En los dos ultimos meses he estado 2 veces y la sensación que me ha dado es que se están descuidando determinados aspectos importantes: no hay sumiller por ningún lado, ni el de antes ni el que le sustituyó, algunos vinos manchegos interesantes con buena relación calidad precio elaborados por bodegas habituales como Arzuaga, no los tienen. Otros de la carta como Pago de Carrovejas cuesta de las liebres tampoco. Interesantes recomendaciones como Ossian y La plazuela. 3 de nosotros encontramos tierra en las navajas la penultima vez y dos pelos incrustados en el pan y en los hongos con la espuma de capuchino esta ultima vez, que precisamente le tocaron a la misma persona. Pagamos 190 euros por persona la penultima vez y 170 esta última. Antepostre y postre fantasticos: helado de yogur con tocino de cielo y arena de chocolate.

Impresionante restaurante con un local pomposo pero encantador, un servicio simpático y amable, y una comida extraordinaria y llena de gratificantes y sublimes sabores. Pedimos menú degustación sobre el cual nos indicaron que podíamos adaptar cualquier otro plato que nos apeteciese al mismo, cambiamos dos. El menú se compuso de salpicón de marisco con blodymary, capuchino de foie con hongos y crujiente de maíz (buenissssimooooo), navaja con loncheja de ibérico y curry, criadillas de tierra con hongos, pasta y jugo oloroso, viera con vinagreta y ensalda de hierbas, careta de ibérico, cibala y caldo de ave, pluma ibérica con foie y meloso de melocotón, binomio de torta del casar con membrillo y helado, tocinillo con helado de yogur y tierra de cacaco; para beber, después de ver la enciclopedia de carta vinos, una de las mejores de Europa, nos dejamos aconsejar por el somelier: Chanpagne,vino blanco afrutado y un tinto de Toro de 2005 fue su recomendación. La cubertería y vajilla a la altura de las circunstantancias. Resumiendo: PARA NO PERDERSELO!!! Y los petits fours increiblesssssssssssss, y los...

Impresionante comida. Todo perfecto desde que entramos hasta la salida. Entorno clásico pero muy agradable. Servicio espectacular, amable y muy atento. Tanto Toño como José encantadores. Preguntando, interesándose.. contándonos su futuro proyecto en la zona monumental. Qué entusiasmo con todo¡¡¡¡¡
El sercicio del vino perfecto. La carta, sin comentarios, para perderse. El somellier asesorando y sorprendiendo, un blanco alemán que no desentonó en todo el menú. Desgraciadamente no recuerdo el nombre.
Y la comida increible.
Nos contarón que se han decidido por eliminar la carta y dar tres menús en función del hambre. Tenían problemas con el abastecimiento y nos cambiaron un par de platos. Tampoco pusieron problemas en cambiar la carne. Cogimos el largo, en total 9 platos que fueron 11. Nos dieron a probar una sopa de tomate con higos y otro postre. Toda la comida fue a más. Para rematar un gin tonic y nos fuimos al hotel, más para allá que para acá, cantando el asturias patria querida y hablando de la comida con auténtica pasión. LA MEJOR COMIDA DEL AÑO.

1 de 2: Valorar este tipo de establecimiento, siempre es complicado, además hay que reflexionar unas horas y debatir hasta llegar a un acuerdo de las sensaciones que tuvimos todos.
Estuvimos comiendo hace 8 años y siempre perduro su recuerdo, en nuestro ranking ha estado entre los 5 primeros.
En esta ocasión cenamos, elegimos el menú degustación y dividiría la crítica de la cena en tres partes.
Desde luego una estrella es por su bodega y carta de vinos, espectacular.
Las tapas y entradas, cada una de ellas es un espectáculo visual y para el sentido (para nuestro gusto excesivas salsas), por quedarnos con una de ellas, la navaja con tocineta ibérica, al llegar al pescado y la presa, nos quedamos un tanto fríos, desde luego la merluza con tomillo limonero en su punto y perfecta, la presa con melocotón y foie, fina y un tanto sosa, y una cascada o traca final, dos postres, petit fours, chupito de café con nata, sublimes trufas, distintas tejas al centro, un espectáculo, pero en los centrales nos quedamos esperando algo mas, en otros restaurantes de este estilo y nivel, normalmente salimos sorprendidos y aquí no, ese plato de merluza o presa, lo podemos tomar en mas de un restaurante e incluso en mi casa con la misma frescura y punto y no son dos estrellas.

