Bueno, pues basicamente apoyar todos los comentarios elogiosos anteriores. Para mi este restaurante simplemente roza la perfeccion, en el (para mi) valiosisimo espacio vital para disfrutar, en la decoracion, en la cocina (fabulosa), en la carta y servicio del vino, en el impecable servicio (que solo notas cuando lo necesitas), y por supuesto en el calor, entusiasmo y perfecto saber hacer de Manoli. Una noche memorable: la comida perfecta, el vino perfecto, el servicio excelente, Manoli y Javier entranyables y acogedores ... espero volver muchas muchas muchas mas veces. Los precios de los vinos muy comedidos.

Me uno a la serie de comentarios elogiosos sobre este restaurante. La sala, dentro del IVAM, con un exquisito y sencillo diseño, mesas amplias, y excelente servicio. Carta de aguas. El servicio del vino francamente inmejorable: la carta de vinos muy equilibrada recogiendo los mejores vinos de la zona, las copas Spiegelau, la sumillería de primera calidad (Manoli aconseja con profundo conocimiento y no atosiga ni abruma al cliente). Delicioso y abundante menú degustación por 45€: destacaría el huevo trufado y la sopa fría de puerros y moluscos con sorbete de apio. A repetir.

Leídas las muy buenas críticas sobre este resturante en nuestro último viaje a Valencia era una visita obligada.El local es agradable y moderno, totalmente acorde con el museo donde está. Tomamos un excelente menú de degustación donde destacaría un huevo trufado, atún con salmorejo y carré de cordero con un adobo de aceituna negra y hierbas. La carta de vinos muy extensa y con orginalidades. El servicio del vino impecable y el servicio general estupendo:cercano y sincero. Javier se portó de maravilla con nosotros y gracias a él disfrutamos de unos blancos botritizados dignos de mención.

Creo que poco se puede añadir a los comentarios anteriores. Aún así, no me resisto a dejar constancia del buen hacer de Manoli y Javi y de como está contribuyendo al meteórico progreso de este restauránte que, en mi opinión, está en la cumbre de la gastronomía valenciana. Dejarse llevar por ambos es garantía absoluta para disfrutar de lo máximo que se puede esperar de un auténtico festival gatronómico-enológico.

Cocina de "sentido comun" como la denominan ellos, es decir, producto de primerca calidad, tratado con respeto, potenciandolo, basando el plato en combinaciones racionales, sin buscar el espectaculo, buscando simplemente el placer gustativo, muchos ya estamos cansados de que nos "sorprendan" en los restaurantes, queremos comer de maravilla sin tener que pensar si nos ha gustado o no lo hemos entendido...
Aqui se entiende todo a la primera, y lo sorprendente es el sabor.
En cuanto al servicio del vino, un 10, decir que las copas donde tomamos nuestros 8 vinos (somos enopatas...) eran Spiegelau, y estaban devidamente envinadas, perfectas de temperatura. Bravo Manoli.

Solamente reiterar lo leido en los comentarios anteriores: impresionante. El menu degustacion exquisito, el vino recomendado por Manoli (Finca Malaveïna), excelente, ademas de su extraordinario saber hacer: envinar las copas, decantacion del vino,... amén de sus acertadísimos comentarios, en los cuales se denota su pasion por el mundo del vino. Ademas, nunca antes lo habia visto: Carta de aguas, con la consiguiente explicación, por parte de Manoli, de las características organolépticas de la que habiamos pedido. Simplemente, para repetir.

Solo decir que "la sucursal" es uno de los locales donde mejor hoy en dia se puede apreciar el buen trato, la buena mesa y un gran surtido de muy buenos caldos, recomendable para cualquier persona que sea amante de todos estos valores. gracias javier y un 10 para manoli por su amistad y profesionalidad demostrada en todo momento.

La decoración moderna y amplitud del restaurante ya son todo un acierto. Parece que estás en New York o en un local de moda de Barcelona. Buena cocina creativa (especialidad en platos de dos alturas) a cargo del equipo que dirige el entusiasta Javier Andrés. Gran servicio del vino a cargo de la sumiller Manoli. Cata y envina todas las copas (de la marca Schott), incluidas las de cava. Tomamos un buen dulce inicial con el foie (Chateau du Hureau 95), seguido de una copa de cava Agustí Torelló con un melón con langostino, un albariño y, por fin, un excelente tinto recomendado por Manoli: Dehesa del Carrizal colección privada 99. El coste del festival, unos 56 euros por persona. Muy recomendable para mentes inquietas.

Sólo ratificar lo dicho por los Sres. Higón y Ferrer. Disfrutar de la buena cocina, del inmejorable trato del vino y de la comodidad y amplitud de este restaurante basta para justificar el viaje (y la visita de vuelta) a Valencia. Menú de degustación: 43 E por persona, sin vinos.
El acertado consejo de la sumiller: Finca Malaveïna 1999 (sobre 22 E), de espectacular nariz.

No en vano la Sumiller de La Sucursal es Manoli Romeralo (últimamente está interviniendo en el foro), que tiene unas ansias de aprender enormes y unos conocimientos más que suficientes para desempeñar su trabajo con soltura y casi perfección.
El propietario del local es Javi Andrés, que tampoco es manco en el tema vinícola, en fin, un tamdem enopata importante, que ama el vino y que dará que hablar en breve.