Restaurante Kate Zaharra en Bilbao
Restaurante Kate Zaharra
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
65,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
91 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.3
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
8.9
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Rape
Rodaballo
Piparras
Tostada y natillas
Besugo
La bodega
Foto externa
Opiniones de Kate Zaharra
OPINIONES
22

Y como no había maneras de que la montaña viniera a Mahoma, aprovechando unos días libres, Mahoma cogió los trastos y se fue a Euskadi, donde en pleno casco viejo de Bilbo y a los pies del monte Artxanda, había quedado con el inefable Gasti.


Como el objetivo era tomar unos txacolís por el casco viejo, y después cenar en uno de los restaurantes más auténticos de Bilbao, y con el objetivo de estar a la altura de las circunstancias y no parecer guiri, me compré una txapela, pero el amigo Gasti no traía la suya, así que decidimos dejarla en el coche. (¿Un Bilbaíno sin txapela……? ya decía yo que éste no era del mismo Bilbao)


En lo que si acertó plenamente el migo Gasti, fue en el restaurante elegido para la cena, El Kate Zaharra. Por su entorno, (recomiendo que ojeéis su web) tanto interior como exterior, y “Con la capital del mundo a sus pies” como dice alguien en uno de los anteriores comentarios, es una verdadera maravilla.


Vistos los anteriores comentarios, poco puedo aportar en cuanto al restaurante en sí, así que vamos a ir entrando en materia.


Empezamos con la obligada visita a la La Bodega, cuando me lo dijeron me esperaba eso, simplemente una bodega, pero para mi sorpresa era un agradable salón donde cómodamente sentado y disfrutando de un aperitivo, (en este caso de un buenísimo y bien cortado jamón), puedes elegir el vino y empezar a disfrutarlo allí mismo acompañando el aperitivo, me pareció una idea genial y una manera de empezar la velada muy acertada.


Una vez elegido el vino y tras dar buena cuenta del jamón, nos trasladamos a la mesa que teníamos asignada en la terraza y desde la que se disfrutaba de una excepcional vista de Bilbo en fiestas.


De entrada nos apetecía algo refrescante, así que una vez ojeada la La Carta nos decidimos por,


  • Ensalada de Tomate. Muy buena y con un aliño en el que acabamos haciendo barquitos.
  • Y cómo no podía ser menos, uno de los placeres gastronómicos que no puedo dejar de pedir siempre que visito Euskadi, Piparras. En esta ocasión acompañadas de unos pimientos verdes creo que de Guernica, en su punto y con un toque sabrosón que hicieron me chupara los dedos.


    Seguimos con….


  • Una de Rodaballo asado y una de Rape asado. Excepcional producto y excelente punto de cocción. Pedimos un plato cada uno, pero como muestra de confraternización vasco/catalana, lo repartimos como buenos hermanos.


    Y de postre….


  • Una Tostada sobre Natillas con bola de helado. Repartida también aunque con diferentes bolas de helado. En el caso de Gasti de Queso Idiazábal, y en el mío creo recordar que de Vainilla.


    Bebimos,


  • Un Juvé y Camps Reserva Familia, perfectamente servido, a temperatura correcta y a un precio más que ajustado. Rematamos con un par de GT’s invitación de la casa.


    La Cuenta



  • La Cuenta ascendió a 136,57€. Teniendo en cuanta la calidad de lo comido y bebido una excelente relación calidad/precio.


    Disculpas por la calidad de las fotografías, mi intención era darle al móvil más resolución y gracias a mi reconocida pericia con este tipo de aparatos, ha resultado todo lo contrario . Así que amigo Gasti, tendremos que volver para solucionar este problema.






    • Rape

      Rape

    • Rodaballo

      Rodaballo

    • Piparras

      Piparras

    Hemos estado en fiestas disfrutando del Kate y cada día está mas bonito. La comida genial (como de costumbre). Estaba a tope y aún así muy bien atendidos. Un saludo a los hermanos Valiño.