2 de 2: Los vinos, es casi otra critica, le comentamos a David, nuestros gustos, cuanto nos queríamos gastar por botella y el se encargo de deleitarnos, con los vinos, con su saber y su amabilidad.
El servicio bien, profesional y correcto.
Valoramos el entorno interior, al exterior le damos 2
Toño y Jose Antonio nos hicieron tener una estupenda velada.
RCP, bien.

Es una lastima...Es la tercera vez que acudo y va a peor. El local debe trasladarse ya a un entorno mas acorde con Caceres. (El acceso parece un patio interior de la Comunidad de Vecinos). La comida francamente bie, pero faltaria mas a esos precios. Lo criticable es el servicio, y en especial el sumellier, su "mala" recomendacion (Coto de Hayas, Garnacha Centenaria 2006, nos fastidio el menu degustacion, no nos pregunto posteriormente, ni ofrecio cambiarnoslo, y no aparecio mas en toda la cena, a pesar de reclamarlo en los postres, donde nos conformamos con la recomendacion clasica del camarero, (un buen Castaño, Monastrell. Ah..., y a Toño ni lo vimos.
En resumen, buena comida, mal sumellier, suficiente sercvio y mejorable entorno. Tiene que espabilarse a marchas forzadas.

Se trata de un restaurante de decoración muy clásica, al que acompaña el vestuario de los camareros. El resultado acogedor por la calidad del mobiliario y de los cuadros. Desafortunadamente disfrutamos de poco espacio entre las mesas. Al estar lleno, y sin duda por algún compromiso, donde debían haber habido dos mesas, habían tres.
José Polo y Toño Pérez han cambiado su filosofía de la carta. Se ofrecen tres menús degustación (dependiendo del apetito) en los que tu eliges los entrantes, el pescado y la carne. Carta de vinos realmente espectacular, también nueva. Muchas referencias y magníficas fotos en la carta-libro. El índice ayuda a localizar al menos la zona del vino a elegir. Optamos por un Aalto PS, y curiosamente no tenían. Se nos ofreció otro vino (no recuerdo la marca), y dado que no fue de nuestro agrado, fue cambiado sin ningún problema. Acabamos optando por un Quincha Corral 2004 que no fue decantado. Muy curiosos algunos precios, por ejemplo el Maduresa 2003 a 29€ y Les Alcuses 2004 a 35€. El servicio es en algún momento un correcalles y en otras ocasiones muy atento. Por favor, no es de recibo que te describan lo que contiene un plato, terminado la frase a mitad del pasillo. La cocina es elegante y con un resultado espectacular. Aquí Toño lo borda, y siendo lo realmente importante en un restaurante, es lo que lo salva. Menú para apetito normal (el intermedio), dos copas de vino blanco de aperitivo, agua, dos cafés y el vino ya comentado por un total de 312€.

Valio la pena hacer los km que hicimos para comer en este restaurante, el mejor unos de los mejores que he ido calidad precio. Serviio fantastico, la carta de vino impresionante la mejor de españa, precios ajustados. Y el menu degustacion nos sorprendio....impresionante el blody mary on salpicon de marisco , y la lubina con setas...los dos mejores platos...postres texturas de torta de casar que fue....oohh¡ que pena que este en Cáceres y no mas cerca de mi casa
espero que el proyecto que tienen les de la tercera estrella porque se la merecen

El local es perfecto, una cantidad de mesas razonable excelentemente organizadas. Toda la decoración es homogenia, sillas, mesas y vajillas. Con mucho gusto. La mejor carta de vinos que he conocido, los precios de esta son el tributo que pagas por ver tan maquetada carta. La comida flamante! Excelente el salpicon con bloody Mary, tambien la lechada. Para mi una excelente RPC. Un dos estrellas que esta en poco mas de 100€ por persona. El trato exquisito. Quiza demasiados corrillos de charloteo entre los camareros(Por criticar algo). En su conjunto formidable.

Restaurante de decoracion clasica, elegante y acogedora. Muy buenos los aperitivos y extraordinarios los postres. Los entrantes y los platos principales buenos pero no emocionan. Excelente materia prima, originalidad y adecuado punto de coccion. Muy buen servicio, atento, amable y profesional. La carta de vinos merece un comentario aparte......Increible, con precios de todo tipo y con algunas marcas con una extraordinaria RPC. Si se esta por la zona yo creo que hay que ir.