Perignon o un Comtes de Champagne a buen precio y sin embargo los Champagnes de pequeños productores o Borgoñas básicos están muy inflados. Los precios de los vinos por copas correctos, siempre que se cuide el aperitivo, claro.

En fin, un local claramente de moda en una zona donde hay mucho y bueno, no está mal pero no alcanza el nivel de otros próximos como La Castela, La Montería, La Catapa y sobre todo Laredo, pensamos que el continente está por encima del contenido. Y desde luego si para el amigo Maribona es la mejor barra de Madrid…no me quiero ni imaginar cómo será la peor. Bien, pero tardaremos en volver a pasar, hay muchas cosas mejores.

Fuimos a Arzábal porque lo habíamos visto recomendado en una página web como una buena Taberna-Restaurante.

Llegamos a las 14:15. Local pequeño y ruidoso. Decoración estilo moderno aceptable. Nos sientan y nos traen unas patatas fritas con boquerones en vinagre que estaban buenas y un cubo con mantequilla y pan que también estaba bueno.

Pedimos a las 14:25. Eramos cuatro personas y pedimos tres entrantes a compartir y un plato para cada uno. De entrada: Media ración de croquetas de boletus (10 euros) que estaban normalitas y nos pusieron una croqueta por persona y muy pequeñita. Media de Cazuelita (el "ita" le viene que ni pintado) de huevo, patata y trufa. Buena, pero ridícula de tamaño (esta costaba más de 10 euros). Media de patatas con cigalitas (tres patatas enanas con un trocito de cigala) bueno también pero apenas había comida en el plato para poder hacerse una idea.

Tardan 35 minutos en traer los segundos y estamos más de 20 sin nada en la mesa.

De los platos principales tres personas tomaron la cuchara del día (alubias con almejas a 15 euros) y yo el Solomillo de cerdo con parmentier de patata (estaba fuera de carta). Las alubias, de nuevo, aceptables pero bastante escasitas. El solomillo, normalito, serìan unos 150 gramos de carne.

Viendo el tamaño de los platos y que llevábamos ya más de una hora allí, decidimos no pedir postre y pedir la cuenta.

La sorpresa es cuando en la cuenta nos cobran 24 euros por el solomillo, aprovechando que es un plato fuera de carta.

Muestro mi indignación al camarero y me dice que es que el plato tiene mucha elaboración: Pero si era solomillo con un sofrito de pimiento y puré de patata!

En definitiva, un lugar con una calidad-precio que deja muchísimo que desear.

Fuimos a conocer esta taberna muy bien recomendada, llegamos y nos dan mesa en la sucursal mas abajo en la calle del Retiro. Empezamos con un gran cubo de mantequilla con sal que estaba bien con cuatro cuchillos para untar que luego se utiliza con los mismos cuchillos entodas las mesas.
Empezamos con cecina con aceite y anacardos, mediocre de calidad y sobraan los anacardos si quieren poner algo que sean almendras fritas en el momento no anacardos insípidos
Seguimos con media de croquetas de jamón mal fritas que se deshacían al cogerás con el tenedor, la base era buena pero mal hechas.
Una espera de mas de 15 minutos hasta que llega el siguiente plato, y eso que solo habían dos mesas mas, disculpas de la camarera un atasco en cocina, huevos con trufa, mucha patata poco huevo y una base muy aceitosa poco agradable.
Espetón de sardinas con tomate aceptable, chipirones encebollados poco sabor correctos.
Lomo de buey, baboson, templado tirando a frío, mediocre.
En fin mucha expectación defraudada, un bar enfrente del retiro, mediocridad bien situada
Lo mejor el vino Abadía RetuertA SELECCION 2008 un poco caro a 32euros

Se trata sin duda de una de las mejores tabernas-modernas de la scene actual de Madrid.Dos horas de pleno disfrute, dejándonos llevar por el jefe de sala.
La materia prima es de lo mejorcito que he probado, así como el asesoramiento en los vinos por parte de Ivan. Servicio muy atento y rápido.

A destacar de lo que probamos:
Croquetas de ibérico
Alcachofas
lomo
lentejas con faisan
Huevos rotos con trufa
Foie
Torrija con helado de vainilla.