    Le tenía yo ganas a este restaurante, muchas recomendaciones, de nuestro joven amigo cántabro, de mi vecino, dueño del Palacio de Anuntzibai e incluso del sumiller del Akelarre.
    Aprovechando el guiño que nos ha hecho hoy el verano, luciendo un maravilloso sol, eso sí hasta cierta hora, nos hemos acercado y como siempre mi "gps" particular me ha hecho perderme. Me encanta, no ser una máquina, ser un humano con sus imperfecciones.
    El restaurante es simple y llanamente precioso, madera por todos lados, el exterior muy chulo también y las vistas a Bilbao impresionantes.
    Pienso yo que de noche es mucho más bonito aún, una ciudad con sus luces deja de ser un montón de casas para convertirse en algo especial.
    De primeras charla con Amancio, uno de los dueños, tenemos muchos conocidos en común, posterior visita a la bodega. Eso es una bodega, con un montón de vinos, con mesas para poder degustar alguno de sus entrantes. Muy bien decorada, incluso tiene la maquinaria de un reloj de campanario. Nos hemos decantado por unas estupendas antxoas y allí hemos elegido el vino: un Albariño Frore de Carme curioso tapón de cristal y preciosa la botella, me ha recordado al Kripta.
    No es demasiado frutal en nariz ni en boca, buena acidez y un postgusto bastante largo. Me ha gustado.
    Subimos ya al comedor, muy bonito con una buena separación entre mesas, de buen tamaño y más para dos, bien vestidas.
    Buen tamaño de copas, buena vajilla y cubertería y un servicio muy atento. Amancio muy cercano, te canta la carta y lo de fuera de ella y la verdad es que todo suena tan bien que resulta difícil decantarse.
    Al final y por recomendación suya:
    Dos medias raciones, emplatadas individualmente, por un lado Calabacín relleno de setas y jamón albardado, muy conseguido, muy buena materia prima y con una salsa riquísima. Muy buen plato.
    Pimiento verde relleno de txangurro también albardado, con la misma salsa que el anterior, un conjunto muy conseguido y con mucho sabor. El pimiento pelado. Un plato de calidad excelente.
    Muchas opciones para el plato principal pero al final hay que decidirse por uno. Medio besugo para compartir buena ración de un pescado jugoso, con sus ajos dorados y sus guindillas que dan el toque de picante exacto, sin pasarse para nada. Muy bien, buenísima calidad, el aceite que lo baña para untar pan. Rico-rico.
    De postre hemos compartido una Tostada sobre natillas con una bola de helado te dan la opción de flambearla y nos sabemos decir que no, así que a ello. Co-jonuda. Dulce y con el helado perfección exacta. Sabrosa, las natillas me han traído muchos recuerdos de mi maravillosa cocinera a la que tanto echo de menos.
    El café, riquísimo por cierto y una copita de Ochoa Moscatel del que no voy a decir nada pues todo está dicho, en la terraza con vistas de nuevo a la capital. Y, todo hay que decirlo, invitación de la casa.
    Dos panes de txapata, no me gusta que me lo cobren y menos a precio de pan casero pero....... cada día está más de "moda". Así tendrá que ser.
    Pues gracias por la recomendación. Muy buena materia prima, un entorno espectacular, por cierto tanto el interior como el exterior.
    Creo que será de visita obligada una o dos veces al año.

    • Tostada y natillas

      Tostada y natillas

    • Besugo

      Besugo

    • La bodega

      La bodega

    Tras tiempo sin pasearme por Verema, he releído mi valoración a Kate Zaharra y no he podido resistir la tentación de matizar un par de puntos, en los que he percibido una notable mejoría en mis últimas visitas.

    Dije que la partida de carnes no igualaba los estándares de calidad de las demás. Quizá siga siendo cierto, pero que voy a decir cuando en mi última visita disfruté de una pieza de lenguado para 3 personas digna de Elkano, en el día más inspirado de cualquiera de los Arregi. Qué voy a decir ante tal maravilla!

    Bueno, centrémonos... Lo cierto es que la chuleta ha mejorado notablemente. Es irregular tanto su sabor como su punto (más de lo habitual por no ser todas las reses iguales...) pero, en definitiva, no cabe duda de que van por muy buen camino. Este hecho, por sí solo, ya merece uno o dos puntos más en la nota correspondiente a la partida de carnes.

    También he notado que las setas de otoño, bolestus edulis principalmente en Kate Zaharra, son tratados mejor. Los encuentro más finos, mejor cocinados, sin aderezos enmascaradores como jamón, etc.

