Actualización del ultimo comentario del año 2016, había recibido buenos imputs de este restaurante y ciertamente quedé decepcionado y no precisamente por su cocina, los días de diario su oferta consiste sólo en un menú que tiene ocho o diez opciones tanto de entrantes como de platos principales además de postre

No voy a describir lo que comimos, fue un menú correcto con buena RCP.

Me voy a limitar a denunciar el mal talante de las tres personas que estan a cargo del servicio de sala, que en algunos casos rozaron la mala educación.

Les deben sobrar los clientes.

Prácticamente tienes que ir a propósito, en Bellcaire D’Emporda,
con aspecto de masía, pero con toques modernos en su interior, una sala amplia, cómoda, bonita.

Apuestan por productos de la tierra, calidad, cocina catalana, pero con toques vanguardistas, tanto en su elaboración como en la presentación de los platos.

Servicio muy bueno, buscando la satisfacción del cliente, mi mujer preguntó por verduras, aunque no aparecían en la carta y sin problema, le cocinaron unas verduras a la plancha, que estaban geniales (los productos de la tierra de calidad), y además, no nos “clavaron” por no estar en el menú.

Su segundo fue un rape a la plancha, dos buenos trozos, incluso demasiado grandes, bueno también.

Yo fui al menú de temporada (26,37€), Huevos a baja temperatura con butifarra de perol y crema de trufas, ración grande, contundente, la butifarra desmigada perdió todo su protagonismo, la crema de trufa le daba el punto especial al plato, bueno en general.

Tataki de picaña de wagyu, parmetier de patata y salsa teriyaki, uno de esos platos mas innovadores del menú, muy sugerente inicialmente, pero la carne con algunos nervios, hizo de algunos trozos difícil de masticar, no todos afortunadamente, el conjunto en general en sabor muy bueno.

El menú contaba con dos copas de vino D.O. Empordà, que fueron suficientes para mi, servido en buenas copas, la carta de vinos es bastante completa con bastantes referencias sugerentes.

Vale la pena acercarse y creo que es un restaurante para visitar si estás por la zona.

Restaurante situado en un pueblo a unos 5km de L´Escala, la verdad es que sin ningún tipo de encanto, pero nos lo habían recomendado y no teníamos muchas ganas de ir lejos.
La decoración del mismo es en plan rústico, techos altos con vigas de madera, mesas amplias y bien vestidas, vajilla y cubertería de cierto nivel y cristalería simplemente correcta.
Servicio atento pero sin demasiada gracia.
Para comer optamos por el menú de primavera a 25,46€+IVA.

De primeros y a elegir:
- Huevo a baja tª con morcilla y verduras, muy bueno de sabor, aunque con algún fallo en su ejecución, el huevo llegó cuajado de mas y el plato estaba templado rozando casi el frío.
- Pastel de bacalao y calçots, con mayonesa de pimienta, buena presentación y textura del paste, aunque un tanto falto de sabor.

De segundos:
- Solomillo de cerdo ibérico con salsa de colmenillas y lasaña de patatas, cuatro medallones de solomillo con buen punto de cocción y una salsa potente para mojar bien de pan.
- Hamburguesa de buey "Black Angus" a la brasa con verduras y mantequilla de trufa, hamburguesa de buen tamaño, sabrosa y jugosa y con el punto que se solicitó, bien dorada por fuera y casi cruda por dentro, las verduras yo las cambiaría por las típicas patatas fritas.

Postres:
- Mató de vaca con espuma de miel y piñones garrapiñados, típico queso fresco de la zona, cubierto por una crema dulce con sabor a miel, buen contraste entre los toques ácidos y lácticos del queso y la dulzura de la crema, los piñones aportaban textura al plato, muy rico.
- Sorbete de mango, pues el típico sorbete, rico y refrescante.

Para la cría unos macarrones a la boloñesa a 8,50€.
En cuanto al vino no recuerdo muy bien la carta, pero tampoco me entusiasmó, apetecía un cava y elegimos en esta ocasión un Llopart Brut Nature Reserva a 19€, servido perfecto de tª y con la cubitera de rigor, nos ofrecieron cambiar las copas por otras de flauta, a lo que declinamos amablemente.
Terminamos la comida con un par de cafés.
Un sitio en el que se come bien, pero que tampoco deslumbra por ninguno de sus platos.

