Comentar la calidad y el saber hacer de La Sucursal ya esta mas que demostrada, pero también es necesario agradecer ese esfuerzo diario, a estos transformistas de la materia prima en platos que rozan la ilusión.
Quiero comentar que ante la delicadeza de estos platos, solo cabe decir que la presentación de los mismos entra en competencia, con los artistas mas afamados en el universo culinario.
Un consejo pedir vino: una de las mejores cartas que he oteado y no son pocas, el servicio por si solo ya constituye un lujo no porque envinen las copas no, solo por ver el consejo el servicio, porte y sabiduría de uno de los mejores sommeliers, Manuela es única, en una cena anterior a esta rechazo una botella por ligeros y tenues toques de TCA le fleur petrus 2001, seguro que me la hubiera bebido.
El servicio de sala joven y profesional, discretos y atentos, buena formación
Javier ¡felicidades¡ por el equipazo con que te rodeas y el fantástico local.

¡Parece exagerado el comentario¡ Pero cuando me he comido literalmente, taquito a taquito un tartar de ventresca marinado, por no utilizar el tenedor y poder disfrutar lenta y pausadamente de esta delicia, ¡por favor¡.....en septiembre otra vez, gracias.

El viernes, fue mi aniversario de boda, cada año nos gusta celebrarlo de una forma especial dándanos el capricho de cenar en algún buen restaurante, y el sábado fuimos a cenar a La Sucursal, nos habían hablado muy bien de este restaurante. De hecho el año pasado me quede con las ganas de ir.(de todos modos el pasado año tambien disfrete de una cena fantastica en la terraza de "La Ferradura", pero eso es otra historia)
Bueno tengo que decir que salimos contentos de la cena, no voy a repetirme como en todas vuestras opiniones respecto al servicio; que fue magnifico y de los platos tan sabrosos y sorprendentes, la carta de vinos y los detalles etc.. Solo tengo una queja que realizar, la sentada que nos dimos mi marido y yo de más de tres horas. Fume más que en toda la semana entre plato y plato.Mi marido tuvo que levantarse e ir al servicio (sin ganas)para poder estirar las piernas por que no podía más. Lo cierto, es que nunca me había pasado, pero a lo mejor es que es así como se sirve en este tipo de restaurantes. En cualquier caso me gusto mucho todo lo que prové. Bueno como era la primera vez pedimos como la mayoría el menu degustación y nos encanto. El vino también fue un acierto,me alegro de haberlo visitado.

Lugar encantador. La Sucursal: modernidad y seguridad. Probamos el menú degustación. Platos elaborados, sabrosos pero sabiendo lo que comes (no como en otros que vete tu a saber). Buena presentación. El comfort del local excelente. El servicio muy correcto, bueno y con naturalidad al explicar la presentación de cada plato. Excelente el servicio del vino sin ser excesivamente caro. En fin, un lugar que no debemos perdernos (volveré seguro) y del que a pesar de que me habian hablado muy bien, salí con una más que grata impresión.

Nueva visita a este gran restaurante, esta vez después de los cambios que se han efectuado en el local y con el joven Jorge Bretón en la cocina.
Pedimos el menú degustación (70€) formado por 7 platos, prepostre y postre. Todos a un gran nivel, pero sin encontrar ningún plato extraordinario (quizás el arroz).
Conviene no abusar del pan, cosa por otra parte un poco difícil, porque las raciones del menú no son precisamente pequeñas y se corre el riesgo de no poder disfrutar de los últimos platos.
Lo que se sale es el servicio, lleno de detalles, dirigido por Javier y con esa gran sumiller que es Manoli.
Quizás el mejor restaurante de la capital

Visita el sábado por la noche, lleno como siempre. Excelente decoración, iluminación y disposicón de las mesas, donde estés en la mesa que estés siempre tienes tu intimidad. Impresionante carta de aguas, aunque la veo demasiado "sofisticada". Complétisima carta de vinos, con una pequeña y acertada recomendación de vinos por parte de la sumiller. Pedimos el menú degustación (70€) compuesto por 3 pequeños detalles, 7 platos y 2 postres, con sus correspondientes snacks y petit fours, todo regado por "Manuel Manzaneque Syrah 2004". Todos los platos sobresalientes, aunque me quedo con el "Arroz de pulpitos", el "Royal de Foie" o la "Manzana, melón y Aloe Vera". Excelente surtido de panes y de infusiones, donde te traen un carrito con más de 30 tarritos que preparan delante tuyo. Servicio bastante bueno, aunque mejorable, con algunos fallos sin excesiva importancia. Para mi el mejor restaurante de Valencia capital.