    Por lo demás, todo tan bien como siempre... Según escribo, me vienen a la memoria unas anchoas abiertas con su refrito! NO puedo dejar de mencionarlas. También notablemente mejores que las de hace años.

    Por último, para información de los amantes del champán, la carta de vinos se está quedando sin espacio en la sección de esta variedad... No hacen más que añadir referencias dignas de la más cuidada bodega del más apasionado experto de este espumoso. Increíble, sinceramente, la oferta, en cuanto a la variedad y al nivel de la misma!

    En definitiva, sigan acudiendo, comiendo, bebiendo, gozando y disfrutando!!! Yo así lo haré!

    Joder, parece que hago publicidad del Kate! Bueno, con la visita de unos amigos madrileños a Bilbao habia que darse un minihomenaje... Al monte se dijo! A uno de mis amigos ya le habia subido a picar algo un dia, despues comimos en La Mina, y ya me habia advertido que queria ir a comer.

    Llegada a las 14:10... tarde, no hay cosa que mas me sulfure que llegar tarde a la hora acordada. Fotos de Bilbao, patatin y patatan. Al lio, recepcion perfecta como siempre y a la bodega:

    - Sardinitas picantes y jamón. Para beber decidimos tomar Cerveza Bavaria tostada. Muy buena la cerveza, todo sea dicho, de lo otro no hace falta que diga nada...

    Ya nos subimos arriba y decidimos que habia que compartir:

    - Ensalada de tomate pelado. Impresionante el tomate!
    - Pimiento relleno de txangurro; este no falla nunca en mi visita.
    - Por peticion popular cogimos una albondiga de solomillo cada uno. La comi la primera vez que vine, hara 4 años, y tal cual. Excelente.

    De segundo decidimos dar para el pelo a un besugo. Impecable.

    De postres:

    - Idiazabal para mi.
    - Tarta de queso.
    - Valenciano.

    Nos bebimos dos botellas de Txacoli Itasmendi 7. Muy bueno el jodio. La primera botella no llegamos a probarla, Amancio decidio que estaba malo y no ibamos a decir que no.

    Ya una vez sentados en la terracita, no hacia para fumar un habano en la calle, seguimos el homenaje con:

    - Argmañac
    - Macallan 18 años.
    - Grey Goose con limon.

    Al pedir la cuenta, Amancio como siempre nos ofrecio el segundo deleite:

    - Movkoskaya con tonica.
    - Grey Goose con limon
    - Gintonic de Beefetter.

    Al salir del establecimiento tuvimos una charleta con Amancio, nos ofrecio otra ronda cortesia de la casa pero yo tenia que irme hasta Noja y mis amigos decian estar ultra petados.

    Que gratificante es subir al monte de Artxanda....

    ...Como en casa!!

    Llegada a la hora acordada, sobre las 13:30 y recepción como acostumbra. Amancio, su hermano y el resto de equipo pasan a saludar en lo que iba a ser un dia muy intenso de trabajo; habria unos 60 comensales por lo que nos iba a tocar comer en la terracita con vistas a Bilbao!

    Bajamos mi amigo de fechorias gastronomicas por Bizkaia y yo a la bodega. Para picar las excelentes sardinitas picantes y una ración de jamon cortado sobre la marcha. En cuanto a eleccion de vino, como mi amigo solo bebe cubatas, pues me decanto por lo facil Donhoff 2010 que como siempre me resulto desagradable al paladar jajajaja.

    Subimos ya a la mesa despues de casi una hora de charleta sobre trabajo, ocio, mujeres, fiesta... asi que venga a elegir.

    Como estaba hasta arriba no nos cantaron la carta y nos dieron unas en formato papel, ya les dije si era novedad o que pero lo explicaron como siempre. Nos toman nota:

    - Hongos a la plancha, excelentes. Recien sacados del monte, a la plancha y al plato. Siempre vengo a este sitio por esta fecha, parece que me he puesto deacuerdo con la temporada...

    - Pimiento relleno de txangurro. Joder que bueno esta el pimiento de marras. Segun lo vimos en carta tanto mi amigo como yo lo dijimos, esto hay que pedirlo que siempre lo cogemos.

    - Para compartir de segundo, un rapecito como suele ser tradicion con este amigo. Excelente!!!

