Soñar. Disfrutar. Vivir. Compartir. Soñar.

Espectacular castillo del s.XI. Situado en la pequeña localidad de St. Sulpice, a escasos 20' de Saint-Emilion.
Es un lugar cargado de historia y de naturaleza. Sólo 5 maravillosas y espaciosísimas habitaciones-suites para el disfrute de un lugar mágico, encantador, único...
Su gran secreto: sus dueños. Véronique y su familia te reciben con las manos abiertas, con el corazón abierto. Hablan muy bien el español ya que han vivido en varios países de latinoamérica y han veraneado en Orba, Alicante.
Éste es un lugar distinto, es un lugar para gente con una sensibilidad especial. Aquí se saborea la vida como en muy pocos sitios.
Indispensable llevarse algunas botellitas de vino de la zona. Por la tarde, en cualquiera de las terrazas del castillo, uno se abre un Sauternes... y a disfrutar de la vida!!! a escuchar a las decenas de especies de pájaros que habitan allí, desde cucús hasta pájaros carpinteros, o incluso ver las familias de ciervos que por alli corren. Si lo prefieres, te puedes abrir un tinto en su gran salón de lectura donde también se puede escuchar una magnífica selección de música clásica y canción francesa.
Los dueños son unos auténticos eruditos. Se saben toda la historia que está escrita en los libros y la que no lo está. También aconsejan y reservan restaurantes de la zona y bodegas.
Magnífico desayuno de estilo francés, como corresponde. Calidad, delicadeza, armonía, presentación... bollería casera recién preparada, tés formidablemente servidos en exquisitas porcelanas, marmeladas ecológicas, panes, mantequillas, fabuloso café expresso, frutas frescas de la zona, zumo de naranja recién exprimido, una tabla de quesos que quita el sentido, ... Todo servido en una mesa gigantesca, con un despliegue indescriptible de platos y tacitas de porcelana, cubertería de plata... y suena Aznavour... Véronique te cierra las grandes puertas del salón mientras te dice: "disfruten, mi casa ahora es vuestra casa". Que elegancia. Puro romanticismo. Te sientes especial. Estos franceses nos vuelven locos!!!
Si esto no es la felicidad seguro que se parece mucho.
Inoubliable!!!