Tercera visita al restaurante Normal de los hermanos Roca en el centro histórico de Girona, recomendado por las guias Michelin y Repsol, y al frente de cuya cocina se encuentra la Chef Elisabet Nolla que elabora una cocina tradicional puesta al dia, aplicando las técnicas culinarias del Celler.

Podeis leer la descripcion del restaurante en mis precedentes comentarios.

Fuimos a cenar el miércoles 6 de marzo a las 19h45, única franja horaria libre para ese dia, tras haber reservado con casi un mes de antelación.  Nos situaron en la misma sala que en nuestra visita precedente, y tras hacerse cargo de nuestras prendas de abrigo nos ubicaron en una mesa para dos junto a un ventanal.  Mesas bien vestidas, con buenos cubiertos, buena vajilla y buenas copas Riedel. Como ya dije en mi precedente comentario, las mesas para dos son algo pequeñas y están bastante cerca las unas de las otras, pero el ambiente es agradable.

El servicio de sala fue bueno, agradable y profesional.  El servicio del vino, en esta ocasión no puedo juzgarlo en su totalidad, ya que tomamos vino por copas y el servicio se limitó a la presentación y cata antes del llenado, por lo que no lo puntuaré. Tienen una bodega con unas 400 referencias.

Mientras ojeábamos la carta nos sirvieron un aperitivo y seguidamente nos trajeron el pan que iba a acompañar la cena, muy bueno.

Optamos por cenar lo siguiente :

Entrantes :

Ambos pedimos el mismo plato, pero no lo compartimos :  

Pésols llagrima amb pil-pil de rossinyols i anguila fumada. Guisantes lágrima con pil-pil de rebozuelos y anguila ahumada. Un plato excelente, perfectamente cocinado. El único pero seria que la dosis de guisantes a mi parecer y visto el precio del plato (26 €) hubiera podido ser mas consecuente.

De segundos, compartimos ambos platos.

Primeramente, volvimos a degustar , como en nuestra visita precedente:

Llobarro del mediterrani fregit amb emulsió de Chipotle i salsa verda. Lubina del Mediterráneo frita con emulsión de chipotle y salsa verde  Un platazo. Excelente

Seguimos con :

Canelons d'anec- 5 Aglans- amb beixamel de foie-gras, peres i tòfona.( 2 unidades) Canelones de pato - 5 Bellotas - con bechamel de foie-gras, peras y trufa. Exquisito.

No tomamos postre, el cuerpo no daba para mas.

Para beber timamos dos copas de vino tinto DO Priorat Embruix 2021. de Vall-Llach, coupage de Garnacha Tinta (32%), Merlot (21%), Syrah(26%), Cariñena (15%) y Cabernet Sauvignon (6%). Crianza de 14 meses  en barricas de roble francés. un vino potente, con cuerpo, mineral, con buen volumen, muy estructurado,  largo y muy agradable. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés expreso.

La cuenta ascendió a 62,95 €/persona. Buena RCP. Buena comida tradicional puesta al día. Volveremos a visitarles cuando se presente la ocasión. Recomendable.

Nueva visita al restaurante Normal de los hermanos Roca en el centro histórico de Girona, un año y medio después de nuestro descubrimiento tras su apertura.

No voy a describir de nuevo el restaurante, pues ya lo hice en mi precedente crónica del 11/11/2021 que podéis leer en Verema y desde entonces su decoración  interior no ha variado.

Al frente de los fogones está la Chef Elisabet Nolla , que nos sigue deleitando con una cocina tradicional puesta al dia.

Tras reservar con varias semanas de antelación, fuimos a cenar el lunes 15 de mayo a las 19h30 y esta vez nos situaron en otra sala distinta que la vez anterior, mas amplia y menos ruidosa. Mesas bien vestidas, con buenos cubiertos, buena vajilla y buenas copas Riedel. Su punto negativo, si se quiere encontrar alguno, decir que son algo pequeñas y que están bastante cerca las unas de las otras. El ambiente es desenfadado e informal. El restaurante se llenó.

El servicio de sala fue bueno, agradable y profesional (nada que ver con el servicio en rodaje de nuestra primera visita poco tiempo después de su inauguración). El servicio del vino también fue bueno, consejo y presentación de los vinos, descorche, primera cata y llenado de copas durante toda la cena. La botella la ubicaron en un enfriador común con las de otras mesas, pienso que entre otras cosas, por falta de sitio. Tienen una bodega con unas 400 referencias.