    De postres, mira que ultimamente no me da por ello:

    - Tostada con leche y canela; llegan las navidades y hay que ir probando alla donde las veo, por aquello de comparar...

    - Tarta de queso; no la habia probado nunca y he de decir que estaba realmente buena!!

    Terminamos la velada con dos cafes y:

    - Dos tonicas con Grey Goose. No es que sea mi perdicion, prefiero Belvedere, pero como el primero Amancio lo puso de ello pues no me parecia bien cambiar en el segundo.

    - Dos cubatas de Santa Teresa mil no se cuantos.

    No hace falta que lo diga, volvere...

    Kate Zaharra y grata experiencia son sinónimos. Subir a este restaurante es garantía de que se va a gozar comiendo, bebiendo y estando. El asunto está organizado para que las cuatro horas largas que requiere la liturgia de este local sean las más placenteras, en su conjunto, que se puedan pasar en la villa a la hora de comer o de cenar. Todo comienza en la bodega, primero de los tres pasos, donde se abre boca con un picoteo de lujo y se elige el vino. Tarea arduo compleja, dicho sea de paso, ya que las referencias son muy numerosas: de rioja está casi todo, de rivera todo lo que tiene que estar (o casi…) y de las demás denominaciones españolas, encontraran algo más que botellas legendarias. Fomentan el consumo de magnum, y es por ello por lo que las opciones en este tamaño son abundantes. Mención aparte merece la selección de champagne, la más completa de Bilbao, estando presentes además de las marcas y de las botellas míticas (que a pesar de ello en algunos casos resultan difíciles de encontrar en otros locales), otras menos conocidas a este lado de los pirineos, pero igualmente emblemáticas para los apasionados. En el segundo paso se trata de comer, ni más ni menos, y en el tercero de acabar de saborear la comida y morir de placer en la terraza acristalada, que se asoma a la ciudad, con una buena copa o un café.

    Pero dejando a un lado lo relacionado con el local, pasemos a hablar de la comida, que es sobre lo que, en definitiva, ha de sustentarse lo demás. Todo está muy bueno sin ser extraordinario. Ese podría ser el gran titular del apartado puramente culinario, que obviamente ampliaré y matizaré. Si lo consideró así, es más por mi detestable tendencia a compararlo todo con algunos de los más reconocidos templos del buen comer, que por falta de calidad: los percebes, el camarón, las gambas o las almejas, son buenos ejemplos de que en Kate Zaharra no se andan por las ramas en eso de seleccionar el mejor de los productos. Y qué decir del jamón, la caña de lomo o las conservas. En temporada, los perretxikos son primorosos, pudiendo aseverarse que a veces rozan la perfección, al igual que los pimientos verdes. Los pescados, en concreto las grandes piezas de besugo, rape, rodaballo y lenguado que se asan a la brasa emulando las técnicas y modos de los parrilleros Getariarras, son maravillosos, y el bonito con tomate o la merluza a la bilbaína (albardada y con pimientos rojos), siendo referencias sencillas, merecen ser mencionadas aquí, por su perfecto punto. Y no podemos olvidar sus platos de cuchara, que resultan elegantemente reconfortantes, al igual que sus guisos de callos, morros y caracoles.

    En el otro lado de la balanza, he de admitir (siendo honesto) que otras de las preparaciones no alcanzan los citados estándares de alta calidad. La partida de carnes, siendo aceptable, se queda algo rezagada: la chuleta está buenas pero las mejores de la provincia se hallan por delante, y lejos aun. Lo mismo sucede con las demás carnes de vaca y cordero, sean a la brasa/plancha o guisadas (solomillo, chuletillas, rabo, albóndigas…). Y algunos de los entrantes, como pueden ser la menestra, las mollejas o las verduras rellenas (pimientos, calabacín…), necesitan una vuelta y cierto refinamiento.