300€ en 4, sin cafes ni copas, solo 1 botella de vino (Pinotage 2002, flojo, demasiado aumado, aunque naturalmente no es culpa de Manuela).
Todo bastante bien si no tuviera que pedir hasta 6 veces que nos siervieran el agua y 4 que nos traieran el pan.
42€ a persona para los entrantes, muchisimo paripé y poca masa...
Cuidar la presentacion y el entorno esta muy bien, pero el protagonista deberia ser lo que entra en boca, asi que mas caldad y mas cantidad.
Estos como mucho otros cocineros han entrado en la spiral: mas pequena es la porcion mas alta es la calidad... que triste sinonimo.

Cocina creativa, muy conocida por todos los veremeros. Mi referencia, en esta aportación, es la cena de gala de Verema 2008, que claro, no puede compararse al servicio habitual en su local en el IVAM.
De otras visitas hemos de destacar el excelente servicio del vino y el amábilismo trato del equipo.
Impresionante oferta de aguas.
La brandada de bacalao y el tartufo de foie muy correctos; la ventresca de atún en tartar, mejorable. El huevo asado con migas de aceitunas negras me dejó algo indiferente. Soberbio bogavante con estofado de alubias: un plato arriesgado, de difícil maridaje, pero la propuesta superó el notable; aunque predominaban las notas esfotadas sobre los delicados aromas del bogavante. El cordero lechal, sobresliente. Y los postres, una pura delicia, muy equilibrados y excelente presentación.
Añado una crítica, importante, para que tome buena nota el equipo: las raciones son muy ajustados, en algunos casos miniaturas. Si eres de buen comer, amigo lector, deberás complementar el almuerzo o la cena con los excelentes panes y buenos aceites que ofrece la casa en el menú!.

Local de decoración moderna, con mobiliario cómodo y buena separación entre mesas. El único "pero" para la mantelería que me pareció demasiado sencilla y que además no ocultaba algún desconchado de la mesa.

La carta está compuesta por media docena de entrantes, cuatro elaboraciones de pescado, cinco de carne, seis postres y un menú degustación a 70 euros, que desglosan en el propio menú. El menú resulta equilibrado, variado, creativo, en el que distingues la materia prima y en el que eres capaz de dar varios bocados de cada una de las elaboraciones. Ofrecen hasta cuatro tipos de panes distintos. La vajilla y cubertería son de estilo moderno, no vimos en toda la noche los cuchillos que al igual que en la comida asiática, no los necesitamos. El servicio es joven, experto, simpático, diligente, con los tiempos de servicio adecuados y la oportuna explicación de platos. Al finalizar la cena nos obsequiaron con petit fours a la hora del café y me sorprendieron gratamente por la ámplia variedad de infusiones posibles (hasta quince distintas)

La carta de vinos organizada por tipos y países, espectacular, a precios de tienda x 1.70, La cristalería de calidad “Spiegelau” y el servicio del vino perfecto, con todos los pasos: presentación, envinando, prueba, relleno, ritmo de servicio… Ámplia selección de vinos dulces por copas. También disponen de las cada vez más habituales carta de aguas.

Muy recomendable, toda una experiencia por aproximadamente cien euros cada com

Después de repasar los comentarios anteriores y ver que prácticamente están agotados los calificativos solo espero que la nueva web nos permita imprimir el pensamiento y las sensaciones que nos depara cada plato.
El trato amable y profesional de todos los empleados, Javier era nuestra primera visita y habéis conseguido un amigo y asiduo cliente en todas mis visitas a esta gran ciudad.
Carta de aguas, sorprendente agua ogo, y iskilde en cuanto al vino un agradable Labor Del Almadeque finca San Blas y un dulce que casi lo tengo fijo Molino Real 2004 de Telmo Rodríguez y para el final siempre dejo lo mejor MANOLI felicidades por el premio un besazo

Celebramos mi cumpleaños con unos amigos, en total cuatro personas. Tomamos el menú degustación, no fallamos, el servicio correcto pero el del vino de champions , nos aconsejaron que tomar en cada momento de la cena y fue todo un disfrute .no veo otra manera mejor de haber celebrado mi cumpleaños . Felicidades.