Un cuatro estrellas de calidad junto al Paseo de Gracia

Tres noches son las que pasamos en este hotel en pleno centro de Barcelona.
Edificio del año cuarenta y pico totalmente reformado. Ambiente clasico pero moderno a la vez. Mucho marmol y madera en zonas nobles y mucha madera en la habitación.
Habitacion amplia, hacía esquina, tres ventanales, suelo de moqueta, muy limpio, cama de matrimonio grande,television plana con internet, minibar, armarios formando parte del cabezal, y mesita con dos sillones para quien quiera desayunar, comer o cenar. Zona de escritorio y trabajo.
El desayuno Buffet ni lo ví, por lo que no puedo opinar.
El hotel dispone en la ultima planta de una zona relax con un pequeño (muy pequeño) gimnasio con sauna y ducha y en la terraza dos jacuzzis y unas hamacas. A partir de las 17:00 horas abre el bar donde puedes picar algo de cena o tomar unas copas hasta la una de la mañana con musica chill out.
Restaurante de bonita decoración pero flojo en cuanto a tema culinario (cenamos un dia).
El servicio del hotel y el trato son excelentes. En resumidas cuentas, un buen cuatro estrellas, en un bonito edificio, en pleno centro de Barcelona y a un precio más que aceptable. Posiblemente vuelva cuando tenga que ir a Barcelona.