    Algunos entendidos puede que opinen que el servicio no es todo lo diligente que debiera, dado el precio del festín, o que la mantelería y demás menaje podrían mejorarse. No lo pongo en duda… cuestión de prismas. A mi modo de entender, Kate Zaharra debe ser mirado de otro modo, porque ofrece cosas que otros restaurantes no ofrecen. Los artífices y protagonistas de ese intangible (y tangible, no olviden que a estas alturas ya han pasado por la bodega, han comido y se disponen a dar el primer trago a un gin tonic mientras discuten la altura de la torre Iberdrola que observan a través del ventanal…) son sus dueños: Patri, trabajador y atento, es el cerebro en la sombra, y Amancio, dicharachero y alegre, es el perfecto maestro de ceremonias y un notable relaciones públicas. Ambos son parte y esencia de este lugar sin los que no podría entenderse.

    En conclusión, acudan, coman, beban, observen la ciudad, gocen, rían (porque reirán…) y verán a qué me refiero cuando hablo de grata experiencia. Vayan dispuestos a disfrutar, de todo en su conjunto, y entonces vivirán unas cuatro horas de lo más agradables, que tardarán en olvidar.

    Llevaba tiempo sin visitar el Kate y este mes me va a tocar dos veces puesto que el dia 23 tengo la comida de empresa por allí arriba.

    Está vez estuve en compañía de un amigo de Sestao y como ambos teniamos ganas de darnos un homenaje pues allá que fuimos.

    El trato por parte de Amancio, su hermano y el resto de miembros como siempre, un 10.

    Bajamos a la bodega y empezamos picando lo siguiente:
    - Sardinitas picantes; me las recomendo Amancio y realmente nos agrado a los dos, muy buenas las jodias.
    - Media ración de jamón; este no falla, recien cortado a mano y bien sabroso.

    En la bodega estuvimos bebiendo un Ribera, Silvanus creo, pero en cuanto vi las botellas de Donhöff 2009 no me pude resistir a preguntar el precio y ante mi asombro (34€ botella) decidi que al tinto ya se le habia pasado la uva...

    Arriba ya nos pusimos más cómodos aún, sí es que se puede, y seguimos picando:
    - Pimiento verde relleno de txangurru (como se escriba); excelente.
    - Hongos laminados; no es que sea apasionado de las setas y demás, pero si son a la plancha no me suelo resistir. Este decir que estaban en su justa medida de picante y muy buenos.

    De segundo compartimos un buen rape (creo que las últimas 4 veces que he estado lo he comido) que como siempre no me defraudo, ni a mi amigo tampoco.

    Acabe con el Donhöff y ninguno de los dos quisimos postr, la verdad es que estaba bastante servido ya. Como mi amigo no hacia más que sudar decidimos bajarnos a la terraza resguardada de la calle a degustar un Vega Robaina, una copa de Grey Goose (pena de Belvedere) y acompañarlo de un cafe.

    Antes de marcharnos como costumbre de la casa segunda ronda gratis, esta vez ya dos cubatas.

    Total, casi 5 horas disfrutando de la buena compañia de esta casa.

    Me imagino que haya miles mejores, pero que me traten como en mi casa es una cosa que me da mucha seguridad.

    Precioso restaurante en las laderas que se asoman a Bilbao.
    Con una extensisima carta de vinos dedicada casi en exclusiva a los tintos de Rioja y Ribera y también champagnes. Imperdonable en una carta con más de un centenar de referencias la ausencia casi absoluta de zonas como Somontano. Nos ofrecieron una copa tanto para tintos como blancos.
    No hay carta que uno pueda leer, los platos te los dicen de viva voz y así no sabes el precio.
    La comida y el trato excelente, pero creo que es obligatoria la exhibición de los precios y ahí no cumplen.
    Soy de los que opinan que en un restaurante de cocina creativa se paga por el producto y por la preparación, considero que en un restaurante de cocina tradicional el precio del producto no debe ser tan exagerado.

    Si antes de comer, bajas a la bodega, no merece la pena pedir nada para picar (chorizo, anchoas y jamón, vulgares). Escaso ofrecimiento en relación con la carta de vinos (eso sí, el Magnum 904 de la Rioja Alta, exquisito). La comida en general (gambas plancha, percebes, besugo, lubina, chuletón...) bien. La salsa de los caracoles, excepcional. El café y la copa, las puedes tomar en el mirador de arriba, siempre y cuando haya sitio. Si alguien consigue bajar "la minuta", me lo comunique, por favor, pero mientras tanto el precio (90 euros) me parece excesivo, si lo que lo justifica es comer, beber y servicio. Si se paga por las vistas, entonces, justificado.

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