En esta ocasión nos sentamos en barra por lo que pudimos apreciar el trabajo excelente en la elaboración. Entradas a base de ensalada con setas shitake y taritobi. Seguimos con nigiris, makis, etc... para acabar con un helado de leche de soja. A pesar de ser sábado por la noche, con local lleno y prisas, buena atención, aunque tardamos un poco en comenzar a cenar. La calidad de lo servido sigue siendo excelente.

Nueva visita: bolsitas de papel rellenas, tempura, tartar de atún, carpaccio de bonito, sushi y nigiri, acompañado de mestizaje y alcusses. todo excelente. buen servicio, a pesar de ser viernes noche y estar lleno. La contrapartida, una pena, el ruído, que hace difícil establecer una conversación. Los postres, fantásticos, mención especial para el tiramisú y la crema de jenjibre. La opción de la barra es muy interesante y creo que la probaré la próxima vez.

Fusión aunque escorada por el lado oriental ;-) Buen sushi y mejor tartar de atun (una delicia), interesante también la presa ibérica en teriyaki. Carta interminable por la cantidad de variedades de sushi (los probarías todos) que te provoca una cierta "angustia por exceso de oferta", se agradecería un menú de degustación realmente representativo. Pero bueno, es mi culpa por tragón irredento.

La carta de vinos no es extensa pero revela inquietudes y dispone de blancos adecuados a la comida servida. Nosotros nos inclinamos por los gewurztraminer (el del Vero y otro del penedés) y para final un Valtosca shiraz (una buena combinación con la carne en teriyaki). Cristalería adecuada, buena temperatura y servicio.

Local de diseño pero confortable. Una muy buena opción original en Valencia, después de tantas decepciones presuntamente modernas y cosmopolitas.

Local acogedor de decoración moderna, cálido y pese a su pequeño espacio, muy buena distribución de las mesas. Barra para disfrutar en directo de la elaboración del magnífico sushi, plato estrella del local junto al sashimi, los makis y otras delicias asiáticas.
Cocina japonesa fusionada con la mediterránea. Exquisita elaboración y cuidado de la materia prima, excelentes las tablas de sushi, aunque debo decir que el wasabi tan “light” me desilusionó. Buena repostería.
Mantelería, vajilla y cristalería cuidadas y de calidad. Los cubiertos para olvidar, poco cómodos y solo elegidos por el diseño, aunque para los que dominamos el uso de los palillos ni hacen falta.
Buenas referencias en la bodega pero grave error al encontrarnos con un chardonnay fuera del armario, por lo que permaneció en cubitera durante los dos primeros platos sin poder disfrutar de él.
Excelente repostería y servicio atento y correcto, sin estiramientos innecesarios ni acercamientos agresivos al cliente.
Desde luego volveré, pero para disfrutar del excelente sushi en la barra.

Qué sorpresa más agradable! En Tastem se disfruta todo, la decoración minimalista que invita a la tranquilidad y al sosiego, el servicio amabilísimo (María nos atendió espléndidamente), la original cubertería (si no te atreves a usar los palillos), y sobretodo los platos, presentados de forma exquisita y que te transportan por un momento al lejano país del sol naciente. Lo que más me impresionó fue el Temaki, sabrosísimo, si dejar de lado las ostras fritas, el sashimi, el cangrejo tempurizado.... todo regado de un equisito GOSSE ROSSE, que marida estupendamente con esos platos. Interesante y original el postre a base de helado de té verde y alubias japonesas!, y que acompañamos de un JAREL de la Sierra malagueña. Todo realmente delicioso. Un local para conocer, para disfruta y para recomendar sin miedo a equivocarse. Para mí fue todo un placer. Enhorabuena!

Viernes noche. Local lleno. nivel de ruído alto. a pesar de todo, la decoración del local nos gusta y la comentamos durante un rato antes de comenzar. original cubertería, pero no muy funcional. Entradas compuestas de: sashimi variado, hígado de rape (foie) muy suave, bolsitas de papel rellenas de verdura y tempura (correcta pero con un rebozado para mi gusto un tanto denso). Los entrantes agradan al grupo (11 personas). De segundo, hay pedidos variados: salmón teriyaki, pollo plancha, makisushi especial, etc... En general, la opinión es muy favorable. Nos ha sorprendido, especialmente la opción de fusión entre lo meditarráneo y lo japonés. en los postres más sorpresas, destacando un helado de te verde cubierto de judías (con un sabor muy dulce, ¿caramelo?) realmente bueno, así como una crema catalana de jenjibre, muy, muy suave. El vino, un albariño, mala elección (no por la calidad sino porque yo habría elegido otro), siempre en cubitera. Servicio amable. Cartas muy vistosas, y una apuesta original que se salda favorablemente. Lo apunto en la agenda. volveré.

Buena referencia el anterior comentario,tampoco es para echar las campanas al vuelo,pero si que hay que reconocer,que la oferta del restaurante no esta nada vista, y las ganas con las que se trabaja presajian un buen futuro. me gusto mucho la fusion de las dos cocinas japonesa y mediterranea esperando probar nuevas cosas.Animo.

Que gran sorpresa, INTERESANTISIMA y ORIGINALISIMA fusión Oriental-Mediterránea, o mejor dicho Valenciano-Japonesa!
Con una extraordinaria ubicación, el local acredita una indiscutible y agradable comodidad, decoración serena entre minimalista, juvenil y cosmopolita que amenizadas con una música muy en sintonía y audiovisuales manga, crean la atmósfera adecuada e ideal para disfrutar al máximo del local.
Interesante barra rápida SushiBar,
Muy adecuados la cristalería, la mantelería, la bajilla y súper original la cubertería, pero algo incomoda cuando te pones manos a la obra.
La cocina de manos de Ulises Menezo y el Sushi Área a cargo de Masaki Tsukuba, es realmente gratificante, original y deliciosa.
El servicio y las atenciones corren cargo de una encantadora Maria Candela, encargada del personal y la sala.
A destacar los Temakis, el cangrejo tempurizado, la ostra frita, las dos variedades de Sashimi y la inmensa variedad de Sushi...Todo riquísimo!
Pero lo que realmente llama la atención poderosamente por encima de lo demás y según mi opinión marca la diferencia con otras propuestas similares son: La bodega, bien surtida, pensada y seleccionada, la presentación de todos los platos y sobretodo la repostería: MAGNIFICA y muy atípica por variedad y selección, autentico Talón de Aquiles de Chinos y Japoneses!
Destacar el especial Japonés, compuesta de Mus helado de Te verde, Azuki (alubias dulces japonesas) gelatina de Agar-Agar y gajos de mandarina...Delicioso!
Destacar tambien la excelente y equilibradísima relación Calidad Precio...En definitiva, Muy Destacable y RECOMENDABLE...Una experiencia realmente gratificante para cualquier día y momento de la semana!
ENHORABUENA!