Debido a los buenos comentarios fuimos a cenar el otro día, como no elegimos el estupendo menú de 30 euros, simplemente espectacular, ese menú y con esa calidad en Valencia no creo que lo halla en otro restaurante.

El pulpo en su punto de cocción y la ración correcta, el crujiente de vieiras y cocochas impresionante, para mi el mejor junto con el siguiente, de plato de cuchara elegimos crema de boletus muy buena, ya llenos aun nos quedaba elegir el plato principal, puedes elegir cualquiera de la carta, yo me decidí por lomo alto, correcto, y mi compañera rape este muy bueno. De postre tarta de santiago con helado de queimada acompañada con una copita de PX, Toro Albala 2004, y ella sopa de coco con helado, la tarta un pelin seca pero el helado de queimada muy logrado.

Para beber nos decidimos por un Pago de Carraovejas crianza, para finalizar la cena un Gin Tonic de Citadelle.

Simplemente agradecer al equipo de Rias Gallegas la velada que nos hicieron pasar y felicitaros por el trato recibido.

Gracias.

Menú de 30€: Empanada gallega, pulpo, viera, cuarto a elegir(sopa gallega, crema de boletus, y pochas), quinto también a elegir (entrecot, rape o merluza), y postres más de lo mismo (helado de coco, tarta de santiago, tarta de chocolate). Pedimos también una lamprea, como no, para probarla. Vinos, agua, cafes y copas. 2 chupitos regalo de la casa. Servicio rápido y bueno, local bonito pero un poco frío, y RCP muy buena. En fín, que después de tanto comentario y aprovechado la visita a las fallas, teníamos que ir.

Debido a circunstancias personales y al efecto disuasorio de los controles de alcoholemia, muy pocas veces frecuento restaurantes por la noche.

Pero la ampliación del horario de transporte púbico “RENFE en este caso” debido a las fiestas falleras , la ubicuación del restaurante en cuestión , que se encuentra a solo dos minutos a pie de la estación del Norte, y los comentarios tan favorables del local en este foro vencieron en este caso mis reticencias.

Poco más que añadir a los comentarios anteriores del fantástico menú “anticrisis” de 30 euros. Donde la calidad de los platos va “in crescendo” a medida que se desarrolla la cena. Me gustó mucho la vieira y de plato fuerte tomé merluza a sugerencia de Alejandro , la verdad es que fue todo un acierto. Sublime. Sercicio de sala Perfecto.

No se si es demasiado atrevimiento sugerir la eliminación del primer entrante de empanada Gallega, no porque en si no esté buena sino porque desluce un poco el resto de platos que componen el menú ya de por sí suficientemente contundente.

Muy simpático y profesional Alejandro, buen local con la ya mencionada separación de mesas , buena carta de vinos y todo un detalle con los foreros el descuento en el vino.
El precio es sin vinos.

Después de los comentarios de varios medios y con ganas de probar la lamprea, decimimos visitar el restaurante. Pedimos el menú de30€:: Empanilla gallega muy normalita, un pulpo excelente, vieras muy buenas, crema de boletus y caldo gallego (buenos), así como el rape con boletus y la merluza rellena de marisco, de postre: tarta de Santiago (exquisita) y helado de coco con piña y maracuya, para terminar café y dos chupitos, estos últimos detalle de la casa. Aparte le indicamos que desabamos probar la lamprea y nos saco una ración con dos trocitos y la guarnición, aquí ya me abstengo de indicar si estaba muy buena o no pues lo mejor es probarla y opinar al respecto, es un pescado difícil y la diversidad de opiniones puede ser lo normal. El local correcto pero le falta algo de alegría, tal vez con unas cortinas un pocos más alegres fuese suficiente; el servicio excelente, y la R.C.P. acorde al local casi inmejorable. Indicar que fueron muy detallistas y que nos descontaron los 6€ que promocionan.