Habíamos comido en este restaurante el menú del mediodía en varias ocasiones (recomendable). Esta vez fuimos para celebrar el año nuevo.

Eramos 4 y como entrante hicimos un pica-pica: croquetas de bacalao, calamares a la romana y anchoas de l'Escala. Como platos principales, tomamos: salteado de alcachofas y sepia; "mar y montaña" de pies de cerdo, caracoles y bogavante; meloso de ternera con foie; paletilla de cabrito asada. Tanto el pica-pica como los segundos muy bien. Destacaría el "mar y montaña", que me pareció excelente.

Pedimos dos postres, sopa de fresas y texturas de chocolate, que también estuvieron a la altura.

El vino, una apuesta segura, el Vinyes Velles de Martí Fabra.

El único pero fue que el restaurante se llenó de golpe y tuvimos que esperar bastante para que nos tomaran nota. El servicio algo más agetreado de lo habitual. Al final de la comida, el cocinero salió a saludar y pidió disculpas por la espera (un detalle).

Un lugar a tener en cuenta en la zona. Repetiremos.

Crec sincereament que es un magnific restaurant oblidat per les grans guies, el tracta que ofereixen als productes de temporada es sublim cal mencionar les garotes gratinades o el marisc i peixos de les nostra costa o de galicia, si hi aneu no deixeu de provar el magnific bacalla amb peus de porc i si sou llaminers feu els tastets de postres (una representacio amb miniatura dels postres de la carta)

Me habían hablado bien de este restaurante, pero está en un pueblo sin especial encanto y parece que siempre cuesta más ir, que suerte que al final nos decidimos.

Por fuera no parece nada del otro mundo, dentro el local es bonito, como una masia restaurada con toques modernos.

Aunque hay un menú de 4 platos por 33 euros, nos decidimos por la carta (creo que acertamos).

Comimos cargols a la llauna (muy buenos), coca de gambas con gírgolas (excelente), rodaballo al horno con aceitunas negras (espectacular, quizás demasiada cantidad), meloso de ternera al foie (excelente) y de postres, parfait de chocolate (bueno) y sopa de coco con daikiri (muy bueno). Para beber, un Borsao 3 picos a 22 euros.

Cafés y petit fours (el azucar con sobre, fallo tonto fácil de corregir).

Tanto presentación, servicio como comida, excelente. Para repetir, no entiendo como no hay más opiniones. Ambiente relajado y tranquilo.

Volveré ya que la carta hay varios platos que me quedé con ganas de probar.

Un restaurante para los que quieran comer muy bien si van a l'Escala o alrededores y no quieran ser victimas de lo mal que se come en las costas , el aparcamiento perfecto eso para empezar la comida un 10, la carta de vinos extensa pero faltan 2 grandes prioratos que deberian estar Clos Martinet Cims de Porrera. Por todo lo demás sali encantado lo recomiendo a todos Si os decidis a poner esos vinos en la carta tambien poner de entrante el bloque de foie a la reduccion de pedro ximenez entonces la valoracion seria mas de 10

Me parece un acto de justicia incluir este restaurante en los comentarios de Verema.com.
Pere Del Moral y su equipo, con su mujer Dolors al frente de la sala ofrecen una cocina honesta, bien elaborada, sin pretensiones, donde el producto es tratado con mimo y presentado de forma exquisita. Son unos auténticos "locos" de la cocina.
A parte ejerce una labor importante de pedagogía, pues Pere no tiene ningún reparo en explicarte cualquier cosa que le preguntes. De hecho ha sido pionero y maestro de muchos en lo que a cocciones a baja temperatura se refiere.
Hemos comido en l'Horta en numerosas ocasiones y nunca hemos salido defraudados, todo lo contrario.
Algunos platos deberían tener D.O. propia com el bacalao o la ensalada de crujiente de botifarra negra.
La sala es amplia, con separación entre mesas mejorable y una decoración un tanto moderna en un local rústico. Montaje de mesas impecable, con buenas copas, por supuesto.
La carta de vinos alberga fácilmente más de 200 referencias con D.O. poco comunes.

En esta última ocasión tomé un tartar de atún y un mar y montaña de pies de cerdo con bogavante, todo riquísimo. De postre una sopa de pera muy buena.
Para beber un Perafita D.O. Empordà a 20 €. Agua Solán de Cabras.

Felicidades Pere y compañía por vuestra labor a lo largo de estos años.