Aprovechando una promoción del hotel, nos decidimos a hacer 'enoturismo' por La Rioja Alavesa.
Situado a la entrada de LaGuardia viniendo desde Logroño se encuentra este hotel.
Llegamos y tuvimos que esperan un rato, pues no tenían la habitación dispuesta, dejamos las maletas en una especie de tienda-expositor que tienen frente a recepción. Trato amable y reservamos visita al Villa Lucía, donde te explican un poco los procesos de fabricación del vino e hicimos un curso de cata de vinos, ni bien ni mal, un poco frío.
El trato muy amable y atento, las habitaciones muy correctas, la nuestra con unas estupendas vistas, aunque uno de los días había algún evento en Villa Lucía y hubo un poco más del ruido normal.
Parking privado y una piscina muy tranquila donde relajarse y para los valientes bañarse, como buen valenciano, o hierve el agua o no me baño. También un reciente inaugurado spa (no se cuando, pero estuvimos hace cuatro años y no estaba).
Ascensor panorámico.
Muy buen desayuno (ojo a los donuts caseros) y restaurante anexo El Medoc Alavés, donde disfrutamos de alguna buena cena.
A tener en cuenta por la zona.

Estuvimos pasando uno día en Laguardia, y nos hospedamos en este hotel. Nada más llegar y dado que fuimos improvisadamente, nos reservaron sitio para visitar una de las dos bodegas que hay en el interior del pueblo de Laguardia y en el Centro Temático Villa Lucía(perteneciente al hotel mismo).
Sin duda destacaría el trato con el personal del personal, muy atentos y simpáticos. Las habitaciones con todas las comodidades, pero sin excesos. La piscina muy agradable para descansar un rato y la terraza al anochecer encantadora (ponen unos calentadores y se está genial). Además de un desayuno muy completo y de bastante calidad.
Lo único que nos desencantó fue el centro temático del vino, aburrido, para gente que desconoce totalmente el vino, por lo que no es nada riguroso. Ni un sólo dato de interés (ni siquiera una explicación de las zonas vitícolas de rioja), y alguna que otra equivocación, que sinceramente para llamarse "museo" no era aceptable.

Hotel situado a la entrada de la villa de Laguardia, mas bien de corte clasico o señorial, cercado en su totalidad por un muro y pinos.
Entre los servicios del hotel se encuentra un amplio aparcamiento, Spa,restaurante, cafeteria con terraza, ascensor panoramico y piscina con zonas ajardinadas y servicio de toallas.
En cuanto a las habitaciones son amplias y de corte clasico siguiendo toda la linea del hotel,teniendo buenas vistas a la Sierra Cantabria, dos camas de 90 juntas, tv de plasma,aire acondicionado un pelin ruidoso, baño amplio con bañera con mampara, buen juego de toallas y amenidades de baño.
Servicio atento y profesional.