Asistimos al restaurante dos parejas, ambas embarazadas. El servicio y trato muy profesional, el local pequeño, decoracion moderna y agradable.

Pedimos el menu degustacion sorpresa con:
-foie con mermelada de cebolla y gengibre maridado con tokaji 3 putonios
-agua de tomate con mango y ciboulette, maridado con manzanilla san leon reserva de familia (?¿)
-lubina salvaje de chile con ensalada de lentejas maridado con albariño "ecodinamico" (biodinamico?)
-cochinillo cocinado a baja temperatura con salsa de vino.
-prepostre granizado de sandia con espuma de coco
-postre panacotta con frambuesa y regaliz con pago del vicario dulce. merlot

Solo tomamos vino 2 personas y nos costo 75 € de media, dejando de lado el maridaje de un agua de tomate con una manzanilla, y que el cochinillo estaba seco (complicado) el precio me parece desorbitado para lo que recibimos en la mesa. El servicio muy correcto, pero la rcp no me convence en absoluto.

Local moderno bien concebido una sala con poco más de 8 mesas ambiente acogedor y unos cuadros surrealistas que le dan un enfoque de color al salón.

Pedimos carta, de aperitivo nos colocaron dos aceites uno natural virgen de Jaén y el otro macerado con perejil, para ir tomando con un platito de especias seis en concreto.

Como primer plato un Xatka (patas de cangrejo real)a la plancha poco hecho, y de plato principal, Lubina salvaje de Chile con ensalada de lenteja-Shitake, y acabamos con unos quesos para apurar el vino, el postre un consomé de frutos rojos con espuma de coco y menta, muy refrescante.

De beber tomamos como aperitivo un Champagne Gonet Philippe y un Vincenz Richter Trokuen Spätlese (Traminer)

El servicio responsable, educado y profesional, nuevamente sorprendido del cambio observado, en los últimos restaurantes en este aspecto, felicidades

De los más románticos en Barcelona. Sólo 8 mesitas de como máximo 4 personas, lo que le da un toque íntimo. Decoración minimalista. Trato personalizado. Sólo menús degustación. Presentación de los platos elavorada. Sabores y aromas soprendentes. La carta de vinos es extensa (más de 200 referencias), tanto nacionales como internacionales. Si tu bolsillo te lo permite puedes probar la carne de Kobe (la original) maridado con un Pingus o l´Hermita. Ideal para ocasiones especiales.

Aunque pequeño es agradable. La decoración nordica, no recargada y con gusto. La carta de vinos acpetable, por su selección y variedad...le falta algo de riesgo, ya que todos los vinos son muy facilones. Gran bodega y servicio fuera de la carta.La comida rica, aunque una lubina chilena, por muy fresca que sea, no tiene sabor...el conejo con mircilla esquisito...no soy de postres, pero valen la pena...ideal para llevar a tu novia y quedar bien

Estado hace poco y me gusto mucho.Tienen una carta de vinos muy bueno y a precios razonables.El servicio fue muy atento aunque el restaurante estava lleno.Hay 3 menus tambien a precios muy razonables,donde hemos disfrutado de todo. Vamos a volver pronto..

Visitamos de forma algo inesperada este local con la familia. Sólo entrar ya me recuerda al querido Cincs Sentits. Bonita decoración con unos cuadros interensantes. Pocas mesas y bien separadas. Excelente preparación de las mesas con detalles elegantes. Buenas copas para los vinos. Servicio muy atento por parte de la mestressa. Iniciamos con una degustación de aceites y especies. Tomamos el menu degustación sorpresa en donde cabe destacar la excelente Lubina de Chile y el Foie con la salsa de manzana. Buena carta de vinos con interesantísimas referencias (Clos Nelín, 2 tipos de Tokaj), aunque nos quedamos con un buen Penedes blanco. En definitiva, local muy al estilo de otros que existen en la ciudad ubicado en la zona de Gràcia y al cual sin duda por la buena localización penso tornar. Salimos por 50 EUR p/p.

EXPERIENCIA MUY RECOMENDABLE.
Genial idea de Fredrik y Sandra, Tres menus degustación a elegir y una interminable carta de vinos en la que hay de todo...y si quieres algo especial, avisas a Fredrik con tiempo y te lo consigue.
Ambiente muy agradable y minimalista, comida excepcional en combinaciones, coción y presentación, así como en calidad.
Servicio de los vinos y carta de 10.El amor a los vinos de su propietario consigue que disfrutes tanto del vino como de la conversación con él.
Precios razonables.
PeñaLaTaberna tendrá pronto alguna experiencia en "con gracia"...ya estoy eligiendo los vinos...je,je

Lo que mas me sorprendió fue la comida, Menu sorpresa con todos los platos excelentes. Lo que menos me gustó el postre, aunque a mi acompañante le encantó, supongo que no soy muy amigo del plátano y por eso me resulto pesado. Las platos no son muy originales (atun, rissoto, bacalao y entrecot) pero con muy buena factura. Se agradece lo de la carne, uno está un poco cansado de carrilleras y aves afrancesadas en los menús degustación. El vino bien, pedí un Dominio de Tares "Cepas Viejas" no lo tenían. Me recomendaron un Casa de la Ermita Petit Verdot 2002, es una recomendación arriesgada, me gustó. Como notas negativas "son excesivamente lentos" y la Pica (aceituna arbequina y cuenquito de aceite) no está a la altura del sitio.

Estuvimos el viernes pasado 5 amigos y disfrutamos muchisimo del menu con maridaje.
Los dueños (un sueco y una española) son muy atentos y amables.
El sabe de vino y nos saco unas botellas increibles.
Probamos 5 platos con sus respectivos vinos, deliciosos.
Al final de la cena, el dueño se sento a la mesa y disfrutamos juntos con una copa hablando de vinos y comida.
Una muy buena experiencia.
Quizas no me lo pueda permitir todos los dias, asi que esperare a que alguien me invite para volver...

Nuevo restaurante abierto en el barrio de Gracia. Pequeño y acogedor, decoración moderna pero sencilla. Comida a base de platillos, muy ricos en general, con una carta no muy extensa pero variada. En todos los platos quedan claros los ingredientes y no se arriesgan. Algunas sugerencias disponibles fuera de carta. Carta de vinos variada y actualizada. Sirven vinos a copas. Los precios en general no son baratos pero sí aceptables. El servicio es muy atento, se nota que tienen ilusión. 35€ por persona, incluido cava y postre. Les queda camino por recorrer.

A ver que tal la próxima vez, quizá sea pronto.