Optamos por compartir todos los platos, servidos en el centro de la mesa,

Mientras ojeábamos la carta nos sirvieron unas buenas olivas verdes y nos trajeron  pan y un un buen AOV Argudell para degustar

Comenzamos con :

Croquetes de llet d'ovella Mas Marcé i pernil ibèric. Croquetas de leche de oveja Mas Marcé y jamón ibérico (2 unidades). Muy buenas, crujientes por fuera y muy melosas y sabrosas en su interior.

y seguimos con :

Pèsols del Maresme a la brasa amb tripeta de bacallà, butifarra negra i ou poché.  Guisantes del Maresme a la brasa con tripa de bacalao, butifarra negra y huevo poché.. Una delicia.

Truita Sacha de carpaccio de gamba vermella i suc del seu cap. Tortilla Sacha de carpaccio de gamba roja y jugo de su cabeza. Plato que ya habíamos probado la vez anterior y del que guardabamos un buen recuerdo. Excelente

Llobarro del Mediterrani fregit amb emulsió de chipotle i salsa verda. Lubina del Mediterráneo frita con emulsión de chipotle y salsa verde. Perfectamente cocinado. Muy divertido para compartir. Una verdadera exquisitez

Filet Wellington amb salsa Café de Paris, cebes i orellanes.  Solomillo Wellington con salsa Café de París, cebollas y orejones. Era la primera vez que probábamos este plato y nos gustó mucho, aunque debido a todo lo ingerido anteriormente y a su gran tamaño tuvimos ciertas dificultades para poder terminarlo. Muy bueno

El pan que acompaño la cena fue muy bueno.

Como postre compartimos :

Cromatisme taronja i compota de pastanaga, granissat de taronja sanguina i gelat de mandarina i pastanaga. Cromatismo naranja y compota de zanahoria, granizado de naranja sanguina y helado de mandarina y zanahoria. Muy bueno y muy apreciable como cierre de la cena.

Para beber tomamos una botella de agua mineral con gas Vichy Catalan y una botella de vino blanco barrica muy bien aconsejado por la sumiller, La Vinyeta Microvins DO Empordà 2019. Mollet de Peralada, Cepajes Carinyena blanca. " Los Microvins son monovarietales de viñas viejas —algunas de más de cien años— de variedades autóctonas y de parcelas de tipicidad extrema. Pequeños volúmenes de vino con mucho carácter, experimentando en los procesos de elaboración, en condiciones muy controladas y recuperando técnicas ancestrales.". Crianza 3 meses en barrica. Vino de color pajizo verdoso, muy elegante y largo en boca, con mucha personalidad. Nos encantó.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos chocolates

La cuenta ascendió a 85 €/persona. Muy buena RCP. Ha tenido una buena evolución desde nuestra primera visita. Cuando nos marchábamos tuvimos ocasió85n de saludar y cruzar unas palabras con Josep Roca (Pitu) que en ese momento llegaba la restaurante con su esposa. Buena comida tradicional puesta al día en un ambiente Bistrot desenfadado e informal. Volveremos a visitarles cuando tengamos una nueva oportunidad. Recomendable

De fin de semana en Girona, aprovechando el puente largo del 11 de noviembre en Francia, decidimos ir a conocer el nuevo restaurante de los hermanos Roca ubicado en el centro histórico de la ciudad, donde antes estaba el restaurante Llevataps.

Reservamos mesa unas semanas antes de la visita, vía su calendario online y debo decir que la tarea para encontrar sitio para 2 personas fue bastante complicada, porque solo aparece a cada intento una sola mesa de este tipo, a priori parece mucho mas fácil encontrar para 4, 5 o 6 personas... aunque luego in situ constaté que había 6 mesas para 2 ...

El restaurante ha guardado tal cual las dos salas ya existentes anteriormente, la decoración es "passe-partout" e informal. En la sala en que nos ubicaron había 3 mesas, tipo ferrocarril antiguo, con bancos, para cuatro personas, una mesa para 6 personas, otra para 4 y la nuestra para 2 personas. Desde la sala, algo ruidosa, se podía ver la cocina, la cual puede verse también tal un acuario a través de un gran ventanal en la calle. La otra sala la vi desde el exterior y no pude apreciar su disposición, lo único que vi es que habían las otras 5 mesas para 2 personas. A la entrada del restaurante una minibarra delante de un espejo acoge a las personas solas.

Al frente de los fogones se encuentra Elisabet Nolla, hasta hace pocos meses una de las jefas de cocina del Celler. La sala la dirige Joaquim Cufré y Joël Calsina oficia como sumiller.

Según frases de la Chef, la cocina quiere ser un homenaje a la cocina de casa , la que hacían las madres , las abuelas..., pero con las técnicas culinarias aprendidas en el Celler.

