Inmejorable experiencia gastronómica. Viaje a Pamplona con amigos con la grata sorpresa de que la comida sería en el Rodero. Buena acogida, mesas bien paradas y separadas, equipo de sala muy profesional. Escogimos el menú corto "para gustar". Citaré los platos sin traducir para evitar errores. Unos snacks como "Gin fizz", "Crujiente de anguila" y "Buñuelo de queso Iraty Ossau". De los tres me quedo con el último, una explosión gustativa en la boca. Seguidamente una "Trucha de Yesa curada, tomate en texturas", "Anchoas ahumadas y en salazón, pepino encurtido y cebollino", "Kokotxas, parmentier de borraja, colágeno y crujientes", "Gallo salvaje con meuniere de oreja y fino, raíz asada de perifollo", "Paletilla de cordero lechal, cogollo brasa y emulsión de anchoas" y para acabar "Cuajada de almendra, miel de almendra amarga y garrapiñadas". Todos los platos estuvieron a un alto nivel pero destacaría las anchoas, las cocochas y los postres. Cantidades muy correctas. Relación precio - calidad muy buena. Una gran comida!!

Sin duda un gran restaurante, un restaurante con saber hacer y profesionalidad a varios niveles, con años de experiencia y consistente. A mi el local me gusta, luminoso, serio, amplio, limpio. El servicio rápido, atento, bien dirijido y adecuadamente amable. Sencilla , pero perfecto disposición en mesa con espacio, mantel de lino blanco y vajilla Villeroy Boch. Tomé un menú de clásicos, quizás algo anticuado ya, pero de clásicos, así que sin más discusión. Nada impresiona sobremanera, pero el sentido de profundidad culinaria y asentamiento gastronómico están presentes. Me decepcionaron, no porque no estuvieran ricos, los dos segundos( merluza y cochinillo), quizás porque no alcanzaban esa intensidad y gusto que la cocina clásica bien hecha suele tener, no conecté. Los primeros razonables, bien y cromáticamente presentados, la tortilla de patata y trufa con natilla de cebolla, rica , divertida, aq ya muy vista, Quizás lo que más me gustó fue la ejecución, contrastes y complejidad del txikito´de ensaladilla y algas. Otro día con mejor cuerpo me atreveré con el otro menú más avanzado. En cualquier caso un buen y consolidado restaurante. Por cierto este menú 60 euros con vino y café

Segunda vez que iba a Rodero, esta vez volví con mi mujer, pasábamos por Pamplona y recordé el buen gusto que me dejó la primera vez y reservé sin dudarlo.

Pedimos menú degustacion, con platos que realmente me sorprendieron mucho, como el Cardo rojo rizado (nunca antes había comido cardo y me sorprendió muy gratamente). Gran sorpresa su mitica y tenaz Corona de Alcachofas. Muy bueno el Royal de Morcilla y caldo de Alubias.

Los Salmonetes estaban espectaculares, en su punto justo con un muy buen pan de algas.

En vez de paloma tomamos liebre, no soy muy de libre, nos la ofrecieron y en un arrebato decidí decir que sí, y la verdad que estaba muy buena, iba acomapañada con unas bolas de sus hígados que le daban una cremosidad excelente.

Los postres fueron un gran final, la Fondue templada de queso Stilton me pareció magnífica por esa mezcla tan extraña de sabores y temperaturas y a la vez tan sutil en boca.

Cocina de producto con platos sublimes.

El vino y su servicio muy buenos, a temperatura correcta y llenando la copa constantemente

Y que decir del servicio de sala! Me gusta muchísimo el trato familiar de este lugar, en mis visitas a diversos restaurantes echo a veces mucho de menos ese trato cercano, indispensable (junto con el local)para que la cena sea redonda.

Chapeau!

Nueva visita a este restaurante.
Antes de ir y a la hora de hacer la reserva via telefónica, pregunté por los distintos menús (que no eran los que figuraban en la web)y los cambios que podiamos realizar.
Esta vez optamos por el menú "Clásicos de Rodero" que incluía también vinos, agua y cafes al precio de 60€. Un menú donde es patente la técnica de este gran cocinero que es Koldo Rodero, sin duda uno de los mejores de España.
A destacar la Merluza con veolute y gel de nécoras, uno de los mejores platos de pescado que he tomado últimamente, que dentro de su apararente simplicidad se esconde una elaboración compleja y llena de matices y la impresionante Fondué de queso stilton e higos. Un postre con una cupula de sorbete de higos relleno de mousse de vainilla y tropezones de higos y bañado por una fondue de queso. El frecor, la suavidad y la dulzura de la cúpula contrastaba la vez que complementaba perfectamente con la fuerza del queso.
El resto de los platos tambien a gran altura.
Noté que la temperatura de algún plato no era la correcta posiblemente debido a que el restaurante estaba a revosar esa noche. Sin embargo el servicio no se resintió en absoluto.
Maridamos los platos con los dos vinos incluídos en el menú, con llenado contínuo de las copas (mejorables y una de ellas con un visible roto en la base)
El aspecto negativo de la noche , sin duda,(penalizo en entorno) fué la desafortunada "perla" de una de las camareras y dueñas del restaurante al final de la cena, diciéndonos textualmente que "en cocina no les habia hecho ninguna gracia que no hubiera pedido el menú degustación" que supuestamente, según ella, encargué por teléfono con algunos platos nuevos que ella me comentó y que habían tenido que tirar a la basura...
La verdad es que no se de donde se sacó esta señora el hecho de que yo pidiera por teléfono el menú degustación, ya que como he dicho al principio solo estuvimos comentando las posibles opciones que habían (entre ellas el menú degustación) y algunos platos que se podían cambiar y que se confirmarían cuando estuvieramos sentados en la mesa.
Ante mi asombro intenté explicarle cual era mi versión de los hechos, poniendo en duda lo que yo le decía e incluso negándolo.
Salimos alucinando del restaurante. Una pena

