Hacia tiempo que no íbamos por Chiva, entre otras cosas por que siempre me pierdo.
No hay minuto que no pases con Rafa y Mari, ya sea charlando o disfrutando de su buena y particular mesa, que no aprendas algo.

Comimos y bebimos lo que quiso Rafa, y como siempre no nos defraudo, por algo la experiencia es un grado, y a esta pareja les sobra por los cuatro costados.

Destacar los perfectos puntos de cocción de el Bacalao gratinado con crema de ajo, y la presa de cerdo Iberico. Para beber agua Viladrau, Malbec Finca Don Ángel, Peruchi y Gin-Tonic de Hendrick que Rafa lo bordo. Todo ello servido en Riedel y Schott.

Magnifica RCP 50 E. Comensal Aprox.

Muy buena atención, buena carta de vinos, acertaron con nuestros gustos.
Tuvieron el detalle de preguntarnos antes de nada, por alergias, gustos
o preferencias en la comida.
Tomamos dos menús Verónica (seis platos con postre) y un buen vino blanco por 89 €
y acabamos muy bien. Quizá echamos en falta una carne, pero el Pelegrí presenta
platos alternativos al típico solomillo o entrecotte de buey. Para repetir.

Local algo descuidado y con una estructura de bar de carretera. Le falta una buena inversión en una decoración más cálida. La cocina es interesante, aunque se renueva con mucha lentitud. La idea de las cartas de vinos estacionales, aunque clásica, es buena, lo malo es que muchas referencias que figuran en ellas no existen en la bodega.
Rafa, el sumiller y jefe de sala, es demasiado expresivo y autoritario, y la mayoría de las veces no deja libertad de elección a sus clientes, esto penaliza mucho la decisión de ir a este restaurante. Un sumiller debe sugerir, no ordenar.
En sus cartas faltan vinos internacionales y sobran vinos industriales sin emoción ni gracia. Un buen sumiller es algo más que utilizar copas riedel envinadas.

Es un restaurante que, a diferencia de las ultimas tendencias, la cantidad de comida servida es correctísima. En cuanto a la calidad, pues buena materia prima y buena combinación de esta.
La única pega gastronómica es que si no pides el "menú", pues ya le has liado. He visto a Rafa hasta cambiarle el humor y desde estas lineas y con cariño le recomiendo que baje a la tierra, donde los mortales a veces queremos comer lo que nos apetece a nosotros y no lo que quiera el.
Este comentario lo hago porque he visitado muchas veces este local y, salvo que vayas dos veces al año, el menú es casi siempre el mismo, y no es que esté mal, todo lo contrario, pero no lo cambia y la carta está de compromiso.

Tiene varias cartas de vinos, incluso para todas las épocas del año, con referencias estupendas y con su mejor consejo pero le voy a dar aquí otro tirón de orejas, y es que mas de la mitad de los vinos aparecidos no los tiene. Ya sé lo que costaría mantener una bodega como la que exibe, pero si no los tiene, pues que no los ponga.

El servicio del vino para mi de lo mejor, acompañado de sus comentarios se convierte en una experiencia y así, entre cavas, tintos y dulces, te llevas una buena experiencia a casa.

El local es un punto a mejorar, entras directamente al salón. Hace unas fechas colocó unas telas en el techo (desmontable) que le dieron un aire mas íntimo, pero queda mucho en decoración.

En resumen, un lugar que hay que visitar y al que se vuelve.

Recién llegado de disfrutar un menú degustación Carmen de 7 platos y postre.
La comida exquisita, quizás demasiado tiempo entre plato y plato, aunque el local estaba lleno y Rafa sabe llenar el hueco contando historias.
El tiramisú muy rico y suave, aunque esperaba algo diferente después de hasta donde nos han llevado con los platos.
Rafa nos ha hecho el maridaje, y sorprendido con vinos que nunca hubiéramos elegido, como el Gontes(Rioja).
Vajilla, mantelería y coperío muy bien. Al local le falta una redecoración, mas acorde a lo que sirven, aunque a mi me vale ya que al final eso se paga.
Rico café.
Buena RCP. Para repetir.