Llegamos a las 20h y la mesa en que nos ubicaron estaba bien vestida, con buenos cubiertos, buena vajilla y buenas copas Riedel, pero su pequeño tamaño no acompañaba para disfrutar como debería merecerse una comida normal, poco sitio para moverse y poner platos, botellas, etc... Al servicio de sala le falta rodaje, el personal me pareció esteriotipado, poco comunicativo y frio, no es normal. El servicio del vino fue muy bueno, descorche, primera cata y llenado durante toda la cena. Tienen una bodega con unas 400 referencias.

Al situarnos en la mesa nos preguntaron si queríamos tomar algo mientras ojeábamos la carta y pedimos una botella de agua sin gas. A nuestra sorpresa nos sirvieron agua de una botella abierta, pienso de 50cc sin ninguna etiqueta y que no sabemos si era osmotizada o directa del grifo y por la que nos cobraron 2,50 €, normal, no...

En esta espera, nos trajeron unas olivas para picar, que estaban muy buenas.

Optamos por cenar lo siguiente:

Como entrantes para compartir,

Calamars a la romana de Can Roca. Calamares a la romana de Can Roca (10 €) uno de los platos insignia de Montserrat Fontané, madre de los hermanos Roca, en su restaurante Can Roca. Estaban buenos y crujientes, pero un poquito aceitosos, la verdad es que los he comido mejores y ahora solo tengo una cosa en mente, poder probarlos directamente en Can Roca.

Entrepà de ronyons de conill al Jerez. Bocadillo de riñones de conejo al Jerez (5 €) Muy buenos, una delicia. El único problema es que nos los sirvieron al mismo tiempo que los calamares y había que hacer equilibrios para situarlos en la mesa.

Truita Sacha de Carpaccio de gamba vermella i suc del seu cap.Tortilla Sacha de carpaccio de gamba roja y jugo de su cabeza (23 €) Plato en homenaje a la tortilla vaga del restaurante Sacha de Madrid, pero con el plus del carpaccio de gamba. Un plato exquisito, para mi lo mejor de la noche.

Como platos principales tomamos :

Llobarro a la sal amb ceps i espàrrecs verds . Lubina a la sal con boletus edulis y esparragos verdes (26 €). Filete de lubina, al que le quitaron la piel delante nuestro antes de servirlo. Buen producto pero mal cocinado, el pescado no estaba en su punto y habían zonas con sangre, que impidieron a MC disfrutar de un buen pescado en su totalidad. El acompañamiento bueno pero algo escaso visto el precio del plato.

Arròs a la llauna d'escamarlans i orella de porc. Arroz a la llauna de cigalas y oreja de cerdo (19 €). Me esperaba otra cosa. El arroz, acompañado de excelentes tropezones, estaba cocinado en una "llauna" triangular, cuya ración era homeopática y para mi gusto estaba algo pasado de cocción.

Como postres compartimos :

Flam de llet d’ovella de Mas Mercè amb escuma de recuit i polpa de guaiaba. Flan de leche de oveja de Mas Mercé con espuma de requesón y pulpa de guayaba.( 12 €). Visualmente recuerda a un clásico flan con nata, Bueno.

Las fotos del siguiente plato y del vino, por imperativos técnicos de Verema, aparecerán en el primer comentario

Peres al vi amb figues i formatge blau. Peras al vino con higos y queso azul (12 €)

Un postre que combina la pera con un granizado de vino y una crema de queso azul muy agradable y sabroso.

Para beber, aparte de la botella de agua mencionada, nos dejamos bien aconsejar por el sumiller y tomamos una botella de vino blanco Giol Varietat autoctona Les Sentius Vinyes de Coster DOP Priorat 2019 (40 €) Cepaje monovarietal Verdiell, una variedad autoctona casi desconocida, de viñas viejas." Vinficación con uva de finca de la explotación familiar, de la finca “Les Sentius” en Porrera en viñas de Coster de suelos compuestos de Llicorela. Producto de una cuidadosa selección de los racimos en la viña, elaborado con la mínima intervención y sin crianza en madera. Producción muy limitada de tan solo 740 botellas." Vino muy agradable, suave, con buena acidez y con personalidad, que se bebe muy fácilmente. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 76,25 €/persona. RCP correcta. Los precios me parecen un poco altos por lo que quiere representar el restaurante. A mi parecer aun no ha llegado a la velocidad de crucero que se han puesto como objetivo los hermanos Roca y pienso que le quedan aun algunas millas por recorrer... para ser un restaurante "normal". Volveremos pasado un buen momento para dejarle navegar y ver su evolución.