Estuvimos comiendo dos personas un dia laborable despues que reservara con una semana de antelacion ya que anteriormente hubo un intento fallido reservando solo con 2 dias...Inexplicable orque al final quedó una mesa libre. Pues bien llegamos a las 13,45 y estabamos solos. A las 14,15 llegó un grupo de 4 y hasta cerca de las 15:00 no se ocuparon el resto de las mesas (salvo la que quedó libre). Nos tomaron nota con cierta prontitud y a las 14,50 solo nos habian puesto la mantequilla, el cino y media racion de alcachofas fritas. Por cierto nos decantamos por compartir medias raciones que mas bien eran "cuartos de ración" dada la escasez. En cuanto a la comida, las alcachofas fritas correctas y sosas en presentacion, sin mas. Un atun encebollado corriente con buena calidad de materia prima. El rissoto con trufa excesivamente trufado ( estos aceites aromatizados cansan muchisimo). Y la carrillera de iberico espantosa: absolutamente seca ( y ya es dificil perder la gelatina) de tanto recalentamiento. El vino correcto pero precios altos. El servicio pesimo. Y al final 50 € por persona que en absoluto se justifican.

Arzábal se ha puesto de moda desde que abrió sus puertas hace unos pocos meses (para los fines de semana hay que reservar aproximadamente con 6 o 7 días de antelación). Además ha tenido el visto bueno casi unánime de la crítica oficial.
¿Restaurante con barra?, ¿Gastrobar (horrendo palabro)? ¿Taberna? De todo un poco.
El local es pequeño, con una barra a la entrada, separada de la zona de mesas mediante un tabique con cristaleras a media altura. Seis mesas en total, con manteles individuales de papel, al igual que las servilletas.
La carta no es demasiado larga pero los platos, sobre el papel, tienen muy buen aspecto. Además, muchos de ellos se pueden pedir en medias raciones.
Carta de vinos no muy amplia pero bien escogida.
Servicio agradable y numeroso.
Buen pan y mantequilla salada para empezar.
Como entrantes, pedimos salteado de setas de temporada, (algo insípido, aunque nos imaginamos que mejorará cuando llueva de verdad y se pueda conseguir mejor materia prima), croquetas caseras de jamón y boletus (suaves y sabrosas respectivamente, con la bechamel bastante líquida, aunque no estaban demasiado crujientes por fuera), y un salteado de arroz con boletus y trufa (en realidad una especie de risotto, bien de punto y de sabor). La pena es que sacaron los tres entrantes casi juntos, con lo que se enfriaron en la mesa.
Como plato principal tomamos una perdiz de campo (lo mejor de la noche, sin duda, aunque no comparto el entusiasmo de mi acompañante).
De postre compartimos una tarta de queso casera, bastante consistente pero de sabor agradable.
Con un AN2 (2006) bastante bueno (20 euros), dos botellas de agua pequeñas y dos cafés: 100 euros.
Tendremos que volver para probar más platos.
LO QUE MÁS NOS GUSTÓ:
-La perdiz de campo.
-Buen servicio, muy numeroso para la cantidad de mesas que atienden
-La posibilidad de pedir medias raciones
-La posibilidad de reservar en un lugar tan pequeño.
LO QUE MENOS NOS GUSTÓ:
-Los entrantes salieron casi juntos, por lo que acabaron fríos.
-El salteado de setas.
-Esperábamos algo más del sitio (aunque, obviamente, esto es problema nuestro y no del restaurante.

Este pequeño y coqueto restaurante o como tambien se le puede denominar tasca moderna de las que estan saliendo mucho por esta zona del Retiro esta dominada por el buen hacer de sus platos con una materia prima de primerisima calidad(como diria mi padre con buena picha bien se jod...).Casi todos los platos que hay en la lista se pueden pedir tambien en medias raciones consiguiendo asi que se puedan probar mas cosas.En la espera te ponen una "motte" de mantequilla semi salada de los Alpes deliciosa con unos panes de aceitunas e integrales muy ricos.Luego primeros como croquetas de boletus y otras de jamon iberico con una gran bechamel realizada con leche de Latxa se funden en el paladar,seguimos con un muy buen trozo de carne de vaca(¿por que leche les dicen buey en otros muchos sitios si nunca es,siempre es vaca o ternera!!!) en su punto de asado de la zona de Lugo con un sabor de altas cotas para finalizar con una seleccion de quesos que nos dejo extasiados ante todo el Idiazabal fuera de esos que se ven en hiper y el Conté sin dejar fuera a los otros.Los postres tambien de buena ejecucion,cuajada de latxa con reduccion de px y flan de queso.Mi copa Spiegelau y la de mi mujer otro modelo de copa con una carta de vinos y trato de estos muy buenos.Repetiremos por supuesto.Me quede con ganas de esos callos en la Creuset.

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