Despues de leer tanto y tan bueno, nos decidimos a visitar este clásico Valenciano que ya teniamos algo olvidado. Estupenda experiencia.

El local amplio, que con mesas bien separadas y mejor vestidas, predispone a pasarlo bien.

El servicio ha cambiado mucho desde la última vez que estuve, muy atento y profesional. Alejandro por su parte nos recepcionó muy simpático, no sin una mirada estrujadora al decirle que veniamos por Verema en la reserva (que 6 euretes, son 6 euretes) :-)

Primero pedimos un Jerez (Sirvieron Fino Quinta) y una cerveza y el famoso menú de 30 euros. La primera en llegar fue un trozo de empanadilla Gallega, rica pero sin mas atención culinaria. Luego nos pusieron una racioncita de pulpo a la feira sobre una cama de patatitas muy rico, con un excelente punto de cocción. De ahí a un plato curioso, crujiente de Vieiras con cocochas de merluza, estupenda elaboración y buena ración. Hasta aquí podriamos decir que vamos de notable alto, pero lo que realmente hace especial a este menú es que a partir de estos entrantes, el resto de platos los eliges tu de la carta.
Bueno, pues ahora tocaba un plato de cuchara y pedimos unas alubias con anguilas, diferentes, de tomar, pero fue el plato que menos nos gustó. Luego mi compañero pidió bacalo y yo lomo alto, le indicamos a Alejandro que si sería tan amable de facilitarnos unos platos limpios para poder probar el uno lo del otro y, en vez de eso, nos saco a cada uno la correspondiente ración de ambos, y aunque al verlo le indiqué que lo cobrara en la cuenta, finalmente no lo hizo. Mencionar que el bacalao estaba superior, de esos frescos que todos recordamos como se despegan esas laminas mientras salivamos y la carne tierna y muy rica, aunque algo sosa inicialmente (te sacan un tarrito de sal maldom). De postres mi heladito de vainilla nada natural (sic), y mi compañero un postre de chocolate que no recuerdo, pero que por su cara y dificultad para hablar, deducí que estaba riquísimo. Los postres nos los acompañaron con dos compas de Casta Diva cosecha miel, pero Alejandro nos pregunto si preferiamos un PX.

La bodega. La carta esta bastante bien, a mi juicio y visto lo visto por ahí, le falta presencia. Tienen bastantes referencias pero centrados especialmente en Riojas y Riberas. Muy buenos y caros vinos hay allí. Los precios un tanto altos, pero nada que no se pueda mejorar con 6 euros menos. Tomamos un Roda 1 del 2004 muy bien. A temperatura, decantado y servido atentamente por el servicio de sala.

Con cafés y petit fours de esos, al final aquello ya era una fiesta y pedimos unos whiskies, un Ardbeg 1991 que encontré dentro de una estupenda carta de licores (tienen tambien un montón de ginebras). Para la próxima gintonics.

138 euros/2 pax. Inmejorable.

Saludos.

Acudo a este restaurante por su cercanía al centro y animado por las críticas de Verema, y aunque efectivamente hay que reconocer la valía del sitio siento discrepar del tono estusiasta. El menú de 30 € + IVA existe pero sólo en su web y hay que pedirlo para que te lo ofrezcan, y a pesar de ello ha de pasar varias cribas, aunque en mi caso por las circunstancias no procedía menú pero pregunté por el mismo para otro día. A la carta los precios son algo elevados pero considerando la materia prima y la cercanía al centro podría justificarse, aunque no deja de ser caro. Las gambas a 11 € cada una, el pulpo quizá algo duro, pero los pescados sobresalientes. De postre recomendaría la tarta de Santiago con helado de queimada. Los vinos ligeramente por encima de lo razonable (pedimos un martin códax, organistrum, y un cune imperial, debiendo insistir constantemente para que rellenaran las copas, gastando 75 € en este capítulo)

Poco más que añadir a los anteriores comentarios. Estupendo el local, la recepción, el servicio, coperío y vajilla. La comida excelente y a una RCP muy difícil de superar.
4 menús, 2 cervezas,copa vino blanco, Planeta Shiraz 2001,Cava Agustí Torrelló.-42 € pax.
Lo dicho.....