Esta situado detrás de la plaza de toros,no es que tenga un encanto especial el entorno,te atienden la hermana y la madre de koldo,por cierto de manera muy atenta y agradable,respecto al sitio esta bien sin extravagancias,local serio y agradable,el menú empieza con dos aperitivos una croqueta de chistora , muy rica y suave,una espuma de ensaladilla rusa,original,luego seguimos con tres entrantes;tomate marmande en textura con albahaca,idaizabal y ajonegro,logicamente tomate con sabor a tomate,el queso idaizabal,viene presentado como si fueran unas palomitas,esto lo consigue con la técnica del nitrógeno,todo muy rico y para comer mezclado,seguimos con un manjar blanco de almendras con erizos de mar y algas,para chuparse los dedos,exquisito ,como ultimo entrante papada de cerdo iberico con cigalas,pochas y guindillas,que rica la combinación,a continuacion un rosaballo a la brasa de limonero y pil pil citrico,acabamos con pichon de araiz con cerezas,hibiscus rosas y caldo de cacao,estupendo,de postres sopa de piña con helado de cardomomo,coco y lima y de ultimo postre helado salado "las dos cafeteras" con chocolate,pistachos y citronella,este ultimo postre me gusto y sorprendió mas .
Este menú degustacion llevaba el vino incluido empece con un blanco chardonay de chivite,y luego para el pichon me pusieron un tinto selección de chivite,los dos muy ricos,y todo esto señores por 70+iva, a se me olvidaba el cafe incluido.
un gin de citadelle por 7,5+iva,tenian ademas un menu con dos platos menos por 50+iva,de las mismas caracteristicas,con vino y cafe.
Solo heche de menos mas verdura en el menu,pues siempre que le veo a koldo rodero por la tele o en alguna revista ,es sobre todo por las verduras navarras,una ultima cosa heche un vistazo a la carta de vinos,y os aseguro que unos precios muy asequibles.

Nueva vista.
Esta vez probamos un menú similar al anterior: 2 aperitivos, 3 entradas, 1 pescado, 1 carne y 2 postres a 70€, 2€ más caro que en la anterior visita, pero incluyendo el vino, los cafes y el IVA (full packet).
La comida excelente de nuevo, pero logicamente sin el efecto sorpresa que nos causó la primera vez.
Del menú destacaría el tomate en texturas con albahaca y queso idiazabal, tan refrescante como lleno de sabor y con el queso, con una textura muy agradable en la boca que le daba el nitrógeno líquido; la espectacular tortilla de patata en forma de cubo, que al romperlo desprendía un relleno de trufa y natillas de cebolla; y el helado "Las Dos Cafeteras", basado en el popular caramelo y con un toque salada para no empalagar. Menos me gustó el manjar blanco con erizos de mar y algas, que casi más fue erizos de mar con manjar blanco, dada la proporcion que había y el excesivo sabor a mar, que a mi personalmente no me agrada demasiado.
Tuvieron el detalle de servirnos dos vinos (blanco y tinto) en lugar de uno, servidos a la temperatura correcta y llenando la copa la copa contínuamente.
También nos invitaron a un extraordinario licor de melón Blanca de Navarra.
El servicio de sala, dirigido eficientemente por la madre de Koldo.
Sin duda, a la altura de los mejores restaurantes de España.

Gracias a Argug por la recomendación.

Iba solo.

Después de pasar la tarde por el centro viendo que lo que no es un bar, es una pastelería, o algo relacionado con comer, me decidí a reservar mesa aunque no hacía falta.

Bonito local situado detrás de la plaza de toros (si delante es la entrada de Estafeta), muy buen servicio.

Cocina moderna pero sin estridencias. Comí:

Tortilla de patatas cúbica. Es un cubo de patata sobre una especie de natillas de cebolla. El cubo de patata contiene el huevo. Original (se parece algo a la tortilla deconstruida) y sabroso.