Saboreamos el menu degustación Carmen (opción de ampliar comodamenete el menu conforme avances la comida). Los entrantes regulares (gazpacho de remolacha y huevo pasado por agua con huevas de trucha y esparragos) sin embrgo los principales muy buenos de preparación y materia (Negrito con crema de berenjena y Cerdo Iberico a la plancha)
El prepostre (bolsita de quesos con mermelada) nos llegó algo llenos. El Tiramisú muy bueno.
Las cartas de vinos bien, pero sin duda la de Invierno excelente. No disfrutamos de Rafa que estaba de curso en Portugal pero su hija (asistida por su padre por telefono, a apreciar, hizo el papel con dignidad.
RCP muy interesante acostumbrados a los hachazos de Valencia.
Me esperaba algo más tras las críticas leídas pero sigue siendo recomendable a pesar de la distancia a Valencia

!!Cómo cuesta encontrar este restaurante!!.

Local con cierto atractivo, pocas mesas y separación suficiente entre ellas, circunstancia que valoro mucho.

Optamos por uno de los menús, consistente en tres entrantes, plato de pescado, plato de carne y postre y, la verdad, es que no nos defraudó en absoluto; estaba todo riquísimo, destacando la versión del huevo pasado por agua, con huevas de trucha, trufa, puntas de espárragos y erizo.

Muy bueno también el taco de bonito, así como el solomillo de buey, al que casi no llegamos.

Magnífico servicio de vino, servido en copas Riedel tempranillo previamente envinadas.

Disponen de cuatro cartas de vino, en función de la estación en la que nos encontremos. Bueno. Lo que sucede es que habían muchas referencias de la carta de las que no disponían: de no haber mediado esta circunstancia, el servicio del vino merecería un 5 rotundo.

Finalmente, optamos por un Roda II, decantado y enfriado en cubitera, que estaba magnífico.

Relación calidad precio, justita, con 2 botellas de vino y orujos sobre los 57 € por persona; lo que molesta es que te cobren cosas que no pides, como por ejemplo el aperitivo.

En todo caso, la cocina resulta magnífica, y se disfruta bastante.

Lloc especialment interessant per als aficionats al vi amb una cuina de solida tècnica que també incorpora propostes interessants i gens convencionals. El servei del vi es impecable amb copes diferents en funció del vi, decantador si cal, informació detallada.. i una carta de vins diferent per a cada estació Tot el que es pot demanar.

El local, de situació i entrada prou discretes, es agradable, decoració moderna amb algun toc de mobiliari rústic i l’atenció del personal també.

No entenc perquè no havíem anat encara per aquest lloc tan interessant, gran falta al meu expedient. Es veu que aconseguirem provocar a Rafa amb els nostres comentaris i preguntes i el repàs de enologia que ens va fer en un moment va ser d’antologia. Propostes interessants, fugint de elitismes i amb bona atenció als vins i bodegues mes propers i amb els que Rafa te una relació especial.

Que tipo este Rafa!!!la verdad,todo un personaje,te gusta o no te gusta,,eso es,lo cierto es que si entiendes un poquito de vinos pues el te ayuda a tenerlo un poquito mas clara,el sitio acogedor y la comida,algu8nos puntos muy buenos y otros pues que no me dijeron nada,me gustaron bastante los entrantes,las carnes,creo que deberian cuidar un poco mas lqs guarniciones,una buena experienci,de esos sitios que apuntas en la agenda.mis felicitaciones

Buscando un buen sitio donde disfrutar de buena cocina entré en Verema para ojear comentarios.Concretamente estuve leyendo lo q se había escrito sobre Pelegrí,en Chiva,del cual había oido hablar muy bien.Había muy buenos comentarios,y otros menos buenos asi q decidí valorar por mi misma este restaurante.Fue una grata sorpresa comprobar el buen trato de todo el equipo;a destacar Rafa,quien es capaz de hacerte descubrir el vino de la forma más amena mientras te recomienda sobre su excelente carta y da todo lujo de explicaciones sobre la elaboración;y qué decir de la cocina q ofrece Mari Carmen,con un menu degustación lleno de sabrosos contrastes,buena materia prima y mucha creatividad.En cuanto al local,está lleno de obras de arte de un pintor local,y de espacios interactivos reservados para q los clientes expresen cualquier cosa q deseen: "El tendedero" donde los visitantes pueden dejar mensajes sobre su visita al local,y "el arbol de los enamorados" (o algo así),q ha sido creado de cara a S.Valentín sobre un pilar forrado con lienzo, donde se puede escribir cualquier mensaje(como cuando rascábamos de niños la corteza de los árboles para dibujar corazones).Tal vez fueron éstas las pintadas a las q se refería uno de los comentarios que leí.Por supuesto nosotros también dejamos nuestras "pintadas" de agradecimiento por lo bien q nos habían tratado.En fin,nos ha encantado el local y la originalidad de sus propuestas,tanto gastronómicas como temáticas