Visitamos el restaurante por primera vez con la excusa del menú de 30 euros. El local es impresionante. Han cuidado todos los detalles decorativos. No cae en la moda de lo minimalista (mínimo y malo), sino que adapta perfectamente conceptos modernos dentro de una línea global clásica. Eso en cuanto al continente... pasemos ahora al contenido, al condumio.
Para no reiterar comentarios anteriores sólo aportaré aquello que me parece digno de mención. Creo que la empanada gallega (correcta sin más) debería presentarse con algo más de gracia. Queda un poco triste en un plato tan grande. Quizá espolvoreando pimentón... así se le da algo de color al plato. El pulpo está delicioso, tierno tierno. Coincido en que al crujiente de vieiras le sobra contenido. Es demasiado contundente y eso le resta protagonismo a las vieiras. Un detalle que me gustó fue el exquisito trato que nos dispensaron. Era la primera vez que comía lamprea, y de una manera muy educada me aconsejaron la mejor manera de hacerlo. Los postres correctos, sin más, aunque la crema de arbequina y el helado de orujo son extraordinarios. Al acabar la cena nos invitaron a unos orujos. Salimos con una muy buena sensación, que es lo que importa.

Después de mucho tiempo queriendo visitar este restaurante, al final me decidí por insistencia de Almolo. A pesar de llegar a las 23:15, el trato y el servicio no pudo ser mejor. Local muy agradable donde te sientes muy agusto.

Optamos por el menú de 30 euros que consta de 3 entrantes y luego 1 plato, carne o pescado y postre, estos tres últimos a elegir de cualquiera de la carta (!!!). Lo mejor la lamprea guisada al vino tinto y la crema de boletus, lo único que me decepcionó fue el plato de crujiente de vieras con cocochas, que me pareció una bomba de relojería.

Este menú creo que ahora mismo es una de las mejores opciones en relación calidad/precio de Valencia.

La mejor valoración que puedo hacer del Rias Gallegas es decir que salí de allí contentisimo, que personalmente es lo que busco cuando salgo a cenar: comer y beber bien, sentirme bien tratado y pagar lo que creo justo por ello, pues la verdad es que lo bordaron.
Sobre la decoración del restaurante sólo diré que con ver las fotos te haces una idea de lo bonito que es,si a ello sumamos la amplitud de las mesas, la intimidad, el ambiente acogedor... para mi fue ideal, una velada perfecta.

El servicio merece comentario destacado por su profesionalidad, trato correcto, siempre atento y diligente pero respetando la intimidad de la mesa.

Sobre vajilla, cuberteria... creo que todo esta dicho.

Optamos por el menú de 30 euros tan comentado: muy rico y abundante, con buena materia prima. De los entrantes destacar la vieira con cocochas, lo mejor. Luego optamos por la crema de trufa con boletus (buena) y el pescado rodaballo (muy bueno). En los postres tarta de santiago (ben) y una espectacular tarta de castañas armonizadas con Casta Diva cosecha miel. Petits fours con el cafe.
El único pero lo pongo a la carta de vinos porque creo que faltan referencias en blancos y especialmente en gallegos. De precio si contamos el descuento de 6 euros muy bien. Buenas copas y muy bien el servicio del vino, siempre atentos a la copa, presentando el vino... Elegimos un Martin Codax Organistrum 2006 (26 euros con descuento 20) bastante bien aunque esperaba más repecto del básico.
Dos copas de cava, dos menus, el vino, 2 copas de casta diva en los postres total: 96 euros. De lujo.
Mi felicitación a todo el equipo del restaurante.