Como no me decidía entre carne y pescado, la maitre me tentó con probar 1/2 ración de pescado y 1/2 ración de carne. Acepté, así que hice:

1/2 de bacalao con texturas de ajoarriero (bueno)
1/2 de tartar de solomillo. Lo sirven con una yema de huevo. Al ser media ración la proproción de huevo era algo mayor. Nada que el pan no solucione. (Muy bueno también el tartaro)

Bebí: Malleolus 2006. El servicio consistió en el descorche y prueba. Buena copa schott. Con el bacalao pedí una copa de cava que me trajeron en una copa schott (también) ya servida.

Postre: merecen la pena hacer hueco. Yo no lo tenía pero la maitre ya me había calado y me ofreció media ración del helado de caramelo las dos cafeteras (muiy, muy, muy bueno) que iba acompañado con una espuma de cítrico y algo más que no recuerdo. Yo le añadí otro acompañante: una copa de Noé (excelente).

Un disfrute a pesar de ir solo.

Me ofrecieron e insistieron en que me llevara el vino no consumido.

Para volver aunque sea con alguien :D

Hace dos días estuve en Pamplona a comer al Rodero expresamente porque es un restaurante que me gusta y al que sigo desde hace años. Para empezar, el local es de gran finura e invita al relajo con suficiente libertad como para no oir conversaciones ajenas- siempre hay quien se empeña en pregonar al restaurante todo lo que acaba de hacer. El servicio en sala, exquisito, de la mano de la madre del clan, que arrastra amabilidad y savoir fair, fruto de los años de trabajo. En cuanto a la cocina, el menu degustación, me dejó perfecto, en esa situación en la que sales con sensación de haber comido de calidad sin llenarte y perfectamente como para tomarte todavia un cognac.
Menu degustación: Cocktail de nécora y erizo, soberbio a la vez que ligero en un caldo marinero de gran sabor a mar. Setas trufadas, ya las conocía y están bien para deslumbrar a neofitos de este plaro. El calderete de chipirón, del 10, en tersura del pez y en acompañamiento desbordante de imaginación.Bravo,El bacalao, con muy poca cocción, deslaminaba perfectamente, muy bien. La liebre para los que nos gusra la caza y el sabor de esta carne, estaba a punto de horno y de sabor. Sorprendente el helado picante y de chuparte los dedos el manjar blanco de almendra. Todo ello regado con un Reserva Contino con unos Gin Tonics de aperitivo, fueron 100 euros por persona que hace tiempo no había pagado tan a gusto!!! Zorionak, Koldo, pues aunque no te conozco, me has conquistado y espero que por mucho tiempo. Zorionak a la gran Resu, derroche de elegancia y belleza de la tierra. VERO Y GORETTI teneis buen ejemplo a seguir. Zorionak a todos.

Restaurante navarro en el que koldo Rodero ofrece una cocina moderna e innovadora.
Comedor muy agradable y tranquilo, con distancia entre mesas muy adecuada.
Pedimos menu degustacion, formado por aperitivo, 3 entradas, pescado, carne y 2 postres (68€). Creaciones inteligentes, con unas presentaciones muy cuidadas. Destacaria prácticamente todos los platos del menú, aunque me quedo con el plato de bacalao con caldo de pimientos asados, el mejor plato de bacalao comido hasta la fecha y con algun plato realmente espectacular como el plato de setas y trufas con velo de oro. Quizás flojeo la carne, el plato de liebre con foia y trufa, no demasiado conseguido.
Mención especial merecen los postres, impresionante la sopa de lemon-gras y hierba luisa con helado de ras el hanout y el manjar blanco con tofe y sorbete de salvia
Correcta carta de vinos, buenas copas, pero servicio inexperto, al menos la señora que nos atendio, que no estuvo demasiado afortunada.
Atención en la sala correcto, aunque peca de falta de dicreción, no veo bien que el camarero/a se quede en una esquina parado durante un buen rato, observando nuestra mesa, cuando no tiene nada que hacer.
A pesar de esto, muy recomendable.

Me ha sorprendido que este restaurante no tuviera ningún comentario todavía.
Interior casi minimalista, agradable, música ambiente. Buena recepción y grato servicio. Ponen aperitivos y detalles en la sobremesa.
Comida para mi solo.
Carta innovadora con dos menús degustación.
Entrante: Crema de alubias rojas con oreja y rabo (excelente, para repetir).
Segundo: Paloma en dos cocciones (muy bien hecha).
Postre: Chocolate con especias chinas (chocante, agradable, sensacional).
Vino: Carta no muy extensa pero actualizada. Se echa en falta más referencias a "otras" D.O. Precios x2. No tomé vino pero el servicio era muy correcto en las otras mesas.
Precio con agua: 64,52€ (inc. IVA).
Nota: El único pero, común en casi todos los restaurantes de este perfil, son las escasas raciones. Como te descuides sales con hambre. Por eso no le pongo el 5.